Yo apruebo: Un nuevo sistema de previsión social
(*) Por Waldo Arriagada
Columna publicada en El Quinto Poder
La situación económica de las personas en Chile no ha variado en décadas. El estallido social es seña de esta realidad y la situación de salubridad pública planetaria ha dejado ver, de nuevo, las fisuras del sistema en el derecho de las trabajadoras y los trabajadores en materia social. Además que la inclinación del Gobierno de Chile no es solucionar los problemas sociales de la comunidad de habitantes de la tierra chilena. La demanda social y política en materia previsional, sigue siendo la misma: el cambio del sistema de las aseguradoras de fondos de pensiones, por un sistema de previsión social, público, solidario, universal y sin lucro, con metodología de reparto.
Para generar un sistema de seguridad social, que se crea desde una Asamblea Constituyente, es requerido acudir a un capítulo de derechos y garantías de éstos, además de un capítulo que reforme la administración y gestión pública, para construir un Estado Protector de los derechos humanos. Esto se puede producir progresivamente, con gasto fiscal, en el que contribuyan las empresas, según la seguridad del empleo; conforme el requerimiento social de abastecimiento y precios apropiados, según una economía equilibrada.
Las personas mayores, que reciben pensión del sistema de capitalización individual, tienen prestaciones de previsión social, que están muy por debajo de estándares del derecho internacional, a una pensión digna. Muchas de ellas deben trabajar y emprender, después de la edad en que pudieren haber jubilado, con buenos sueldos similares a los de antes de pensionarse.
La situación actual de trabajadoras y trabajadores, nativos y migrados, es de precarización del empleo, en muchos casos con cesantía resistente y en otros, bajos ingresos como microempresarios; por esto, es que se ve un deterioro en sus cotizaciones y lagunas previsionales, que nos permiten anticipar, que tendrán una calidad de pensiones insuficientes
El neoliberalismo instalado en Chile a sangre y fuego, en contra de nuestro pueblo, quiso privilegiar tan sólo a los grandes empresarios, además de los servicios de seguridad y defensa del Estado; éste en materia de derechos sociales, se ha constituido en subsidiario para la mayor parte de la ciudadanía de nuestro País, no otorgando pensiones de calidad a las personas de 60 años y más, que son pobres y de clases medias empobrecidas o endeudadas.
El derecho a la previsión social consiste en uno de los tantos aspectos de la seguridad social, que están protegidos desde la fundación de la Organización Internacional del Trabajo y de la Organización de las Naciones Unidas. Contribuye al ejercicio del derecho a la felicidad, el cual una vez ejercido, es deviniente bienestar material y espiritual. Es un derecho de los consignados como de Segunda Generación; corresponden éstos a los derechos humanos, de índoles: económicos, sociales y culturales.
Para que vivamos una experimentación viable, de creación de un nuevo sistema de previsión social en nuestro País, en forma progresiva, es requerido que el Proyecto de Ley que crea el nuevo ahorro colectivo , aumenta la cobertura del sistema de pensiones y fortalece el pilar solidario, sea declarado de suma urgencia, en el contexto de la creación de una Nueva Constitución.
(*) Sociólogo UAHC. Diplomado en Sociodemografía de las Migraciones.