Teatro callejero en Yungay: Con gran convocatoria finaliza FITKA 2014

Grandes y chicos disfrutaron de las diversas presentaciones que se realizaron en el corazón del barrio Yungay, en el marco de la 2da versión del Festival Internacional de Teatro Callejero FITKA 2014, evento que contó con la colaboración de  la Escuela de Teatro de nuestra Universidad.

Ni la lluvia del sábado que obligó a suspender las funciones, impido que el domingo se retomaran las actividades de manera exitosa, convocando a ciento de personas que llegaron desde distintos puntos de Santiago.

Música, color y bailes deleitaron a familias completas y acompañaron a las diversas agrupaciones teatrales que llegaron de la mano de las compañías La Gran Reyneta,  Murmuyo y Metrayeta, Teatro OANI, La Difunta Teatro, Colectivo Rústicos de Estopa, Compañía Aquí/Ahora/Teatro, Compañía Coraje y Colectivo Bum, mientras que en la música destaca el grupo de rock para niños La Banda del Kazuela y la Familia Bombo Trío, quienes llevarán a la plaza Yungay su espectáculo de chinchineros para cerrar la jornada del domingo.

Se trata de la segunda versión de FITKA 2014, una instancia que persigue generar una vinculación efectiva entre el arte y el territorio, como espacio de encuentro, de comunicación, de construcción de comunidad y herencia cultural.  Evento organizado por el Colectivo Artístico La Patogallina y la Compañía de Teatro La Patriótico Interesante, y que este año contó con la colaboración de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, a través de su Escuela de Teatro y la Agrupación de Vecinos por la Defensa del Barrio Yungay.

“Lo que estamos tratando de hacer es fomentar en la linea de formación de nuestra Escuela el teatro callejero y  fortalecer los lazos con otras agrupaciones. Por lo mismo, estamos muy contentos de haber participado este año del evento y desde ya nos proyectamos para estar presente en sus próximas versiones”, sostuvo Hugo Osorio, director de la Escuela de Teatro de nuestra Universidad.

Reflexiones en torno al teatro callejero

No solo intervenciones artísticas consideró este año FITKA 2014.  Su programación también sumó el debate y discusión en torno a la problemáticas vinculadas a estéticas y políticas desarrolladas, así como relaciones con aspectos como la formación de artistas escénicos de artes de calle y la visualización de vías de desarrollo de esta práctica en el contexto local, teniendo en consideración algunos modelos del contexto latinoamericano.

Cuatro fueron las exposiciones presentadas en el  conversatorio  “Visiones y prácticas del Teatro Callejero en Chile”, realizada en dependencias de la Facultad de Artes de nuestra Universidad.

Bajo la moderación de Ana Harcha (U. de Chile) y la presentación de Hugo Osorio (director de la Escuela de Teatro de la UAHC), expusieron diversos representantes del teatro callejero actual y quienes se dedican a investigar el fenómeno: Mario Soto (de La Gran Reyneta), Alicia del Campo (California State University), Cristobal Carvajal (Teatro del Sonido), Ignacio Achurra (Compañía La patriótico Interesante) y Martín Erazo (Colectivo La patogallina).

En la presentación, Mario Soto comentó como aparece la compañía y la importancia de los artefactos en ella: “por eso trabajamos con fierro, porque permite trabajar mejor las estructuras (…) lo hacemos desde lo práctico por que nos hace trabajar desde una apariencia estética, no necesariamente la buscamos, si no que aparece”, señaló.

Alicia del Canto que desarrolla su labor en el departamento de estudios latinoamericanos de la California State University, junto con comentar que existen muchas diferencias entre el teatro callejero español y americano e incluso dentro de la misma sudamerica hay diferencias entre países (el teatro sin carpa, la murga, etc.): “si bien la ciudad es un espacio individual (…) aunque para algunos el teatro callejero es una invasión, ya que negocia e instala una subjetividad especial, distinta a la de otras intervenciones espaciales”.

Ignacio Achurra de La Patriótico Interesante, mezcló cosas de la historia de la compañía “nacimos en medio de una toma”; sus primeros trabajos con la FITKA “si bien empezamos a trabajar en el espacio público, había que prepararlo previamente”, y como ese mismo espacio conspiraba a favor del desarrollo de la obra “cuando nos dimos cuenta que se podía componer con la ciudad, se nos revolvió la cabeza… el espacio dialogó con la obra”, manifestó.

Aunque Achurra también se centró en aspectos políticos que se le cargan al teatro callejero “aunque en ningún lado de la definición de teatro callejero está el tema político”.

Martín Erazo de La Patogallina y también docente de nuestra Universidad cree que el teatro al asentarse en un lugar fijo, como se hizo este año en el barrio Yungay, es vital: “hacer un festival es un gran ejercicio, un esfuerzo enorme (…) para nosotros, el teatro es una gran fiesta donde conviven varias artes”. Erazo espera, además, que “pronto el teatro callejero sea profesional, en serio”.