Estudiantes de Cine y Artes Audiovisuales nos cuentan cómo rodaron sus cortometrajes

Entre los proyectos de titulación de la carrera de Cine y Artes Audiovisuales de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano este año se produjeron algunos cortometrajes de ficción que revisan temáticas socialmente relevantes a través de una sensibilidad artística. Las producciones contaron con actores profesionales y debutantes, mientras que los/as estudiantes a cargo de cada proyecto se dividieron funciones de producción, dirección y cámara.

Sobre los objetivos pedagógicos de los rodajes, el profesor del núcleo académico de la carrera David De Luca explica: “Cada estudiante estuvo un cargo de un área particular del proyecto. Ellos eligieron las temáticas y generaron un pitch, que son las presentaciones cortas que permiten ‘vender’ la idea. La meta de estos esfuerzos es que puedan plasmar los conocimientos recibidos durante la carrera y que cuenten con un material sólido que refleje su proceso de aprendizaje”.

El cortometraje “Grotesca” cuenta la historia de Camila, una joven que vive atormentada por deseos antropófagos. Cuando su pareja Victoria se ofrece voluntariamente a satisfacer esa necesidad, se desata en ella un conflicto interno donde la protagonista oscila entre el deseo, el amor y la culpa.

Su directora, Natalia Parra, destacó las influencias de género contenidas en su propuesta. “En cuanto a mí como directora lo más importante es que sea una historia sobre mujeres hecha por una mujer. Mis referencias van de la mano con eso ya que muchas son directoras mujeres. La argentina Lucrecia Martel es el principal referente, también está la chilena Dominga Sotomayor. Todas esas películas las tuve en mente al escribir el guión y también en lo relativo a la cadencia del cortometraje”.

El productor de la obra Lalo Herrera concuerda sobre este punto y detalla: “Fue muy importante para nosotros que el corto tuviera un tono y un ritmo que para nosotros fuera apropiado y maduro para algo que queríamos contar desde hace mucho tiempo. Es una historia muy personal, muy linda, que trata sobre crecer, los sentimientos, el deseo y la culpa que uno tiene con esos deseos”.

La historia del corto “Ruido sin rumbo” gira en torno a un joven ligado a la escena punk de Santiago cuyos sus días pasan entre la música y la satisfacción de distintos vicios. Cuando su tío, un referente para él, muere por una sobredosis de drogas esto gatilla un vuelco en su visión de la vida y la comunidad de la que forma parte.

Su director Franko Urra, explica que dentro de las inspiraciones estéticas y narrativas de su trabajo están películas como ‘This Is England’ y ‘SLC Punk!’, lo que fue de la mano con la idea de transmitir que existe una comunidad underground que aglomera a individuos que operan en torno a ciertos valores y creencias contraculturales, aunque resulte difícil apreciarlo a simple vista.

El encargado de montaje Marco Calderón detalla que el trabajo de preproducción se realizó en el primer semestre, mientras que en la segunda mitad del año se realizó la producción oficial. “Nos inspiramos en las películas que Franco mencionó y también hubo una razón personal, porque él y yo fuimos parte de la escena underground que impregna el proyecto. Así que al momento de plasmar esta idea nos planteamos realizar un contenido audiovisual que fuera fiel a esa realidad”.

La dirección de arte estuvo a cargo de Matías Pacheco, quien si bien no formó parte de la escena que unió a Franco y Marco se vio inspirado por ella para ofrecer “un estilo bastante naturalista, cercano a lo que es la estética punk, para reflejar las vivencias que tuvieron mis compañeros, que aunque no compartí directamente me parecieron muy interesantes de explorar visualmente”.

El cortometraje “El niño que no habla” es un drama sobre un joven retraído que se acaba de cambiar de colegio y se está adaptando a un ambiente que no lo acepta, lo que afecta la forma como percibe el mundo. El director de la obra, Dhamian Gertosio, dice que su narrativa combina una historia real con temas del anime para ofrecer una temática psicológicamente profunda sobre el acoso sexual y el mundo subjetivo de su protagonista.

La productora del trabajo, Renée Navarro, se refiere a las formas como el trabajo conjunto con sus pares logró potenciar el producto final. “Ocupamos esta instancia para demostrar lo que aprendimos durante toda la carrera. Con mis compañeros hemos trabajado juntos hace tiempo, y enfrentamos varios desafíos en el camino”.

“Logramos superar todas esas dificultades apoyándonos mutuamente y esta es la muestra de lo que hemos crecido y de nuestra capacidad para mejorar, perfeccionar y resolver los problemas que van saliendo en el camino. Por todo eso llevamos este proyecto con mucho orgullo y le tenemos mucha fe y mucho cariño al resultado final”, agrega la estudiante de quinto año.

Fichas técnicas:

Grotesca. Drama. 16 min. Color.
Directora. Natalia Parra
Productor: Lalo Herrera
Dir. de fotografía: Rata de Circo

Ruido sin rumbo. Drama. 19 min. Color.
Director: Franko Urra
Productor: Claudio Zuñiga
Dir. de fotografía: Alejandra Mansilla
Diseño Sonoro: Nicolás Comte
Dire. de Arte: Matías Pacheco
Editor: Marco Calderón

(Nadie le cree a) El niño que no habla. Drama Psicológico. 11 min. Color.
Director: Dhamian Gertosio
Productora: Renée Navarro
Dir. de fotografía: Bruno Mellado
Dir. de arte: Amanda Olivares