Sobre dichos de la periodista Constanza Santa María

*Por Álvaro Ramis, rector UAHC.

Los recientes dichos de la periodista Constanza Santa María, donde señaló que “en el país existe una sobrerreacción por parte de la ciudadanía, especialmente en cuanto al tema de los traumas oculares”, y comparó la situación de Chile con lo que ocurre en Francia, donde –señaló- “no son tema”, muestran una grave falta de comprensión (y de sensibilidad, si esto se puede pedir) de la gravedad de las violaciones a los derechos humanos que hemos enfrentado desde el 18 de octubre.

Más grave aun considerando que se trata de una profesional de alta exposición pública, una periodista con un espacio privilegiado de presencia en medios, llamada a profesionalmente a entregar información veraz, al servicio de la ciudadanía.

Cuando señala, en relación a Francia, que: “en los últimos tres meses cientos de personas, por ejemplo, heridas con perdigones en los ojos en un número bastante más alto que en nuestro”, pone en evidencia su desconocimiento de los informes tanto de organismos internacionales como nacionales de DDHH, que han calificado los daños oculares por pedigones en Chile como una epidemia, con estadísticas que superan por lejos a las registradas en otros países durante periodos de guerra.

Sólo los casos registrados por el INDH superan los 400, de los cuales 372 han sido derivados en lesiones, y 33 en pérdida de la visión.

Como Universidad el tema nos golpeó especialmente por el caso de nuestro estudiante Gustavo Gatica, que perdió completa e irreparablemente la vista, y por decenas de otros integrantes de nuestra comunidad con daño parcial a su visión, entre otras múltiples violaciones a los derechos humanos denunciadas tras el estallido social. El caso de Fabiola Campillay es particularmente dramático también, con pérdida irreversible de la visión en ambos ojos.

Que en Francia los heridos por perdigones no “sea tema” también es falso, puesto que hace algunos días fue el propio presidente Emmanuel Macron que, producto de la presión social, debió reconocer un “comportamiento inaceptable” de las fuerzas de seguridad en el marco de las movilizaciones sociales en dicho país, reconocimiento que ninguna de nuestras autoridades ha hecho hasta ahora.

Por último, lo que nos parece más grave es la naturalización que con los dichos de la periodista se hace de las graves vulneraciones a los derechos fundamentales que han ocurrido en Chile, y que a todas luces se han desarrollado como una práctica sistemática de Estado, reconocida y documentada por distintas instancias competentes en el tema.

Por el bien de nuestro país, por respeto a los cientos de víctimas de la represión, por el imperativo ético que supone el ejercicio periodístico, tanto más urgente en estos momentos, es que le pedimos a la periodista Constanza Santa María se retracte de sus dichos, públicamente, tal como desafortunadamente los emitió.