¡Celebramos medio siglo! 50 años educando desde lo humano

En el corazón y origen de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano existe una historia de audacia y compromiso. Este año celebramos un propósito que nos une: formar profesionales que transforman el mundo desde lo humano. En 1975 el Cardenal Raúl Silva Henríquez pensó en un espacio donde intelectuales, pensadores y creadoras encontraran un lugar seguro para seguir aportando al país. Hoy somos una universidad con un sólido compromiso humano y una vocación transformadora. Hoy somos una comunidad viva, ligada por un propósito profundo.

En 50 años nos hemos consolidado como una casa de estudios de referencia para la democratización y la construcción de conocimiento que aporte a una sociedad pluralista.

50 años educando desde lo humano no son meras palabras. Son generaciones de profesionales que han llevado a Chile y al mundo nuestra mirada crítica y solidaria.

La Academia nos convoca a la curiosidad intelectual, impulsando una búsqueda incesante del humanismo que nos define.

Nuestras facultades de Ciencias Sociales y Educación, Artes, y Salud y Buen Vivir encarnan el compromiso con la formación crítica e integral. Aquí preparamos profesionales con un alto nivel de conocimiento y rigor técnico, dotados de una visión distintiva, bajo un enfoque interdisciplinario, sensibilidad intercultural y capacidad creativa para la acción.

Nuestra comunidad lleva consigo algo poderoso: la capacidad de crear, de reinventarse y de actuar con firmeza y humanidad.

Nuestros y nuestras profesionales se conectan con un entorno complejo y cambiante desde el territorio. Por eso las aulas son espacios abiertos a la experimentación y a la creación.

En los territorios aprenden a conocer los problemas reales, a escuchar las voces ignoradas y a enfrentar los desafíos sociales.

Este sello es el que da propósito y dirección a nuestra labor educativa. Se cristaliza en quienes egresan, ofreciendo un enfoque singular y consistente. Cobra vida y se nutre en un entorno universitario donde las relaciones buscan ser auténticas, rompiendo barreras y creando vínculos profundos entre estudiantes, docentes y equipos de gestión.

Como un espacio inclusivo y diverso, cada integrante aporta su talento y creatividad a la construcción de un proyecto educativo común. Valoramos la pluralidad de voces y miradas, pues sabemos que en ella reside nuestra mayor riqueza.

Estamos convencidos del poder transformador del diálogo entre culturas, como cimiento para la construcción colectiva del conocimiento y para enfrentar con valentía los desafíos del mundo.

En este camino de evolución constante, hoy enfrentamos un nuevo hito: nuestro proceso de acreditación institucional. Un desafío que asumimos con la misma convicción con la que nacimos hace 50 años.

Porque acreditarnos también es reafirmar nuestro compromiso con la calidad educativa, la transparencia y la mejora continua. Es la confirmación de que, en equipo, hacemos la diferencia.

Y este proceso de acreditación es el siguiente paso para seguir garantizando esa formación de excelencia que no es selectiva, bajo el sello imborrable de la Academia.

Creemos firmemente que la nueva Academia avanza hacia el futuro, liderando y siendo protagonista de su propio desarrollo institucional. En esta travesía, los estudiantes son el norte que guía cada paso e inspira el trabajo de una comunidad responsable y comprometida que los sitúa en el centro de cada decisión y acción.

Sabemos que estamos construyendo una universidad que se destaca por su capacidad para formar profesionales que mejoran su entorno desde una profunda humanidad.

Conozcamos y vivamos intensamente el sello y propósito de la Academia, porque en él late lo que fuimos, lo que somos y lo que aspiramos a ser.

En equipo hacemos la diferencia: 50 años educando desde lo humano.

Álvaro Ramis
Rector 
Universidad Academia de Humanismo Cristiano