BESTIARIO exhibirá ciclo en torno a las imágenes colectivas de los años 80.
Este último ciclo de BESTIARIO exhibirá este lunes 17 de noviembre “Chile en la televisión del mundo” (1985) y el lunes 24 “Chile no invoco tu nombre en vano” (1982-83), ambos trabajos del colectivo Cine Ojo. Culminando el 8 de diciembre con “Dulce Patria”. 1984 de Andrés Racz.
Todas las funciones serán en Sala Radicales, Monjitas 580, 20:30hrs. Entrada liberada
La década de los 80 vuelve a instalarse en la memoria pública, series de televisión y filmes de ficción, se apropian del imaginario enrarecido de los años 80 para reabrir un episodio de la vida nacional que difícilmente ha sido olvidado.
BESTIARIO, ha querido vincularse a esta relectura, y culmina este año con un pequeño ciclo en torno a las imágenes colectivas de los años 80.
Las obras escogidas no son casuales, pues tienen como origen común trabajos de colectivos cinematográficos, que apoyándose mutuamente o recibiendo ayuda desde el extranjero, se organizan en plena dictadura para comenzar a construir los archivos del futuro.
Colectivos como Cine Ojo, homenajean a su manera el proyecto de los años 20 de Vertov, y su cámara inmiscuida en la cotidianeidad de la revolución soviética. El autor pasa a segundo nivel, y es rebasado por la necesidad de la construcción de un archivo de la radicalidad callejera. En los 20, Vertov, su esposa y su hermano, fundan el Kinoki (cine ojo), en donde capturarán el pulso de las ciudades soviéticas en plena transformación política. En el contexto del mayo del 68, Jean Luc Godard, rescata la memoria del Kinoki para fundar el colectivo Dziga Vertov, agrupación de cine y agitación politica.
En Chile, en plena dictadura, con el silencio impuesto por el miedo cotidiano, un grupo de documentalistas, periodistas y técnicos, se organizar en torno a la idea de rescatar este miedo y de difundir las alegrias de un país enclaustrado en su prisión militar. Con equipos de cine y video, registran el Chile cotidiano, capturando manifestaciones, actos culturales, y por supuesto la represión cotidiana. Cine Ojo, es uno de esos colectivos que salvaron lo cotidiano del olvido y la mitificación histórica. La nueva inspiración de Vertov no operaba en el rescate y difusión de la revolución, sino en el registro de la dictadura.
Los nuevos creadores de archivos, no pensaban posiblemente en el futuro, sino en el difundir los acontecimientos del día a día, pero finalmente se convirtieron en los archivistas de una década que aun falta mucho por indagar audiovisualmente.
Entre estos colectivos, se desplaza el sonidista Mario Diaz, su nombre se puede encontrar en los créditos de Cine Ojo, en obras de Patricio Guzmán, en 100 niños esperando un tren de Ignacio Agüero, entre muchos otros trabajos. Diaz se convirtió en el sonido directo de las calles de los 80, lo cual no es poco. La banda sonora callejera de los 80 es rica en turbulencia, y variaciones bruscas, los largos silencios son interrumpidos por los gritos de las primeras protestas, para luego ser acallados por la represión policial. En el presente Mario Diaz, se ha convertido en un nuevo tipo de constructor de archivo, o mejor aún, de encargado de salvataje de archivos, y es así como se ha dedicado sistemáticamente a proteger y difundir material registrado durante esa década.
Miguel Angel Vidaurre, jefe de la Licenciatura en cine documental de la Academia y gestor de BESTIARIO junto a Luis Horta, nos comenta “este es un ciclo especialmente dedicado a todos aquellos que no vivieron esos años. Acá no hay intención de nostalgia o gesto mitificador, lo que nos interesa es que puedan contemplar estos trabajos, realizados en complejas condiciones de producción, y contemplarlos como materia prima de sus futuros trabajos documentales. BESTIARIO, intenta rescatar el viejo espíritu de los cines club desde Jean Vigo a nuestro querido Pepe Román, es decir, el cine club no como constructor de espectadores pasivos sino como un catalizador de autores y obras, de discusión y aprendizaje.
Este ciclo, trae al presente imágenes que continúan inquietándonos. No se trata de apaciguar el pasado o de crear una innecesaria mirada cultual a una década peligrosa de nuestra historia, sino de buscar en estas imágenes nuevos relatos que nos impulsen en la creación de proyectos futuros. Las imágenes de los 80 deben hacerse parte de nuestros peores sueños colectivos, y de aquella insensata capacidad humana de encontrar esperanza en los momentos más nefastos”.
Este último ciclo de BESTIARIO exhibirá los siguientes trabajos:
Lunes 17 de noviembre: Chile en la televisión del mundo. 1985 (3 cortometrajes documentales) Colectivo Cine Ojo.
Lunes 24 de noviembre: Chile no invoco tu nombre en vano. 1982-83. Colectivo Cine Ojo.
Lunes 8 de diciembre: Dulce Patria. 1984. Andrés Racz. (Clausura y coctel)
Todas las funciones serán en Sala Radicales, Monjitas 580, 20:30hrs. Entrada liberada.