El Covid-19 y las fronteras nacionales: Otra vez los migrantes
(*) Por José Orellana
En estos días, algunas y algunos nacionales de Bolivia y Perú fueron (están siendo) objeto de incomodas medidas fronterizas de sus propios estados nacionales, actuando las mismas como filtros que permiten o no el acceso de personas, potencialmente infectados por el COVID-19 (hoy ya se han realizado gestiones de retorno efectivo)[1]. Esta medida ‘política-sanitaria’ que se concreta por medio de la institucionalidad estatal de aduanas y policías (Carabineros, PDI y otros servicios públicos, para el caso de Chile) situadas en las líneas fronterizas territoriales efectivas en pasos oficiales, como también las aeroportuarias y portuarias[2] (fronteras en los hechos tanto o más efectivas que la primera) se han transformado en una territorialidad que recuerda otra vez la importancia del control, no sólo rutinario, sino que más importante aún, en momentos de excepción.
El cierre fronterizo decretado por Bolivia y Perú, también por Chile (y, sino por todos, por una mayoría de estados), junto con obedecer a medidas de control sanitario, propiciadas por organismos internacionales, como es el caso de la Organización Mundial de la Salud (OMS), también obedece a las demandas sociales y políticas internas de los países, los cuales buscan protegerse de la pandemia. El miedo al contagio, impacta a los sistemas políticos nacionales, exigiendo, medidas radicales como ésta.
La pandemia, la cual activa este control político y territorial desde la urgencia de excepcionalidad nacional y estatal sanitaria (siempre activa, desde la rutina), sorprendió los procesos migratorios en curso, siendo el caso de bolivianos y peruanos aquí en Chile, una singularidad, toda vez que la cercanía del proceso, no menguó la rudeza con la que los estados limítrofes administraron y administran a sus propios connacionales, impidiéndoles el ingreso a sus países en la celeridad necesaria, no porque no quisieran su reingreso, sino porque, muy probablemente no estaban preparados en logística, recursos y protocolos sanitarios que permitieran o permitan el retorno a sus hogares en el dinamismo deseado. Políticamente hablando, es una mala propaganda para ambos gobiernos, más cuando se encuentran vulnerables, dado que ninguno de ellos, cuenta con la ‘legalidad – legitimidad’ que permite el voto popular.
Respecto de Chile, tampoco se observó una gestión política del todo acabada para tratar a esta población varada. Aún resuenan los llamados que realizaba el General Guillermo Paiva, Jefe de la Defensa Nacional de la Región de Tarapacá, exhortando al gobierno de Janine Añez a que viabilizara el retorno de bolivianos y bolivianas[3], o del mismo ministro Gonzalo Blumel, haciendo igual llamado[4]. Conviene indicar, que los énfasis de las autoridades nacionales sobre los varados peruanos y peruanas no han tenido el mismo acento que con los bolivianos. No se ha escuchado un llamado enérgico al gobierno de Martín Vizcarra, muy probablemente, por la gestión que se ha realizado desde el consulado peruano en Arica. Será, que por el hecho de tener relaciones diplomáticas plenas con el Perú y no así con Bolivia, ¿se logra un trato discriminatorio contra unos, respecto de los otros?
Lo que importa, es que la frontera, otra vez se instala como un espacio geográfico que contiene o permite flujos de personas a nivel global, encontrándose en los casos de Chile, Perú y Bolivia una diferenciada gestión de la misma, que obliga, además, a las expresiones diplomáticas de los Estados involucrados, extremar gestiones para el buen y expedito retorno de sus nacionales varados en uno u otro país. Otra vez, como es costumbre, las escalas locales junto con sus municipios gestionaron alguna cobertura humanitaria para las afectadas y afectados, tratando de articular entre sus redes ayudas para que estas personas, se mantuviesen en una mejor condición de espera, mientras se resolvían o resuelven sus trámites de reingreso.
