Historiador mexicano Carlos Aguirre dicta conferencia sobre el neozapatismo
En el marco de una actividad organizada por el Instituto de Humanidades de nuestra Universidad, el historiador y cientista político mexicano Carlos Aguirre dictó la conferencia “Mandar obedeciendo. Las lecciones políticas del neozapatismo mexicano”.
En la conferencia trató puntos ligados a una de sus últimas obras titulada “Mandar obedeciendo” que explica como el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) lleva a la práctica su estructura organizativa.
Aguirre, que también es Doctor en Economía de la UNAM, partió explicando que es este ‘mandar obedeciendo’ “es un oxímoron. A los zapatistas les gusta mucho esta figura literaria (…) pero qué es este mandar obedeciendo, ya que si le dices eso a un político, de cualquier nacionalidad, le rompes la cabeza en dos partes (…)”.
Agrega Aguirre que “mandar obedeciendo es simplemente autogobierno popular. Solo existió esta condición cuando se creó la democracia en la antigua Grecia. Con el paso del tiempo se degenera y va perdiendo todo el sentido” añadiendo que “esto obliga a redefinir conceptos como ‘mando’ y ‘obediencia’. El zapatismo entiende que obedecer es operacionalizar las decisiones de la asamblea, mientras que mandar es definir de forma colectiva lo mejor para lo público”.
El historiador comentó sobre los principios básicos de esta idea de “organización sin organización”, que implica que todos puedan ser parte de las direcciones locales por que “importa más el servir que el servirse”.
Posterior a eso, Aguirre, quien además es posdoctor de la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París, señaló que el MIR es una de las cosas buenas que Chile le dio al siglo 20.
Explicó que es el neozapatismo: “es un proceso que se da en cuatro etapas, ligadas a distintas declaraciones. El movimiento zapatista actual se basa mucho en el mayo del 68 que releyó y recuperó autores como Gramsci, Rosa Luxemburo, Marx, Engels (…) y estuvieron de forma clandestina hasta 1994”.
El cientista político añade que se pueden destacar algunos rasgos característicos del neozapatismo: “explicitar la solidaridad internacional, desbancar el mal gobierno y el sistema electoral, para ello se crean contrapoderes, hay que propagar lo que hacemos, pero no como una verdad absoluta, se puede replantear toda la teoría política y económica y que si uno adscribe a la sexta declaración de la selva Lacandona como es mi caso, no es firmar un papelito solamente, significa comprometerse con una acción y realizarla siempre que se pueda”.
Aguirre es un destacado expositor de la obra zapatista, cuenta que “cuando adherí a la sexta declaración de Lacandona, me comprometí a hacer exposiciones, clases y otras cosas ligadas al zapatismo y en parte por eso estoy acá”.