Conferencia de Euclides Mance en el Congreso de Economía y Social y Solidaria: “Nadie se libera solo: los seres humanos se liberan en comunión”
Como parte del Congreso de Economía Social y Solidaria 2024, que este año se realizó por primera vez de manera presencial en la UAcademia, el filósofo brasileño Euclides Mance dictó una conferencia sobre “Los circuitos económicos solidarios desde la perspectiva de la liberación” en la que analizó cómo los circuitos económicos solidarios constituyen una estrategia efectiva para contrarrestar el modelo capitalista y facilitar una transición hacia una economía post capitalista.
Desde una premisa que identifica la liberación como un proceso colectivo e inclusivo, Mance expuso que la expansión de libertades debe beneficiar a todos los miembros de la comunidad. También cómo el sistema capitalista tradicional perpetúa la explotación, expropiación y dominación, manteniendo a muchas comunidades de América Latina en situaciones de pobreza y dependencia. Frente a ello, los circuitos económicos solidarios ofrecen una alternativa que permite satisfacer necesidades básicas y fortalecer el “bien vivir” de cada persona, sin explotar como lo hace hoy el capitalismo a los trabajadores y a los recursos naturales, planteó. En estos circuitos, la producción y el intercambio se organizan de forma autogestionada y en función de las necesidades locales, asegurando que la riqueza y el valor generados se reinviertan en la comunidad. Este enfoque fomenta una liberación continua y comunal, donde todos y todas contribuyen y se benefician de manera equitativa.
Para el filósofo y académico invitado al congreso, una de las claves del éxito de estos circuitos radica en su capacidad para “vincular los valores de cooperación y sostenibilidad con la producción y el consumo conscientes.” Los circuitos solidarios, a diferencia de los circuitos del capital, no se centran en la acumulación de ganancias y la generación de riquezas a costa de la explotación de un ser humano a otro, sino en garantizar la distribución justa y social de los recursos, promoviendo así una economía que es tanto ecológica como inclusiva, agregó.
En este modelo que propone el escritor, estos circuitos no se aíslan del sistema capitalista, sino que se interconectan estratégicamente, permitiendo que el valor producido en el sistema solidario compense o se reinvierta en otros espacios, resistiendo así la absorción capitalista. También enfatizó que el éxito de este modelo depende de la “construcción de plataformas y redes nacionales e internacionales” que mantengan esta lógica solidaria a gran escala, internacionalizando las ideas y creando un proyecto común. Esto exige una transformación cultural profunda, donde valores como la solidaridad y el compromiso comunitario se conviertan en el motor de la economía. Esta economía de liberación, según el filósofo, no solo se propone como una alternativa al capitalismo, sino como un modelo autosuficiente y sostenible, capaz de transformar radicalmente las estructuras socioeconómicas actuales.