
José Bengoa: un Premio Nacional que habla de Chile
Columna del rector Álvaro Ramis publicada en Crónica Digital.
El Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2025 otorgado a José Bengoa no es solo un reconocimiento a un intelectual destacado; es, en muchos sentidos, un espejo que nos devuelve la imagen de un país que todavía lucha por reconocerse en su diversidad.
Bengoa ha dedicado su vida a investigar aquello que buena parte de la elite prefirió ignorar: la historia del pueblo mapuche, la ruralidad, la pobreza y, en definitiva, la vida de quienes rara vez han ocupado las páginas centrales de los manuales escolares. En un Chile que muchas veces se cuenta a sí mismo desde la ciudad, la modernización y el consumo, su obra ha insistido en que la identidad nacional también se escribe desde los márgenes, desde las comunidades invisibilizadas que cargan con siglos de exclusión.
No es un dato menor que un académico como él reciba este reconocimiento en un momento en que la discusión política se enreda en la seguridad, el crecimiento económico y las encuestas, dejando en segundo plano temas como la interculturalidad, la desigualdad o el destino de las comunidades rurales. El premio a Bengoa nos recuerda que la justicia social no es un adorno del discurso político, sino la base para construir un país sostenible y habitable.
Al mismo tiempo, este galardón interpela a la academia chilena. En tiempos en que la producción científica se mide en rankings y papers, la trayectoria de Bengoa demuestra que la investigación puede y debe dialogar con la realidad social, que escribir sobre comunidades excluidas no es un pasatiempo antropológico, sino un compromiso ético y político.
El reconocimiento a José Bengoa es, por tanto, doble: al pensador riguroso y al ciudadano comprometido. Y también es una invitación a preguntarnos si estamos dispuestos, como sociedad, a escuchar lo que su obra lleva décadas diciéndonos: que Chile no será verdaderamente democrático ni inclusivo hasta que aprenda a reconocerse en todas sus voces.