UAcademia rechaza los intentos de justificar la violencia política y las violaciones a los derechos humanos

UAcademia rechaza los intentos de justificar la violencia política y las violaciones a los derechos humanos

La universidad llama a las candidaturas presidenciales a mantener un firme compromiso con la defensa de los derechos humanos, la memoria histórica y los valores democráticos e insta a las instituciones educativas a fortalecer la formación en derechos humanos, la pedagogía de la memoria y la educación para la paz.

Manifestamos nuestro más enérgico rechazo a las recientes declaraciones de la candidata presidencial Evelyn Matthei, quien afirmó que el golpe de 1973 fue “necesario” y “que era inevitable que hubiese muertos”.

Sus declaraciones banalizan una de las etapas más oscuras de la historia de Chile y desconocen el sufrimiento de miles de víctimas y sus familias, perpetuando una narrativa que normaliza las violaciones sistemáticas a los derechos humanos.

En primer lugar, es inaceptable justificar un golpe de Estado como “necesario” bajo la premisa de evitar un supuesto camino hacia un régimen autoritario como el cubano. Chile vivía en democracia en 1973 y cualquier desafío político o social debía resolverse en el marco institucional, no a través de la ruptura violenta del orden democrático. La promoción de esta narrativa no solo distorsiona la historia, sino que también debilita los valores democráticos que debemos proteger en el presente.

En segundo lugar, la afirmación de que las muertes ocurridas en 1973 y 1974 eran “inevitables”, resulta profundamente insensible y ofensiva. Ninguna muerte es inevitable cuando se trata de crímenes de lesa humanidad, desapariciones forzadas, torturas y ejecuciones extrajudiciales. Estas atrocidades no son una consecuencia natural de los conflictos políticos, sino el resultado de decisiones conscientes y planificadas por parte de un régimen que violó los derechos más fundamentales de su población.

Finalmente, minimizar la responsabilidad histórica al señalar que “loquitos” no fueron frenados a tiempo en etapas posteriores de la dictadura carece de rigor y seriedad. Las violaciones a los derechos humanos no fueron actos aislados ni producto de descontrol, sino parte de una política de Estado implementada por la dictadura militar, con el pleno conocimiento y la participación de sus líderes, entre los que se encontraba su padre, Fernando Matthei, quien dirigía la Academia de Guerra Aérea en 1974cuando murió el general Bachelet a consecuencia de las torturas infligidas durante su cautiverio. Matthei pasó a ser general y luego miembro de la Junta Militar desde 1978 hasta 1990.

Como sociedad debemos rechazar categóricamente cualquier intento de justificar la violencia política y las violaciones a los derechos humanos. Las declaraciones de Evelyn Matthei no contribuyen al necesario ejercicio de memoria y justicia, y refuerzan una visión que trivializa los crímenes del pasado y perpetúa el negacionismo.

Llamamos a las instituciones democráticas, a las candidaturas presidenciales y a la ciudadanía en general a mantener un firme compromiso con la defensa de los derechos humanos, la memoria histórica y los valores democráticos.

Llamamos también a las instituciones educativas de todos los niveles a fortalecer la formación en derechos humanos, la pedagogía de la memoria y la educación para la paz. La historia nos exige aprender de los errores del pasado para que nunca más se repitan.