Intervención Comunitaria en Santa Anita. Haciendo barrio, historia y participación poblacional
La Villa Santa Anita, ex campamento y población “Che Guevara”, ubicado en la comuna de Lo Prado, es un territorio integrado por diversos elementos de significativo valor histórico, social y comunitario. Desde 1971, su identidad cultural ha sido construida a partir de experiencias de lucha por la vivienda, de organización, resistencia política, autoeducación, integración, tradiciones y participación, valores que se han visto y se ven aún amenazados por situaciones latentes y manifiestas de aquello que Alfredo Carballeda en su reciente conferencia expresó como de “complejización” y de “fragmentación de lo social”, de desarticulación, de desavenencias, violencia, falta de apoyo y promoción social, y todas aquellas problemáticas a que se ven enfrentados histórica y estructuralmente los sectores socioeconómicamente vulnerables y vulnerados por efecto del sistema capitalista de mercado, especialmente en Latinoamérica, como la baja calidad educativa y de la oferta sanitaria, hábitos de consumo de sustancias y de autocuidado problemáticos, limitaciones en la proyección ocupacional, deterioro urbano y de la vivienda, u otros transversales y emergentes a nivel nacional, como envejecimiento de la población o la falta de participación ciudadana, entre otros.
Bajo este contexto, la Academia busca implementar una nueva política de vinculación con esa realidad, permitiendo no sólo que la comunidad pueda acercarse y acceder a servicios de apoyo profesional, sino que haya un acercamiento a la comunidad, con la especial perspectiva de motivar el protagonismo de la comunidad en la construcción de soluciones y proyectando este trabajo en el largo plazo. De esto se trata el Programa Haciendo Barrio, impulsado por la Secretaria de Vinculación con el Medio de nuestra Universidad, a través del Modelo de Prácticas e Intervención Interdisciplinaria (MITIN).
Además de las oficinas instaladas en Maipú, Santiago y Alhué, en Lo Prado se ha implementado un espacio que estaba sin uso (la ex OPD), una casa ubicada junto al actual COSAM, en San Pablo 5597, cercano al centro cívico y a las faldas de la Población. Allí se ha activado desde septiembre el “Centro de Proyección Comunitaria Santa Anita – Che Guevara”, que es el soporte infraestructural para el Proyecto MITIN y sus programas.
Estos meses han sido de construcción de redes y contacto con las organizaciones y actores locales, desde vecinos hasta instituciones públicas.”Durante este tiempo hemos estado en sus ritos, conflictos y celebraciones. Ha sido y sigue siendo un trabajo arduo y complejo, pero tenemos el convencimiento cada vez mayor de que estas grandes dificultades que vive esta y otras muchas poblaciones, son el mejor argumento para sentir que vamos en el camino correcto”, indica Fariel Abarca, coordinador del programa en Lo Prado.
Un poco más de tiempo lleva implementándose en el sector, el taller El Arte de Ser Mujer, realizado por Valeska Álvarez de Sociología junto a Claudia Leiva y Lernnie Moreno de Teatro, iniciativa cuya ceremonia de cierre se realizó el miércoles 19 de noviembre.
También participan activamente con la comunidad investigadores como Boris Cofré, quien realizó un trabajo de documentación con un NTI. La Escuela de Psicología desarrolla convenios de prácticas profesionales.
Un importante aporte a la comunidad, es el que hace también la Clínica Jurídica que funciona todos los miércoles atendiendo público y que además colaborarán en el Taller de Competencias para el Liderazgo Vecinal y Comunitario, dirigido a organizaciones y actores locales que iniciará a fines de noviembre, al que se suman también especialistas de la Escuela de Psicología.
Asimismo, recientemente se ha iniciado el Taller Cine Documental Juvenil, a cargo de Diego Lira, de Licenciatura en Cine Documental de la Universidad, y un proyecto de “Memoria Comunitaria”, facilitado por Moris Vásquez de Pedagogía en Historia.
“Sentimos que estos son grandes avances y que son también grandes los desafíos. Estamos avanzando con mucha confianza en que esta
población tiene personas con grandes condiciones y con una gran historia de lucha, y que fomentando estas cualidades en los más jóvenes y promoviendo un proceso de apoyo con las instituciones locales, que miren en la misma dirección, no sólo posibilitaremos un reconocimiento y revisión de esta, sino un mejor presente y un mejor mañana para esta comunidad que poco a poco nos abre sus puertas y nos permite compartir este hacer, de barrio, de historia, de participación”, manifestó Abarca.