En Seminario Constituyente de Derecho UAHC Profesor Hassam Akram describe a Chile como “la Corea del Norte del neoliberalismo”
La Escuela de Derecho de la UAHC realizó el “Seminario Constituyente: Estado Subsidiario vs. Estado Social de Derecho” donde su directora, Silvana del Valle, y el economista y profesor de Políticas Públicas de la Universidad Diego Portales, Hassam Akram analizaron las diferencias entre el concepto de Estado Subsidiario, representativo de la Constitución de 1980 y el de Estado Social de Derecho, que forma parte del borrador que se debate actualmente en la Convención Constitucional.
La actividad comenzó con una presentación de la jefa de la carrera diurna de Derecho, Carolina Parraguez, quien dedicó unas palabras a la fallecida estudiante de tercer año de Derecho Denisse Cortés, homenaje replicado durante la intervención de la profesora Bustos. Por su parte, el profesor Akram intentó despejar algunos mitos respecto a la necesidad de llevar a cabo un proceso constitucional. “Los cambios que Ricardo Lagos hizo en 2005 a la Constitución de Jaime Guzmán fueron inocuos, lo que hicieron fue sacar el blindaje militar y reemplazarlo con un blindaje binominal y civil. Por otra parte, este proceso de profundidad democrática inédita es producto del 18-O y no existiría si no fuera por la movilización social. No fue algo regalado por una clase política que decidió que era necesario mejorar la calidad de la institucionalidad, fue algo que debieron aceptar a regañadientes y muertos de miedo”, expresó el director de la sede chilena de la Universidad Wake Forest.
El expositor invitado también estableció una conexión directa entre las demandas de la ciudadanía y la necesidad de una nueva Carta Magna. “¿Por qué si pedimos mejor salud, pensiones y salud nos ofrecen una nueva Constitución? Hoy está de moda decir que una Constitución no puede resolver todos los problemas, lo que por supuesto es cierto, esa es la falacia del hombre de paja, inventar algo que nadie dijo para desmentirlo y quedar como genios. Aunque una Constitución no puede resolver todo, es un primer paso que se requiere porque lo que hace el Estado subsidiario en el caso chileno es mantener los derechos sociales, como la educación, la salud y las pensiones, en manos de los privados”, opinó.
“Lo que tenemos en Chile es una interpretación muy particular de subsidiariedad, una versión ‘Fruna’ donde un Estado mínimo defiende la propiedad privada. Es un sistema de muy baja competencia, desigual y altamente ineficiente donde la oligarquía se aprovecha a través de la colusión y los monopolios, lo que deriva directamente el malestar de la población. Este país es la Corea del Norte del neoliberalismo, por eso el tema de una nueva Constitución tiene relación directa con los problemas reales de la gente, que son pagar las cuentas y llegar a fin de mes”, sostuvo el magíster en desarrollo económico y PhD en Ciencia Política de la Universidad de Cambridge.