Parte del egreso de Escuela de Teatro_Funciones territoriales de “Narcolepsia” y discurso sobre la diferencia interpelaron a los habitantes de Lo Prado
Tres funciones territoriales en juntas de vecinos y sedes vecinales de la comuna de Lo Prado realizó la obra “Narcolepsia” que marca el egreso de los estudiantes de la Escuela de Teatro de la Academia. La breve itinerancia se suma al estreno que tuvo lugar en la misma comuna y que es parte de un convenio firmado por la Fundación Centro Cultural de Lo Prado y la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
La trama de “Narcolepsia” acompaña a una familia acomodada que asiste a su propia decadencia cuando una mujer extranjera llega su casa a realizar las labores domésticas. Esta convivencia forzada desata medios y precariedades emocionales ante el otro en un espacio mental que se representa como un insomnio gris palpable en cada escena.
“Un nudo de emociones que esconde ciertos ritos y prácticas reconocibles en el trato de las relaciones humanas en general, representado aquí por las sirvientas”, ha descrito el director Marcos Guzmán sobre el montaje.
Para la asistente de dirección de la obra, Stephie Bastías, la recepción de esta serie de presentaciones territoriales por parte de la audiencia fue una sorpresa para el equipo y también un golpe anímico. “Hubo mucha participación de los asistentes, un público de jóvenes, adulto y ancianos que interactuaron con la historia en todo momento. En algunos casos teníamos el temor de que “Narcolepsia” no tuviese un mayor impacto en ellos dado que el foco del relato estaba puesto más en un aspecto estético y referido a conceptos que no son cotidianos. Por otro lado, para estos actores a punto de egresar, fue muy grato poder ver cómo operar en condiciones de precariedad técnica muchas veces”, señala la también autora de “La Torre”.
Bastías agrega que la obra abrir la palabra para los asistentes de estas presentaciones en juntas de vecinos y sedes sociales de la comuna poniente, lo que generaba un interesante feedback para autores e intérpretes. “Es una cercanía que el público supo aprovechar muy bien. No sólo manifestaron su gratitud por llevar teatro a la población, sino que sacaron fuera todo lo que la obra les hizo resonar en cuanto a la relación de un matrimonio, de padres e hijos y otros momentos que pusieron en cuestionamiento las relaciones de trabajo y de subsistencia”, dice la actriz sobre momentos de emoción y energía en que los asistentes se cuestionaban sobre cómo el rol de las sirvientas era un reflejo del de sus propias madres, hermanas e hijas.
“Compartieron perspectivas súper interesantes y muy personales que en definitiva eran preguntas que nosotros no nos habíamos hecho. Eso es algo fantástico, porque la reflexión no siempre debe hacerla el artista sino también quienes asisten a la obra”, dice a nombre de los realizadores.
Desde la Dirección de Vinculación con el Medio, la antropóloga Isabel Araos destaca los fértiles resultados del convenio firmado entre la entidad cultural de Lo Prado y la universidad el pasado mes de Mayo que incluyen prácticas profesionales para alumnos y actividades de extensión como el estreno de “Narcolepsia” en el teatro municipal junto a la serie de presentaciones territoriales.
“Sin duda, este tipo de relaciones contribuyen favorablemente al posicionamiento público de la Universidad y abren nuevas formas de proyección para nuestros egresados/as acompañándolos tempranamente a explorar nuevos escenarios situados. Este tipo de actividades artísticas permiten concretar una relación sustentada en el territorio. Permitiendo que los egresos de teatro tengan la posibilidad de mostrar su trabajo ante nuevos espacios que se construyen a través de alianzas colaborativas institucionales como hemos promovido con la Fundación Centro Cultural de Lo Prado”, señala.
El teatro va al territorio
La función de egreso de los estudiantes de teatro tuvo lugar en el remozado centro Cultural de Lo Prado, lo que representa no sólo una gran oportunidad técnica, sino también una prueba de desarrollo fuera del entorno de la universidad para los jóvenes intérpretes.
“Que las funciones se extiendan además en diversos espacios de esta comuna propone un enfoque aplicado, de incidencia directa en espacios locales, acercando el teatro a los barrios, al vecino/a de Lo Prado. En este sentido es el teatro el que va al territorio. Nos movilizamos para ser parte de aquellos espacios en que la oferta cultural no se despliega de manera permanente. En estas iniciativas debemos valorar el trabajo que realizan nuestros estudiantes y docentes, quienes dejan de manifiesto la pertinencia social y coherencia de nuestro proyecto educativo”, explica Isabel Araos.
Puedes ver más imágenes de las funciones territoriales de “Narcolepsia” a continuación. Fotos de Fabián Vargas: