Y se fue el Papa Francisco: desafíos para el laicismo republicano
(*) Por José Orellana
Columna publicada en El Quinto Poder
Francisco, en su estadía, permitió preguntarse cómo las perspectivas laicistas republicanas proyectan liberación de conciencia personal y colectiva dentro de la República. Ello, porque contrario a lo que se cree, el laicismo tiene, como históricamente ha sido, un desafío profundo adicional, ya que la venida de Francisco, contrario a lo que se observó y comentó, fue de un éxito profundo y de un sentido geopolítico y doctrinario determinante. Antes y durante la visita de Francisco, se comentaron encuestas y estudios de opinión que dieron cuenta de la secularización de la sociedad chilena, donde el conservadurismo eclesial encubridor de escándalos sexuales, entre otras consideraciones, lo explicarían.
Sin embargo, y más allá de los emblemáticos puntos fuertes de la visita de Francisco, como fueron: el perdón y vergüenza declarada en la casa de gobierno por los abusos sexuales de los ministros de la Iglesia, aunque contradictorio por su apoyo a Barros; la visita a la Cárcel de Mujeres y su llamado de atención por las prácticas del Estado chileno a propósito del trato a las internas vulnerables madres de bebés en dignidad; el pronunciamiento sobre el respeto y promoción de los pueblos originarios y las violencias cruzadas que nada ayudan a las legítimas causas defendidas y, finalmente, la problemática migrante, que no necesariamente es tema en Chile, sino que a nivel global, tuvo que enfrentar una Iglesia tensionada y ensimismada en prácticas que no se encuentran con el Pueblo de Dios, que según las definiciones del Concilio Vaticano II, lo componen creyentes católicos y no católicos, agnósticos y ateos, situación que se encuentra a contrapelo con el sectarismo y elitismo en el que se encontraría la curia nacional que en nada ayuda a la definición que proyecta Francisco con su carisma y acción, por supuesto, tensionado con más o menos asertividad.
Francisco hizo lo que tenía que hacer en suelo patrio, entregando un mensaje, que aunque contradictorio, debería ser el germen para que la cobertura eclesial y laicos clericales profundicen en contradicción política y doctrinaria al gobierno de la curia chilena, permitiendo en el mediano y largo plazo otra Iglesia chilena más cercana a la promesa Vaticana II, ahora muy consonante con las cuestiones medioambientales, tecnológicas, tolerancia sexual y otros, propias de una geopolítica vaticana que intensiona Francisco para reposicionar una Iglesia Global que enfrenta serios problemas de legitimidad.
Así, el laicismo republicano, que propugna la tolerancia, pluralismo, libertad e igualdad, donde la constancia en derechos civiles le permiten contribuir en liberación de conciencia personal y colectiva/solidaria de cualquier ciudadana y ciudadano, enfrentó y enfrenta un desafío con el actual comportamiento eclesial católico conservador, que pareciera ser, en términos de disputas por espacios de influencia resultó y resulta motivante explorar (se pueden incluir también las otras confesiones nacionales, reconocidas republicanamente con la ley de libertad de culto).
Ante lo anterior, el laicismo republicano ¿aprovechó suficientemente la coyuntura histórica, con acciones concretas, sistemáticas y significantes para influir en los habitantes por medio de los dispositivos de poder en las diferentes expresiones institucionales y, fundamentalmente en la sociedad civil…? y ahora, ese mismo laicismo republicano, ¿cómo enfrenta el mensaje de Francisco que pretende sensibilizar al Pueblo de Dios, donde el gesto geopolítico del gobierno global de la iglesia que representa el Sumo Pontífice busca resituar la fe y dogma cristiano – católico?
El laicismo republicano, se encuentra interpelado en trascender a la opinión pequeña y comprender cómo el mensaje de Francisco (entre otras religiosidades) se convierte en un marco referencial propicio para proyectar sus valores y acciones concretas en los diversos ámbitos de la vida, los que sí ayer fueron importantes para salir del oscurantismo confesional tradicional, ahora, además lo es para salir del oscurantismo que permite el individualismo propugnado por el mercado neoliberal nacional y global, que si es por política práctica, se encuentra transversalmente instalado en nuestro país (izquierdas, centros y derechas).
(*) Académico Escuela de Ciencia Política y RR. II. Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Doctor © en Estudios Americanos Instituto IDEA, USACH.