Desde esa perspectiva, es que parece razonable, contrario sensus de lo que consignan las tendencias políticas, económicas, culturales e ideológicas sobre la franca disolución o porosidad intensa de la frontera, promover el Desarrollo Fronterizo del Estado, ya que, sin perjuicio de ser plausible la mayor porosidad fronteriza producto del dinamismo de intercambios de personas, capitales entre otras posibilidades, este hito geográfico político, por lo menos en momentos de pandemia, como ha quedado demostrado, tiene especial importancia. Si eso es así, en plenos momentos de globalización constreñida, a causa de la coyuntura, pero globalización al fin, se precisa de desarrollos fronterizos integrales, comprensivos y no sólo abordados por los intereses nacionales respecto de una u otra sensibilidad política nacional en uno u otro momento (imaginarios geopolíticos).
Los territorios fronterizos, no sólo son nacionales, sino que también locales, regionales y en esa clave de análisis, transfronterizos también. La territorialidad fronteriza concebida en una ‘realidad transfronteriza’, obligaría a instrumentos de desarrollo que permitieran, junto con gestionar la seguridad nacional de los estados, promover los dinamismos locales, concretándose en mayores posibilidades de gestión desde los gobiernos locales y regionales, como son las presupuestarias a partir de planes de desarrollo local y regional centrados en la cuestión ‘fronteriza-transfronteriza compleja e integral’, permitiendo de este modo mayores posibilidades de gestión efectiva y asertiva para coyunturas como las que hoy se evidencian, teniendo en el centro, en cuanto principio ordenador (entre otros), precaver los derechos humanos de la población flotante-migrante. También, cómo la sociedad civil local, regional y nacional (hasta internacional) se suma a este esfuerzo a partir de sus intereses diversos y contradictorios en sí mismos, pero también respecto de las expresiones institucionales indicadas, que en momentos de descentralización, globalización y empoderamiento ciudadano, se transforma en un desafío estratégico a abordar.
No son pocas las experiencias de gestión fronteriza y transfronteriza entre Chile y sus tres vecinos (ejercicio de para-diplomacia, gobernanza o gobernabilidad fronteriza, entre otras), tampoco son pocas las reflexiones académicas en torno a tal territorialidad, siendo base la experiencia indicada (más la lograda en otras latitudes del globo), por lo tanto, el diseño y ejecución de instrumentos de ‘desarrollo fronterizo-transfronterizos’ no se harían en el vacío. Es de esperar, que, con los avances graduales en el proceso de la descentralización, a propósito de la elección directa de los Gobernadores Regionales, tal situación encuentre mejor contexto para su avance.
Desde la dimensión geopolítica y geoestratégica de cualquier estado, la situación aquí comentada no es de indiferencia, cuestión corroborada en los esfuerzos que realiza la institucionalidad estatal, cuando de los comités fronterizos integrados se refiere, circunstancia que apela a una comprensión más integral del hecho de frontera para su gestión (uno con Perú, uno con Bolivia, ocho con Argentina)[3]. Ello, es un aspecto importante, que, aunque se articule desde la escala nacional, en función de otros intereses (incorporando a otros actores), sirve para problematizar de mejor manera la cuestión fronteriza, desde sus imaginarios geopolíticos.
Aunque suene pretencioso, si las acciones aquí consignadas, hubiesen estado más profundizadas en complejidad, muy probablemente, habría existido un mejor tratamiento a los migrantes varados sean estos bolivianos, peruanos o chilenos.
[1]https://www.elmostrador.cl/noticias/2020/03/30/no-puedo-mas-que-criticar-su-tozudez-e-indolencia-jefe-de-defensa-nacional-de-tarapaca-dispara-contra-autoridades-bolivianas-por-las-mas-de-150-personas-varadas-en-la-zona/
[2] https://www.cooperativa.cl/noticias/sociedad/salud/coronavirus/gobierno-chileno-pide-a-bolivia-acciones-humanitarias-para-repatriar-a/2020-04-01/173454.html
[3] https://www.arcgis.com/apps/MapJournal/index.html?appid=9e4faca2fa154997854709cf48ee88c2
[4] https://www.cooperativa.cl/noticias/sociedad/salud/coronavirus/gobierno-chileno-pide-a-bolivia-acciones-humanitarias-para-repatriar-a/2020-04-01/173454.html
(*) Geógrafo. Académico Escuela de Ciencia Política UAHC. Doctor en Estudios Americanos Instituto IDEA-USACH