
Embajador Juan Gabriel Valdés recibe grado de Doctor Honoris Causa de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano por su destacada trayectoria diplomática
En una emotiva ceremonia y con la presencia del canciller Alberto van Klaveren, el embajador de Chile en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés, recibió el grado de Doctor Honoris Causa en reconocimiento a su destacada trayectoria diplomática, sus aportes en el ámbito internacional y su compromiso con la defensa de los derechos humanos. Este homenaje se enmarca en las celebraciones del aniversario 50 de los inicios de esta institución.
El embajador de Chile en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés, recibió el grado Doctor Honoris Causa de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Ministro de Relaciones Exteriores bajo el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, es uno de los socios organizadores de la casa de estudios, por haber suscrito su Acta de Constitución en 1988, tras iniciar sus pasos en 1975 al alero del cardenal Raúl Silva Henríquez y destacados intelectuales.
El acto reunió a sus familiares, amistades y autoridades, entre ellas el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alberto van Klaveren; el embajador de Brasil en Chile, Paulo Pacheco; el senador José Miguel Insulza; el exembajador chileno en Venezuela, Jaime Gazmuri; la exembajadora Marcia Covarrubias; el exsubsecretario de Relaciones Exteriores, Gabriel Gaspar; y otras figuras como el académico de la universidad y exembajador Carlos Eduardo Mena, el exembajador Fernando Reyes Matta, el exministro Pedro Felipe Ramírez, el exsubsecretario Edgardo Riveros y la directora del Banco Estado Elena Serrano.
Durante la ceremonia, el rector de la universidad, Álvaro Ramis, relevó la obra intelectual y política de Valdés. “Cabe para el embajador Valdés aplicar una frase que encierra todo el valor de su obra. Es del secretario general de Naciones Unidas Dag Hammarskjöld: ‘Un hombre de firmes convicciones no pide, y no recibe, la comprensión de aquellos con los que entra en conflicto. El hombre sabio… es su propio juez. Al final, su único apoyo firme es ser fiel a sus propias convicciones’. Embajador, siga firme en sus convicciones, porque son también las nuestras”, señaló el rector.
Ramis subrayó su rol como defensor de los derechos humanos y promotor de la cooperación internacional en contextos complejos, como el debate en Naciones Unidas que precedió a la invasión de Irak en 2003. También reflexionó sobre los desafíos actuales de la diplomacia global.
“Sólo bajo un marco de apertura, interconexión y combinación en aras del multilateralismo Chile puede florecer y desarrollarse. Este es el motivo por el cual el reconocimiento al embajador Valdés adquiere tanto sentido. Su obra intelectual, diplomática y política se puede sintetizar como un esfuerzo continuo en la articulación de un sistema internacional basado en la corresponsabilidad. Al hacerlo el embajador ha sido un artífice de la cooperación, un constructor de la paz y un defensor de los derechos humanos a escala mundial”, dijo.
Junto con agradecer el reconocimiento, el embajador recordó la estatura moral y la influencia que tuvo en él la figura del cardenal Raúl Silva Henríquez, fundador de la Academia. “Él tenía la capacidad de entender que había proyectos distintos que debían convivir, visiones pluralistas. Nunca impuso su visión a nadie, lo que hizo fue tomar la diversidad de la sociedad chilena y albergarla en las instituciones y ONGs que convergieron inicialmente en la Academia de Humanismo Cristiano. Con el curso del tiempo la Academia tomó cada vez más fuerza hasta el momento que se transformó en universidad. Por eso para mí es valioso y me genera una gran emoción que el rector haya mencionado el momento en que participé en la fundación de la universidad. No cabe duda de que el espíritu de esa época es algo que los de mi generación recordamos con cariño”, declaró.
“La lucha por la libertad y los derechos humanos formó nuestras vidas y nos dio una razón de ser. Eso nos da elementos para reflexionar cuando se impone una visión del mundo negativa. Estamos en un mundo donde vemos la imposición de una visión que explota la idea de un individualismo extremo, donde las redes sociales parecen servir más para dividir que para unir. Enfrentamos un escepticismo y un pesimismo respecto a la forma como evoluciona el planeta respecto al medio ambiente y la capacidad de los países más pobres de subsistir. El espíritu de resistencia a esa tendencia es algo que uno debe pensar cómo desarrollarlo”, agregó.
El canciller Van Klaveren coincidió con las miradas expuestas en el evento y reflexionó en torno a un escenario que podría acentuar distintas formas de proteccionismo, lo que podría impactar a la región. “Creo que las visiones del rector y del embajador Valdés son bastante coherentes y reflejan un periodo internacional extremadamente complejo. Antes se hablaba de un orden internacional, hoy se habla mucho más de un desorden internacional y con justa razón. Hay actores que consideran que hemos vuelto a la ley de la selva y eso es complicado sobre todo para un país como el nuestro, que depende en gran medida de la vigencia del derecho internacional y el multilateralismo”, dijo.
La ceremonia no solo celebró los logros de Juan Gabriel Valdés, sino que se transformó en un espacio de reflexión sobre el rol de Chile en un mundo en constante transformación, destacando la importancia de la diplomacia y la cooperación como pilares para afrontar los desafíos globales.