Guillermo Cahn: “Había que grabarlo todo. Siempre supimos que vendría el golpe”

Guillermo Cahn: “Había que grabarlo todo. Siempre supimos que vendría el golpe”

Este lunes se realizó la tercera jornada de Diálogos sobre el Cine Documental de la Unidad Popular, instancia que se realiza en la Facultad de Artes, y que en esta oportunidad el invitado fue el director y productor Guillermo Cahn, realizador de numerosas producciones de ficción, documental y publicidad, quien recordó el contexto de su acercamiento a la creación del séptimo arte criollo, entre los años 60´ y 70´, denominada por él como “interesante, misteriosa y utópica”.

Sin tapujos, sino por el contrario,  en tono claro y sensato, Cahn al iniciar el diálogo se refirió a la efervescencia social de la época a nivel internacional y local,  que con la muerte del Che Guevara el año 67’ hizo que muchos jóvenes como él decidieran volcarse con mayor propiedad a la política.

“En mi caso,  primero fue como estudiante de teatro, luego desde el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), cuando conozco a Miguel Littin y entro a trabajar en el Chacal de Nahueltoro, se genera mi giro definitivo al cine y la militancia con la idealización del momento, porque tengo el deber de reconocerlo,  que el cine era un instrumento que servía para educar, hacer panfleto , hacer demagogia, agitación, y por supuesto, hacer buenas películas; idea que hoy podemos discutir, ya que no teníamos conciencia de lo que hacíamos, sólo había que grabarlo todo, todos los días”, sostuvo Cahn.

Entre sus documentales destacan “Casa o Mierda” (1969), con la cual el cineasta aclaró la diferencia que existía entre ese tipo de documentales y los que hacían los comunistas de la época, quienes según él “se orientaban a hacia temáticas como los murales de Ramona Parra o la música folclórica, en cambio nosotros derechamente nos dedicábamos a la agitación en sectores populares, al minero le mostrábamos la realidad del mapuche, al santiaguino la realidad del campesino, etc., se proyectaba la película y luego invitaba a sumarse a la lucha, pues siempre supimos que se vendría el golpe, ya que era ingenuo pensar que la derecha aceptaría a un presidente marxista elegido democráticamente”.

Al momento de recordar su participación como montajista en el documental La Batalla de Chile, Guillermo Cahn,  resumió la experiencia como el reflejo de la intuición y codicia de un documental. En cuanto a sus obras “No nos trancarán el paso” (1972) y “Cachureo” (1977), además de la producción en “Recado de Chile”, entre otros fragmentos que se proyectaron durante el encuentro, el expositor se declaró  emocionado.

Cabe señalar que Cahn también trabajó en la empresa estatal Chilefilms durante los años de la Unidad Popular, de la cual señaló con alegre nostalgia el aprendizaje técnico que debió asumir, pues en Chile no había escuela de cine, insistiendo que para él sin el cine experimental y grandes maestros como Pedro Chaskel  y Héctor Ríos, nada de esto hubiese sido posible.

Los diálogos continúan el próximo 9 de septiembre con la participación de Leonardo Céspedes.