Problemas con el La musical
Un importante periodista del medio nacional afirma (seguramente sin estar bien informado) en una propaganda de Diplomados de una Universidad, que un La es un sonido que tiene 440 Hz (ciclos de onda por segundo).
El reparo no es para el periodista ni para la Universidad. El reparo es para el publicista o la agencia que diseñó la propaganda.
Un La es la altura de un sonido. Se le conoce con ese nombre desde que en el siglo X el monje benedictino Guido D`Arezzo rebautizó la altura de los sonidos con las primeras sílabas del Himno a San Juan Bautista. Esta información se puede encontrar actualmente hasta en Internet.
En primer lugar, el publicista se refiere a un La y al parecer desconoce que hay otros La. Además, numerosos estudios han determinado que la altura de los sonidos han variado a lo largo de la historia, es así que actualmente se sabe certeramente que en la Edad Media había instrumentos en los cuales el La en cuestión tenía 460 Hz.
Al mismo tiempo, la mayoría de los conjuntos instrumentales que abordan la música antigua afinan sus instrumentos con la referencia de un La de 415 Hz (altura que ya se conoce como el estándar de la época barroca).
En 1936 la Organización Internacional para la Estandarización (ISO en su sigla en inglés) estableció los 440 Hz para la nota La 4 (quinto La por sobre el límite de audición humana).
Ese estándar fue respetado hasta la segunda mitad del siglo XX, pues desde los años 80` las orquestas han comenzado a subir el estándar de manera que hoy se afina mayoritariamente utilizando como referencia un La 4 de 442 Hz, sin perjuicio de que algunos todavía usan 440 Hz y otros alcanzan los 445 Hz.
Según esto, y basados en nuestros semitonos iguales (un semitono es la distancia más pequeña entre dos alturas de sonidos en nuestro modelo teórico-musical occidental) denominado “Temperamento Igual” y estandarizado desde el período barroco, tenemos que el La 4 al que se refiere el publicista, tiene 3 anteriores.
Uno de 220 Hz, uno de 110 Hz, otro de 55 Hz y el La 0 de 25,5 Hz (el límite de audición humana bordea los 16 Hz, sonidos más bajos que eso se denomina infrasonido y se ha comprobado que animales como los elefantes los producen).
Al mismo tiempo el La 5 es de 880, el La 6 de 1760 Hz y sucesivamente hasta los límites de audición humana, más allá se denomina ultrasonido y tenemos ejemplos en los silbatos para perro y actualmente en aplicaciones médicas.
Ahora si comenzamos a ahondar en sistemas de afinación diferentes al estándar actual, como son la afinación Pitagórica, la Mesotónica y otros modelos orientales, nos encontraremos en un universo tan complejo como exquisito de abordar.
Todo lo anterior es la negación total de la afirmación del publicista que puso en su propaganda este hecho, y lo que es más grave, la propaganda está construida sobre la base de “la actualización de los conocimientos” en los Diplomados ofertados por la institución.
Flaco favor, pues no se puede ofertar mentiras o verdades parciales bajo un slogan que pretende que su público objetivo se acerque buscando formación veraz.
Esto sin considerar que hace un par de años, en otra propaganda de una multitienda nacional, aparecía una bella modelo tocando el violín para el otro lado, pero eso ya es simpático, pues el benefactor de la publicidad no oferta cursos de violín.
* Director del Área Educación, Arte y Cultura de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano
Columna publicada en Cooperativa