Votar por Alejandro Guillier ¿Es el mal menor?
(*) Por Paulina Vidal Pollarolo
Columna publicada en Ilustrado.cl
En el contexto político actual, un gobierno de la Nueva Mayoría, que se compromete frente a la ciudadanía a profundizar las reformas iniciadas, significaría una base política para que el Frente Amplio cumpla un rol clave desde la oposición. Cuenta con el apoyo de 21 parlamentarios y con presencia en extendidos movimientos sociales, no sólo para mejorar, desde la perspectiva de derechos sociales, las reformas del gobierno de Michelle Bachelet, sino también para impulsar nuevas transformaciones planteadas en el programa de Beatriz Sánchez.
No se puede desconocer, sin embargo, que quienes se oponen a las reformas o sólo quieren cambios superficiales, representan el 50.46% del electorado que fue a votar el 19 de noviembre. Ese porcentaje se obtiene al sumar los votantes de Piñera, Kast, y Goic. Tampoco se puede desconocer que en el Congreso, la derecha pasó de representar el 35.8% al 46% en la Cámara de Diputados y en el Senado pasó del 34.1% al 44.1%. También es preocupante la alta votación obtenida por la derecha ultraconservadora y pinochetista que representa Kast (7.88%).
El desafío para el Frente Amplio es gestionar políticamente la fuerza parlamentaria y social que ha alcanzado, demostrando capacidad para generar alianzas con los sectores de izquierda de la Nueva Mayoría tendiente a promover –en los próximos 4 años- una nueva Constitución. Años que se deberían aprovechar, también, para mejorar las reformas existentes e iniciar otras, especialmente en previsión y en salud.
Es interesante constatar que el movimiento Marca AC llama a votar por Alejandro Guillier. En ese sentido, la discusión sobre la Constitución habilitaría las reformas al modelo neoliberal. Durante el gobierno de la Nueva Mayoría la interferencia -directa e indirecta- del Tribunal Constitucional en las Reformas a la Educación, la titularidad sindical o la negociación colectiva en las atribuciones del SERNAC, son algunas pruebas de aquello.
Un gobierno de Piñera significaría la paralización de estas reformas y el riesgo de un retroceso. Plantear “libertad de acción” podría confundir al votante despolitizado que votó Frente Amplio en comunas como Puente Alto, donde Ossandón tiene posibilidades de recuperar ese voto para la derecha. Al demostrar que no sólo se levantan ideas de cambio social sino que también una capacidad para construir una fuerza política capaz de concretarlas, el Frente Amplio aumentaría su capital político y sus posibilidades para constituirse en alternativa de gobierno.
(*) Socióloga. Docente de la Escuela de Sociología UAHC