Estudiantes de Arquitectura de la Academia diseñan circuitos de recorrido urbano y gestionan soluciones a problemáticas de convivencia
La carrera de Arquitectura en la UAHC propone una formación que aborda los desafíos ecológicos, sociales y culturales a través de un diálogo directo que considere con las necesidades de las comunidades a través de un desarrollo sustentable y a escala humana. En esa línea, estudiantes de su primera cohorte realizaron una práctica temprana en el proyecto Descubriendo Mi Ciudad, una iniciativa del Centro de Estudios de Ciudad y Territorio del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) que busca a través de recorridos en las comunas de Santiago y Providencia, brindar espacios de recreación, cultura y medioambiente.
El enlace para la participación de los estudiantes fue establecido por la profesora Maricarmen Tapia, quien además de dirigir el Centro de Estudios de Ciudad y Territorio dicta la cátedra de Urbanismo 6 que se ocupa de la gestión y conservación patrimonial, explica el jefe de la carrera, el arquitecto Genaro Cuadros. “En el marco de las clases los/as estudiantes Alejandro y Francisca trabajaron sobre una serie de circuitos que recuperan la información, el conocimiento y la historia urbana. Como una prolongación de ese trabajo académico se sumaron al desarrollo de los recorridos de aprendizaje sobre la ciudad”.
Según el profesor, la importancia de estos recorridos reside en que cuándo las personas conocen y entienden cómo funciona la ciudad participan de mejor manera en sus decisiones, lo que resulta un imperativo democrático tanto para los individuos como para las comunidades. “Las ciudades no son sólo aquello que diseñan los expertos, también están conformadas por las experiencias de quienes viven en ellas, por lo que me parece que estos circuitos deberían tener un carácter más permanente. Por otra parte, estos despliegues representan un dispositivo óptimo de aprendizaje temprano que hace que los/as estudiantes entren en contacto con instituciones y organizaciones territoriales que abordan temas y problemáticas concretas”.
Abordando los nuevos desafíos de coexistencia que surgen en la urbe, estudiantes de la carrera realizaron una intervención pública basada en las conclusiones de un estudio que desarrollaron en la intersección de las calles Santo Domingo con Teatinos. En el lugar se ubica una “plaza de bolsillo”, descripción que se emplea para definir a un proyecto que en el corto plazo y con una baja inversión, permite la recuperación transitoria de sitios eriazos o terrenos abandonados a la espera de un proyecto definitivo que los incorpore al diseño urbano.
“El estudio forma parte de los talleres de verano que realizan estudiantes en un formato de workshop dividido en tres tareas: diagnosticar un problema, diseñar prototipos de solución y preparar el montaje de las estructuras. Eso se hizo durante enero este de este año y permitió abordar unos de los problemas que se producía en el lugar cuando los/as niños y jóvenes del sector jugaban a la pelota, lo que generaba algunas complicaciones para los/as vecinos/as de las inmediaciones. La idea que se consolidó fue aprovechar esa energía e instalar estructuras que funcionaran como blancos hacia donde se pudiera patear el balón”, describe el docente.
El proceso deliberativo incluyó la participación de los actores de la comunidad, incluyendo una agrupación de vecinos y de la concejala Paola Melo, lo que se tradujo en un aprendizaje común sobre cómo convivir de mejor manera, sostiene el urbanista. “La idea de fondo es desarrollar mecanismos adecuados para integrar todas las actividades de manera armoniosa. Desde ese punto de vista fue un éxito porque los/as estudiantes aprendieron cuáles son los conflictos sociales que se producen en el espacio público. Fue muy potente e ilustrativo que pudieran ver cómo podemos ser útiles desde la arquitectura con el diseño de los espacios públicos para entregar respuestas a necesidades específicas”.