Con 1500 mt2, tres pisos y un patio interior_Nuevo edificio de la Facultad de Pedagogía abre sus puertas este año

Con 1500 mt2, tres pisos y un patio interior_Nuevo edificio de la Facultad de Pedagogía abre sus puertas este año


Cuando se cumplen 4 años de la llegada de la Facultad de Pedagogía al actual edificio de Agustinas 2071, la aspiración de acceder a un nuevo inmueble está literalmente a la vuelta de la esquina con el arriendo de la nueva sede de Huérfanos 1269, que acogerá a todos los programas de la Facultad en un palaciego edificio de 1500 metros cuadrados construidos, 3 plantas y un patio interior ubicado en la esquina de Cienfuegos y Huérfanos. Dotado también de una distribución que potencia el propósito de un espacio académico, favorece particularmente las sinergias con la vecina Facultad de Artes.

El decano de la Facultad de Pedagogía, Fabián González, se declara satisfecho y expectante de la mudanza y describe el hito como “un largo anhelo, fruto de las aspiraciones colectivas y el interés de todos los estamentos”.  “El nuevo edificio tiene características que permiten proyectar el desarrollo y ejercicio de la docencia, además de la oferta de formación continua con nuevos espacio para los postgrados. Por otro lado, nos permitirá constituirnos en una unidad en distintos niveles. También se  acaba con una especie de dispersión que redundará en una mejor administración”, dice González.

“Este cambio nos da la posibilidad real de volvernos una comunidad que estreche vínculos y se constituya en la unidad académica de un campus que también mejorará los servicios de la Facultad de Artes. Hay que decir que esto ha sido un gran paso adelante en la línea del desarrollo institucional”, reitera.

Un proceso orgánico

El proceso de búsqueda y elección del inmueble, cuenta Macarena Barahona, Directora de Administración, incluyó criterios específicos y un estudio de percepción realizado a nivel triestamental el año 2015, en el que se consultó a todos los actores involucrados sobre los principales requerimientos. Entre ellos se cuentan demandas por espacios de esparcimiento, áreas verdes y aulas dedicadas a los programas de segunda titulación y postgrados.

“El resultado de este estudio se usó como insumo para construir indicadores en la búsqueda del edificio donde íbamos a trasladar la Facultad de Pedagogía y que, según criterios técnicos, generara sinergias con la Facultad de Arte. Finalmente se le pidió nuevamente a la Facultad que entregara su opinión invitando a grupos de estudiantes, funcionarios y profesores a hacer el recorrido con nosotros. Creo que es algo que los estudiantes han valorado particularmente”, dice Barahona.

El responsable de la Biblioteca de Pedagogía y miembro de la directiva del Sindicato de Trabajadores de la Universidad, Michael Barboza, destaca que la búsqueda y elección del nuevo edificio fue un asunto colectivo. “Fue un período de consulta en el que se tomaron en consideración las opiniones sobre si los espacios eran adecuados, si los trabajadores podíamos mantener e incluso ganar algo más de espacio en lo que respecta al comedor, laboratorios o la biblioteca”, explica Barboza.

Entre las mejoras, el bibliotecario y dirigente sindical destaca particularmente la separación de las aulas a través de pasillos interiores y la mejora en la temperatura interior. “Se mejora la conectividad, los accesos y definitivamente se gana mucho en ambiente. Los alumnos participaron activamente, visitando el edificio en grupos de 15 a 20 estudiantes, y en general nos dieron un feedback positivo”, sostiene. El decano González, reitera que la nueva casona “tiene cierta amabilidad para el ocupante, por decirlo así. Es un edificio acogedor y esa es una percepción que ha sido bastante transversal”.

Al respecto, el estudiante e integrante del Consejo Superior Universitario, Diego Zamora, recuerda que desde decanatos anteriores se plantearon algunas de estas necesidades y que las visitas realizadas a la nueva locación permiten proyectar una Facultad de Pedagogía más orgánica.

“Si bien donde estamos hoy es un buen lugar para el conjunto, ese mismo menos espacio se siente cuando necesitamos una sala para realizar reuniones y otras actividades. Como estudiantes queremos encontrar en este nuevo lugar un espacio fijo para las asambleas y organizaciones como las vocerías de género, etcétera. Acá habrá un patio con pasto y árboles que si bien no es más grande, sí es más grato. También hay, por lo menos, tres veces más salas que en la actual casona y eso nos permite la posibilidad de una vida universidad en mejor comunidad”, plantea.

El proceso de cambio comenzará a fines de septiembre con una ocupación progresiva, que parte con la remodelación, habilitación de oficinas y la asignación de los espacios de trabajo entre otras labores de carácter administrativo para bibliotecas y algunos oficinas de atención que descomprimirán el trabajo del resto del Campus.