La geografía de la multitud: hacia el nuevo trato
La contingencia muestra una serie de manifestaciones, movilizaciones, marchas y discursos desde el movimiento social y político estudiantil, como también, la retórica y contumacia de la clase política en general y del gobierno en particular. Ambas, se relacionan en un propósito: cómo generar un nuevo marco referencial, un nuevo arreglo sociopolítico y socioeconómico que aloje la administración de la educación y la sociedad en general. El actual lo hace sobre una definición neoliberal.
Las señales se vienen repitiendo hace ya mucho tiempo, no sólo en este gobierno. Las movilizaciones que lograron los trabajadores subcontratados del cobre hace unos años, las movilizaciones de los trabajadores forestales hacen otros tantos, las manifestaciones de los habitantes del sur y que dependen de la producción del salmón, entre otras, son muestras de ello. Estas y otras expresiones ciudadanas evidenciaban la inoperancia del arreglo sociopolítico y socioeconómico. Qué decir de las manifestaciones de los empleados públicos por medio de la ANEF, de la salud con su colegio y salud primaria por medio de la CONFUSAM y de los profesores por medio del colegio de la orden, los cuales denunciaron y han hecho ver la injusticia del arreglo ya indicado.
Los estudiantes históricamente han tenido la valentía y desenfado para marchar en procura de mejorar las condiciones de estudio, sea en calidad o financiación. Evidentemente, las movilizaciones de la coyuntura son las que más convocan a reivindicar derechos conculcados en el presente y futuro de los sujetos involucrados. En ese contexto, la revolución de los pingüinos entregó los marcos referenciales más importantes para enfrentar esta nuevas ‘coyuntura de tipo estratégico’. Enseñaron organización, trascendencia de acción y formas de llegar a acuerdos. También enseñaron los caminos que no se deben recorrer para lograr los acuerdos. De allí, en parte, se puede entender la fundada desconfianza en los interlocutores políticos, sea en el ejecutivo o en el Congreso.
Queda la duda si la desconfianza se logra por la evidencia en los intereses que se tejen o amalgaman en las elites políticas, o, en la contumacia del gobierno y clase política en general para articular espacios de diálogo.
Con esta ‘coyuntura de tipo estratégico’, que viene una vez más a evidenciar la incapacidad que tiene el arreglo sociopolítico y socioeconómico para enfrentar las ‘nuevas – viejas demandas’ de una ciudadanía estudiantil más decidida, informada y reclamadora de sus derechos, la idea de multitud, entendida como la ‘forma de organización de transición’ del movimiento social, en un momento de globalización capitalista – financiera, viene en el caso de Chile, a instalarse como el mecanismo de resistencia o cuña al estatus quo que ha reinado por más de 30 años. De todos modos hay que señalar que inicialmente fue la dictadura militar quien instala el arreglo consignado, por los métodos y técnicas ya conocidos, siendo, posteriormente, una democracia pactada la que lo administra con diferencias cualitativas y cuantitativas importantes, pero que en términos de definiciones matriciales de legitimidad, aún, es ilegítimo.
La multitud es quien evita la construcción de una termoeléctrica en la localidad de Punta de Choros. La multitud es la que ha instalado la crítica al proyecto de Hidroaysén, con el lema ‘Patagonia sin represas’. La multitud, es la que hoy día instala la convicción de una educación de calidad y como derecho inalienable de los chilenos y chilenas para ahora y siempre.
Esta coyuntura estratégica, que es posible gracias a esta multitud social, tiene una expresión espacial, ya que la misma se articula gracias a las evidencias de injusticia que entregan los espacios geográficos políticos, económicos, culturales y sociales. No cabe dudas, que esta multitud que emerge con fuerza, sin ser articulada en códigos políticos tradicionales, está llamada a expresarse en múltiples escalas y situaciones. Esto es, por ejemplo, en micro espacios, bajo particulares motivaciones. Un botón de muestra: los cortes de tránsito en los paraderos del Transantiago ante el mal servicio de las líneas de buses en la mañana y en la noche. Otra expresión, la realidad de la XII región respecto del gas, donde ni siquiera el ministro Golborne fue capaz de contener esa multitud regional.
Los detractores indicarán que la ‘multitud social’, en más de una oportunidad, estará condicionada por intereses diversos…. y tienen razón. Son intereses contra otros intereses.
Mientras la multitud opere bajo los intereses de la equidad social, la justicia ambiental, la equidad territorial, y cualquier otra motivación que dignifique la persona humana, ojala abunden los intereses para influir en esta multitud, que como bien indica Negri, es la posibilidad que tienen los postergados para resistir los arreglos que logran las clases dominantes, poderes fácticos, o frondas que se instalan en los territorios que se organizan bajo la nomenclatura de estados nacionales, con regímenes diversos.
La geografía de la multitud, es una de las variables convocadas a determinar un nuevo arreglo sociopolítico y socioeconómico, una geografía de la multitud cargada de contenido político, social, cultural, económico y descentralizador. Una geografía de la multitud que contiene un movimiento estudiantil hoy, mañana otros.
* Académico de la Escuela de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Columna publicada en Quinto Poder (26/08) Vea Aquí