Cuando la autonomía universitaria tiembla
Carta del rector Álvaro Ramis, publicada en El Mercurio.
Señor Director:
La batalla ideológica que el trumpismo ha librado contra una institución tan emblemática como Harvard debería resonar con fuerza en Chile. Las similitudes entre las posturas de la extrema derecha global y las ideas que hoy vemos emerger en nuestro propio panorama político son preocupantes. La autonomía universitaria, un pilar fundamental de cualquier democracia madura, se ve amenazada cuando la esfera política busca dictar lo que se enseña, investiga o piensa en las casas de estudio.
En Chile la historia ha demostrado la fragilidad de nuestra autonomía universitaria frente a las injerencias políticas. En dictadura las universidades fueron intervenidas, sus rectores designados y sus currículos ideologizados.
Con el auge de figuras de extrema derecha con una retórica similar a la de Trump, la posibilidad de que ideas como la censura de contenidos “woke” (entendidos como cualquier manifestación de diversidad, justicia social o derechos de minorías) o la intervención en políticas de admisión y contratación se abran paso en el debate chileno es real. La acusación de “ideologización” se convierte en pretexto para controlar y castigar a instituciones no alineadas con la agenda de turno.
La autonomía universitaria no es un privilegio de élite; es una garantía democrática. Permite a las universidades ser espacios de pensamiento libre, de debate plural y de investigación sin ataduras ideológicas, así como formar ciudadanos críticos capaces de cuestionar, de proponer y de generar soluciones innovadoras.
Si permitimos que las universidades se conviertan en meras extensiones del aparato estatal o de una ideología política específica, perderemos una de nuestras mayores fortalezas: la capacidad de generar conocimiento independiente y de formar profesionales con una visión integral y crítica.
Debemos estar alertas y defender, con la misma firmeza con que Harvard resiste, el principio innegociable de la autonomía universitaria. La libertad de pensamiento y la diversidad académica son escudos esenciales contra cualquier forma de autoritarismo.