Convocada por Secretaría Gral. de Gobierno profesora Beatriz Areyuna analiza avances y desafíos de la mujer chilena a 50 años del golpe militar

Convocada por Secretaría Gral. de Gobierno profesora Beatriz Areyuna analiza avances y desafíos de la mujer chilena a 50 años del golpe militar

La profesora Beatriz Areyuna, representante de la Cátedra UNESCO de Educación en DDHH Harald Edelstam de la Facultad de Pedagogía UAHC, participó en el “El Conversatorio del Observatorio”, una actividad organizada por el Observatorio de Participación Ciudadana y la Municipalidad de Pedro Aguirre Cerda. La iniciativa a la que la docente fue convocada por la Ministra Camila Vallejo desde el Ministerio Secretaria General de Gobierno llevaba por título “Mujeres y participación ciudadana a 50 años del golpe militar” con la finalidad de reflexionar sobre los desafios de género en la materia.

Durante la jornada, Areyuna se refirió a la relación entre educación y derechos humanos en el marco de esta conmemoración. “Lo primero que se debe pensar cuando se analiza la trayectoria histórica de la participación de la ciudadanía femenina es que Chile siempre ha vivido una asimetría estructural entre hombres y mujeres. Esa asimetría se institucionalizó en leyes y prácticas concretas de discriminación no sólo en la política, sino también hoy en el trabajo y otras las esferas de la sociedad”, relató.

“Esa institucionalización nos impuso que teníamos que irnos para la casa el espacio privado y que los hombres debían hacerse cargo del espacio público. Lo femenino se subordinó a lo masculino incluso a nivel moral, donde se afirmaba que los hombres tenían una mayor capacidad para tomar decisiones que nosotras”. Esta construcción social que hoy se identifica como patriarcado conlleva una cultura de símbolos y prácticas que a los hombres les resulta difícil identificar, planteó la profesora de Historia.

“Si observamos la lucha de la participación política de las mujeres en el espacio público y la democracia electoral se han venido corriendo vallas desde el hito fundamental en que fue la conquista del voto femenino hasta la consigna feminista de ‘democracia en el país y en la casa’ que emplearon organizaciones de mujeres en la lucha contra la dictadura. De ahí en adelante el camino ha sido de avances y retrocesos, pero por sobre cualquier intento de invisibilización las mujeres hemos estado ahí”, describió.

La profesora revisó cómo el golpe de 1973 significó un corte abrupto para las aspiraciones de participación de grupos tradicionalmente oprimidos como los/as pobladores/as, la clase obrera y especialmente las mujeres que en las décadas anteriores habían vivido cambios sociales importantes como la introducción de la píldora anticonceptiva, una mayor incorporación de la al mundo laboral y una explosión de la participación femenina en las organizaciones políticas.

“La dictadura implantó de una ideología hacia las mujeres dónde se buscó ordenar el extravío en el que habíamos caído y regresarnos a los valores tradicionales como buenas madres y esposas qué obedecen a su marido. Estas formas de control cultural no sólo quedaron en la difusión mediática y el ideario de los centros de madres de la primera dama Lucía Hiriart de Pinochet, sino también en una política específica de terror y castigo hacia las opositoras al régimen que incluía la denigración psicológica y la violencia sexual”, detalló.

En su presentación la docente y Magíster en Historia y Ciencias Sociales de la Universidad ARCIS narró el rol protagónico que jugaron las pobladoras en la lucha por la recuperación de la democracia, ocupando espacios públicos para expresarse contra la represión, el hambre y la cesantía. “Ellas levantaron barricadas, hicieron ollas comunes y crearon organizaciones como los talleres de arpilleras para mostrar lo que ocurría en Chile. La participación de las mujeres fue clave en las tomas de terreno y en las jornadas de protesta nacional”.

Junto con los desafíos pendientes la profesora también llamó a considerar los avances que se han logrado frente a distintas formas de discriminación, como la que existía hacia los/as hijos/as nacidos fuera del matrimonio o la recuperación del derecho al aborto terapéutico. En esa línea estableció una similitud entre los argumentos que se esgrimen desde los sectores conservadores para frenar las conquistas de género. “Aunque no sea tan notorio se ha avanzado mucho y hoy, al igual que ayer, nos siguen diciendo que se va a caer el mundo si pasa esto o aquello”.

“Algo relevante desde el punto de vista de la educación en nuestra sociedad es que tenemos una deuda con eliminar las violencias de género, ya sean materiales o simbólicas. Hay que dar una batalla cultural para visibilizar las prácticas machistas, jugarse por una educación no sexista en las escuelas y universidades y promover planes de formación ciudadana que apunten a la participación de niñas, mujeres y lideresas”, concluyó.

Revisa la participación de la profesora Areyuna en el siguiente link: