Facultad de Salud y Buen Vivir recoge aportes para la reforma sanitaria
La jornada de cierre del “Ciclo de conversatorios Buen Vivir-Bienestar aportes para la reforma de salud de Chile”, encuentros que tuvieron lugar en la Facultad de Salud y Buen Vivir de la UAcademia en conjunto con la Asociación para la Promoción del Bienestar (APROB), registró diversas conclusiones sobre un proyecto sanitario institucional que exige la participación de actores clave del sector y la comunidad.
A lo largo de tres sesiones expuso diversas reflexiones sobre las dimensiones con que el sector de la salud proyecta una reforma desde las disciplinas profesionales, gremiales y también la formación de nuevos especialistas. Entre ellos, el Dr. Hernán Sandoval, influyente médico que lideró la reforma a la salud en Chile que en 2005 creó el Plan de Acceso Universal de Garantías Explícitas, conocido como Auge.
El toxicólogo abrió su presentación advirtiendo una grave falencia del actual debate por la reforma: la falta de una mirada situada desde fuera del sector salud. “La discusión de una mejora de lo que entendemos como salud precisamente trasciende su sector dado el contexto neoliberal en el que se desarrolla este proyecto, los factores históricos y previos que se involucran en él como el estado de la política de nutrición, el desarrollo de una calidad de vida de la población, el acceso a la vivienda, el trabajo, etcétera”, señala Sandoval sobre un enfoque sociocultural tan relevante como el sanitario.
Por su parte, la Dra. María Isabel Matamala, reconocida activista feminista y autora de numerosas publicaciones sobre políticas públicas, salud, derechos sexuales y reproductivos, sumó una ponencia con perspectiva de género en el debate sobre la reforma a la salud. Llamó también a aportar con una panorámica transdisciplinar, de las disidencias y la interseccionalidad en torno a aspectos de igualdad y derechos en salud. “¿Cómo podemos pensar una reforma que asegure el bienestar de toda la ciudadanía sin considerar que el territorio también está habitado por seres humanos que no son considerados iguales en derechos, que son considerados estratificadamente?”, se pregunta la docente. Agrega también que la equidad de género es un camino hacia la mejora de un proyecto de salud que se exprese también en la redistribución del servicio, su descentralización y su asignación como un derecho.
El “Ciclo de conversatorios Buen Vivir-Bienestar aportes para la reforma de salud de Chile” concluyó con la participación del gineco-obstetra Gonzalo Rubio, creador de la Unidad de Atención en Salud Sexual y Reproductiva para las mujeres del Hospital San José. En articulación con el resto de los expositores, complementó con un recorrido sobre la transición epidemiológica en Chile del sector de la salud materna e infantil. Describió la falacia detrás de la creencia de una cara moderna del país producto de las privatizaciones de los servicios sociales en dictadura. “Fue mucho antes de eso que se generaron grandes reformas con la creación del Sistema Nacional de Salud para dar abasto a una población cuyas mujeres podían llegar a dar a luz a 13 o más hijos con una altísima tasa de mortalidad. Progresivamente, cada generación ha ido reduciendo no solo esa tasa, sino también la cantidad de hijos programados”, señaló sobre la baja de las curvas de natalidad de la actualidad que se proyectan a una reducción aún más dramática.
En una comparativa a nivel regional, Rubio destacó el innovador caso brasileño con programas de salud para madres, niños, tercera edad y hasta salud masculina, pero destacó que Chile no tiene necesidad de replicar políticas del norte global ya que cuenta con sus propias experiencias positivas que ve en la planificación de una reforma a la salud la posibilidad de un salto importante en estas prestaciones, de considerarse la opinión de la comunidad y no solo de aparatos tecnócratas de la administración del Estado.