Ante el balotaje del 19 de diciembre_Docentes de la Academia definen claves políticas, culturales y geográficas que influirán en la segunda vuelta

Ante el balotaje del 19 de diciembre_Docentes de la Academia definen claves políticas, culturales y geográficas que influirán en la segunda vuelta

 

 

 

 

 

 

 

 

Un nuevo mapa electoral parece haber saltado a la cartografía política luego del empate técnico entre José Antonio Kast y Gabriel Boric en las recientes elecciones presidenciales, sin haber alcanzado ninguno el 30% tradicional de votos en un padrón tradicional de los grandes bloques políticos chilenos desde el retorno a la democracia. Mientras el candidato del Partido Republicano logró mayorías en el sur del país, el postulante del FA logró la mayoría en las regiones Metropolitana y Valparaíso y, como un hito en el camino, emergió también la candidatura del outsider Franco Parisi con una importante tercera preferencia desde regiones como Arica y Parinacota y Antofagasta.

Para la geógrafa y doctora en Estudios Americanos, Ximena Vidal, los resultados de estas votaciones tienen un claro componente ligado a la geografía chilena. “Más allá de que las sociedades están influidas fuertemente por su geografía, eso tiene una expresión en situaciones como estas donde la localización del voto de intereses autoritarios y el voto progresista ha sido evidente”, sostiene.

“Hay que reconocer también que en la Región Metropolitana se ha dado un voto de segmentación de clases entre comunas ricas, el sector de la precordillera al que pertenecen las élites y el empresariado, respecto al voto del centro de la ciudad y más periférico, donde el voto estuvo más repartido. Nuevamente hay que referirse a Parisi y señalar que, aparentemente, su voto de apoyo representa un tipo de populismo basado en el desencanto político que ha marcado el espacio geográfico y cultural”, agrega.

Señala, además, dos polos clave en el caso de la Araucanía y sus alrededores, donde el conflicto indígena y la campaña del terror sobre las expropiaciones forestales antecedieron un voto que favoreció al candidato de ultraderecha. Por otro lado, plantea el norte de Chile como una variable interesante respecto a relatos de raigambre económica y antimigrante por parte de candidatos como Kast y Parisi. “Me ha parecido impresionante que Iquique, la región donde comenzó el movimiento obrero se haya movilizado tanto hacia el sector de Parisi. Una explicación puede ser también la manera en que se ha tratado el tema de la política migratoria. Una verdadera aberración que afecta a un gran sector de la sociedad a la que se les ha convencido de que el extranjero viene exclusivamente a ocupar sus plazas, sus playas y otros espacios”, plantea ante el punto más álgido de un trámite precario de extranjería.

Sin embargo, el padrón no pareció ampliarse más allá del que se dio en el proceso político del plebiscito del 2021. Al respecto, el director de la carrera de Sociología UAHC, Raúl Zarzuri, reconoce que el momentum alcanzado con el estallido social y sus siguientes movilizaciones no se reflejó en la votación, pero sí en lo que ha sido hasta ahora el proceso de la Convención Constituyente. En la misma línea, respecto al resultado favorable al candidato de extrema derecha, Zarzuri cree que la diferencia de votos no es tan grande y que, incluso, es perfectamente remontable. Al respecto, las posibilidades de Boric para el balotaje depende de un cambio en el timón y captar nuevos/as votantes en la línea del mensaje de Kast, quien “tocó una tecla bastante fuerte ligada a seguridad, inmigración y orden público. Algo que caló bastante fuerte en la gente que buscaba cierta seguridad, cierta estabilidad en el mensaje. Ahí el discurso de Kast fue muy inteligente y construyó un relato que la gente adoptó”, explica el experto.

Para contrarrestar este mensaje la docente de la carrera de Ciencia Política y Relaciones Internacionales Tamara Vidaurrazaga, cree que Boric debe enfatizar que se pueden alcanzar la seguridad y la paz social al mismo tiempo. “Creo que hay una falsa expectativa respecto a la seguridad qué se lograría con Kast, porque muchas cosas que propone van a desatar mayores malestares y cuando estos no son resueltos conducen a movilizaciones cómo las que dieron pie a la revuelta de octubre de 2019”, sostiene.

