Liceos Bicentenario
Columna publicada como Carta al Director en El Mercurio el 11 de mayo de 2017
El señor Raúl Leiva, en “El Mercurio” del domingo, en su calidad de ex coordinador nacional del Proyecto Liceos Bicentenario, hace una defensa cerrada a estos establecimientos, señalando que han logrado ubicarse en el top luego de la última prueba Simce de Segundo Medio. Esto es el 2% de los mejores. Además, lamenta el hecho de que a partir de 2014 el Mineduc dejó de brindar su apoyo a esta iniciativa.
De hecho, nadie podría oponerse a que todos, y no solo algunos liceos municipales y particulares subvencionados, obtengan resultados comparables con los mejores particulares pagados. Sin embargo, hay que aclarar que estos Liceos Bicentenario -que algunos denominan emblemáticos y otros, de excelencia- son el resultado de seleccionar a los alumnos más talentosos de las escuelas, por consiguiente “descremándolas”, o como se ha sostenido, empleando una “concepción darwiniana”: “salvando a los más aptos y adelantados, y abandonando a los más desaventajados o poco talentosos”.
Promover el mejoramiento educativo de un grupo reducido de estudiantes, mediante una estrategia híper selectiva de los más talentosos, es atentar contra el principio que sostiene a una sociedad democrática e incluyente que deseamos construir. La escuela es un lugar de encuentro de la diversidad social y cultural en donde los más adelantados conviven y apoyan como tutores a los menos adelantados, y donde se refuerzan valores como la solidaridad y el compañerismo.
(*) Abraham Magendzo K. es Ph D. en Educación de la Universidad de California y Post- doctorado en Curriculum del Instituto de Educación Universidad de Londres Inglaterra. Director de la Cátedra Unesco en EDH Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Candidato a Premio Nacional de Educación 2017.