La marcha de todas las marchas: cuidado con las interpretaciones

La marcha de todas las marchas: cuidado con las interpretaciones

Por José Orellana Yáñez

Asumido el nuevo gobierno, lo que corresponde es ejecutar el programa por el cual fueron electos y como es sabido, ello involucra una serie de acciones que permitirán al ejecutivo avanzar en el diseño de las diferentes leyes, las cuales, deben concretar los tres ejes comprometidos, cuales son: las reformas políticas (nueva constitución), educación (calidad y gratuidad en todas sus expresiones) y reforma tributaria. Junto con eso, otro significativo número de’ acciones – leyes’ orientadas a los temas de salud, energía, medio ambiente, pueblos originarios, entre otros, que debiesen avanzar para derrotar al único adversario que tiene Chile, según dijo la nueva Presidenta, en su discurso de instalación en La Moneda: La Desigualdad.

Las señales, desde lo’ mediático – político’, apuntan a no perder un solo segundo, en la gestión de estas acciones, por lo menos así lo indicó Álvaro Elizalde, Vocero de Gobierno, como también el envío del primer proyecto de ley referido al bono marzo permanente en el tiempo.

Como es sabido, la conformación de gobierno, junto con lo anterior, exige ocupar todas las plazas del mismo a lo largo del aparato del Estado, cuestión que no siempre es tan rápida, sin perjuicio de los mayores grados de experiencia y sensibilidad que se pueda tener. No sólo los jefes de servicio de confianza política, sino que también los asesores y profesionales, los cuales tienen que afiatarse prontamente, para gestionar la tarea.

En este sentido, queda observar la ‘instalación – gestión’ de los gobiernos ‘subnacionales – regionales’, los que se inauguran bajo una modalidad legal diferente, no sólo por la elección directa de los Consejeros Regionales, sino que también por las nuevas funciones que tienen y su funcionamiento ajustado. El recambio de consejeros, fue significativo. La acción del gobierno nacional, ciertamente es fecunda en la medida que los niveles subnacionales tienen capacidad de gestionar las agendas regionales de desarrollo, las que a su vez se optimizan con la buena coordinación ‘local – municipal’.

En fin, estas y otras circunstancias de gestión, son, las que con sentido de urgencia se deben concretar para activar el programa. Ello, ya es complejo, y por lo tanto, es interesante detenerse en la afirmación que realiza la Presidenta respecto de lo que se viene, cuando de movilizaciones sociales se refiere.

La autoridad debe ser ejercida con sabiduría, es lo que se espera de una segunda administración de la Presidente Bachelet, y ello implica que no necesariamente se debe realizar una lectura lineal entre movilización social y la gestión de gobierno, la cual se encuentra, desde lo político, sustentada por el Programa de Gobierno.

No hay que perder de vista, que la sociedad chilena, tiene altos grados de desafección con el sistema político, esta circunstancia, y sin ánimo de colocar en tela de juicio la significativa legitimidad política del actual gobierno, se corrobora con los altos niveles de abstención que se lograron en las últimas elecciones. Pareciera ser, además, que el abstencionismo, en un porcentaje

importante estaría circunscrito en aquellas expresiones ciudadanas que no votaron y que tienen expresiones ‘geográfico – público’ a los largo de país, denominadas calles.

En esa línea, estos movimientos, esta ciudadanía, esta geografía de la multitud, ¿está debidamente representada por la letra del programa?, sí así lo estuviera, ¿estarán de acuerdo con los tonos, direcciones y mecanismos que utilizará el gobierno para la toma de decisión?

Las anteriores preguntas parecen pertinentes, dado el comportamiento que ha mostrado ‘el movimiento social – la geografía de la multitud’, el que se enmarca no sólo en una lógica de empoderamiento, esto es, querer participar en la toma de decisión, sino que además, en altos grados de desconfianza que permite instalar la sospecha estructural, dando posibilidad a las ‘ideas – acción’ de control, juicio y obstrucción, propias del sistema de Contrademocracia que Plantea Rosanvallón.

No basta con colocar el acento en la necesidad de resolver los problemas, con tal o cual matiz, ya que hoy, se colocan en tensión los matices, los alcances y mecanismos para resolver los problemas. No basta con indicar que hay que derrotar al único gran adversario, cual es, la desigualdad. En ese marco ¿la marcha de las marchas viene a apoyar el programa de la Nueva Mayoría?

No se sabe si tendrá éxito esta convocatoria en términos de números de manifestantes, pero lo que parece importante, es que las relaciones lineales, pueden llevar a equívoco. Pueden servir para un público, pero no necesariamente para enfrentar, gestionar, dialogar adecuadamente con estas expresiones ciudadanas, que cuando se es oposición se gestionan, promueven y defienden, pero cuando se es gobierno, la cuestión es siempre más compleja, en el logro de su relación.

Finalizando esta opinión, se tiene un gobierno nacional y regional en instalación, sin tiempo y con las señales de trabajo que aquí se han consignado, más otras. Por otra parte, se encuentra ad portas una primera convocatoria a manifestarse, denominada  “la marcha de las marchas”, la que no necesariamente se viene a presentar como una ‘apoyadora’, a priori,  del programa de gobierno de la Nueva Mayoría, liderada por la presidenta, donde ésta última, establece una relación de linealidad entre los manifestantes y el programa que comienza a gestionar.

En esta relación entre gobierno y sociedad civil, queda ver cómo operará la Nueva Mayoría, la que debe actuar, ahora como telón de fondo, no sólo desde lo electoral, sino que también desde lo político, hecho que exige tiempo en todas la expresiones del sistema político: Congreso, Aparato del Estado, Gobiernos Regionales, las expresiones internacionales, (Venezuela, presenta un buen ejercicio para ver cómo la nueva coalición reacciona).

Pues bien, ello mismo debe estar referido a cómo operará con las movilizaciones. Más allá, o junto con la frase de ‘estar con un pie en el parlamento y en la calle con el otro’, que han popularizado, sobre todo los nuevos representantes políticos de la cámara de diputados provenientes del movimiento estudiantil, es relevante de observar, el cómo las diferentes doctrinas políticas de la Nueva Mayoría se encuentran en un marco de negociación, pragmático o doctrinario, y de que manera se proyectarán.

*Académico de la Escuela de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Academia Humanismo Cristiano

Articulo publicado en El Mostrador