Un voto de renovación

Respecto a los bajos niveles de participación, Zarzuri cree que estos no aumentarán significativamente la cantidad de votantes durante la segunda vuelta. Este fenómeno es explicado por el cientista político Rodrigo Gangas por la fuerte desafección del electorado por un sistema político en descomposición que incide en una participación a la baja desde hace unos 15 años. “No hay que hacerse muchas expectativas de que se vayan a construir mayores espacios de participación política hasta el balotaje. Creo que eso no va a ocurrir”, advierte el director de la Escuela de Ciencia Política, Gobierno y Gestión Pública de la UAHC, Rodrigo Gangas

Aparentemente, hasta ahora se ha posicionado un discurso e imagen sobre una derecha dura y extrema, que persiste a lo largo de 40 años revestida de ropajes democráticos, señala Gangas. Destaca que en esa órbita, la figura de Kast “con un discurso de ética con tintes fascistas, movilizó a un electorado amplio que, incluso, pudo ser más de no ser por los factores Sichel y Parisi”.

 

 

 

 

 

 

 

 

A nivel simbólico, el politólogo también describe un razonamiento falaz determinado por los medios de comunicación y las encuestas que incidieron fuertemente en estas. “Tiendo a pensar que más que acertar, las encuestas buscan, como todas las industrias culturales, instalar un discurso para dividendos electorales propios. Ahí tienes esos pronósticos, que no estuvieron tan alejados de los resultados, que en los medios se repetían junto a mensajes como “hay largas filas para votar” que te hacían creer que había, al menos, un 70% de votantes cuando los resultados ya los conocemos. Es una performance que se va construyendo en una dinámica de orientación política que hoy está en manos de otros agentes y no del sistema de partidos”, agrega.

Este tipo de interrelaciones fueron acompañadas de estímulos y narrativas provenientes desde los medios de comunicación y las redes sociales, entre otras mediadas por técnicas de marketing político o neuromarketing para influir -más o menos- en la voluntad de las personas para votar, coincide el cientista político José Orellana. “Esto estuvo mediado, a su vez, con las percepciones que tienen las personas respecto de sus inseguridades y/o seguridades que le proporcionan los entornos, en su inmediatez, ya sea los reportes sobre delincuencia, narcotráfico, movilizaciones sociales criminalizadas o los desmanes sociales. También desde la lejanía como las crisis en países de la región o lo que se dibuja en el sur de Chile con el conflicto mapuche y en el norte, con el proceso migratorio”, plantea. Todos, mensajes que gozaron de una canalización institucional que facilitaron también los resultados ya conocidos.

Para lo que viene Vidaurrazaga ve con buenos ojos el hecho de que esta semana la candidatura de Boric recibió importantes espaldarazos de figuras de la Centroizquierda, que se dieron de manera rápida y sin mediar requerimientos específicos. En este aspecto valora especialmente la adición de Izkia Siches a su comando, ya que instaló la noción de que optó por dejar su cargo en el Colegio Médico por la urgencia de ir “en defensa la democracia”.

Por su parte la profesora Ximena Valdés también es optimista respecto a los atributos de Gabriel Boric como un joven profesional, que aporta renovación a un circuito político viciado y que sigue siendo un factor que permea ampliamente en una población perfilada como heterogénea y progresista. La académica señala que su base de adherentes es transversal y “representa un llamado que está oyéndose desde hace tiempo entre la población joven que pide que los viejos políticos se jubilen y se vayan. Un voto para Boric es un voto para que la juventud retorne a la política y se deje de pensar que la juventud es sinónimo de inexperiencia: pensemos en que si la clase política la ha embarrado durante tantos años, no nos hará daño que los jóvenes también adquieran su experiencia a través de un poco de ensayo y error”, reflexiona.