Columna del rector Álvaro Ramis: Transfobia en horario prime
(*) Por Álvaro Ramis
Es necesario analizar lo que trasluce el tipo de discurso empleado en ese programa y describir las consecuencias de este tipo de contenidos. La perspectiva presentada en “Informe Especial” se caracteriza por intentar excluir a las personas transgénero, especialmente a las mujeres trans, enmarcándolas en la patologización de su identidad de género. El enfoque del programa debe ser criticado desde múltiples perspectivas. En primer lugar, se trata de un intento de marginalizar a las personas trans, negándoles el reconocimiento, lo que agrava la discriminación que ya enfrentan en la sociedad, contradiciendo los principios de inclusión y justicia social que el Estado y la televisión pública deben promover.
El argumento del reportaje conlleva un enfoque esencialista del género, al entenderlo de manera rígida y vincularlo exclusivamente a características biológicas como los genitales al nacer. Este enfoque no solo debería ser considerado acrítico y reductivo, sino que también ignora las complejas realidades de la identidad de género y la experiencia vivida por las personas trans.
Al desplegar ese discurso anticientífico y excluyente, TVN reproduce dinámicas de opresión y crea fricciones y divisiones dentro de la sociedad, lo que puede debilitar la solidaridad y la cohesión social, dificultando el avance en la lucha por la igualdad de género y los derechos humanos para todas las personas. No es sorprendente, por lo tanto, que el programa haya generado un impacto negativo en la salud mental de las personas trans.
El reportaje evidencia un intento de estigmatización, lo que puede tener efectos graves en una población que ya enfrenta tasas elevadas de violencia, pobreza y suicidio, y la retórica de Informe Especial pudo agravar estas condiciones al deslegitimar sus identidades y luchas. Sería necesario que TVN evaluara críticamente su programación desde los principios de interseccionalidad, que reconocen que las opresiones están interconectadas y que la prensa debe abordar la discriminación basada en múltiples ejes, como el género, la raza, la clase y la orientación sexual.
Al estigmatizar a las personas trans, el programa ignora cómo se cruzan las opresiones de género y la identidad de género. La televisión pública, intencionalmente o no, se ha alineado en este reportaje con fuerzas conservadoras que también buscan restringir los derechos de estas personas. Esto crea alianzas contraproducentes que debilitan la lucha por los derechos humanos y la justicia social en general, socavando la credibilidad del canal bajo el sello inclusivo que declara.
Lo más grave es que TVN haya rechazado el diálogo previo con las organizaciones de la diversidad sexual en la producción de este reportaje, lo que denota una falta de evolución en su enfoque y una resistencia al debate y al cambio. La televisión pública, como cualquier medio de comunicación, debe evolucionar con el tiempo para incluir diversas perspectivas y enfoques sociales. El rechazo a las personas trans y la negativa del equipo de “Informe Especial” a reexaminar sus ideas fundamentales sobre el género se perciben como una falta de disposición para adaptarse a un mundo cambiante.
Las masivas denuncias ante el CNTV que ha recibido TVN deberían llevar al canal a evaluar el enfoque de su programación en el ámbito de los derechos humanos, para adoptar un enfoque más inclusivo, solidario y basado en la justicia social para todas las personas, independientemente de su identidad de género.
(*) Rector Universidad Academia de Humanismo Cristiano.