Aysén: los ‘nuevos –  viejos’ pendientes

Aysén: los ‘nuevos – viejos’ pendientes

Por José Orellana Yañez

En otro momento hice referencia a la geografía de la multitud como caracterización de la expresión ciudadana en las calles de Chile respecto de los diversos temas  que el año 2011 ofreció para discutir: medio ambiente, educación, energía, entre otros. Todos en claves diferentes respecto de los tradicionales movimientos sociales.

En Aysén, en estos días, parece replicarse un ‘nuevo viejo – pendiente’: el cuestionamiento del sistema político nacional cuando se refiere al desarrollo político territorial. No sólo es Aysén, también lo es Magallanes, como Calama o Arica, incluso Santiago, aunque suene paradojal, entre otras ciudades regionales que no se desarrollan de forma adecuada para brindar mejor calidad de vida a sus habitantes.

No son pocos los comentaristas y especialistas que abordan el tema, relevando la siempre pesada carga que conlleva el eterno dilema  de la concentración v/s descentralización del poder, la incapacidad  endémica que tiene este gobierno para leer adecuadamente los dinamismos que tienen las manifestaciones sociales, cuestión que ha implicado lentitud y malas decisiones para ejercer autoridad. Ya hay un muerto en el conflicto de Aysén. Y por último, se comenta lo improcedente que es, una vez más, la actual arquitectura institucional de los gobiernos regionales.

Aysén, tiene un rasgo territorial particular, es geopolíticamente estratégica, ya que no sólo cuenta con una de las más importantes reservas de aguas del país y del Conosur, sino que, además, contiene el Campo de Hielo Sur, que aún no se encuentra con su delimitación definitiva con Argentina. Por otro lado, contiene, el emblemático proyecto hidroeléctrico ‘Hidroaysen’. Estos datos, son claves desde la perspectiva geopolítica.

Desde la geopolítica clásica, que centra su análisis en la seguridad nacional, se puede indicar que una vez más hay cuestionamientos fundamentales, sí de esa lógica se trata, poco o nada se ha avanzado por afianzar la soberanía nacional, aunque sea en un mundo de globalización.

Desde la geopolítica crítica, que viene a centrar su análisis en una comprensión integral de las realidades geográficas, sociales, políticas, tampoco se avanza mucho. Un ejemplo, es la obstinación de instalar el proyecto ‘Hidroaysén’, desde una lógica privada y atentatoria de los equilibrios ecológicos. Cabe indicar que el primer punto tiene que ver con la gestión de energía, que como bien estratégico para cualquier estado nacional o sociedad nacional, sólo se encuentra regulada por el Estado en su generación, transmisión y distribución, sin tener un rol más protagónico, por ejemplo en la inversión, sin perjuicio de lo que realiza ENAP. Por otra parte, el agua, un bien estratégico para cualquier estado o sociedad acá es también es privada. Ni la geopolítica clásica ni la crítica, pueden explicar ello.

Así las cosas, esta geografía de la multitud que hoy emerge en Aysén junto con cualquier interpretación geopolítica clásica o crítica, reclaman desde la teoría y la práctica de la política y lo social, esfuerzos genuinos para superar la atrofia de los desarrollos territoriales regionales, que no sólo le hacen mal a la seguridad nacional del Estado, sino que también a las personas que habitan aquellos espacios geográficos, sea en el desarrollo de sus individualidades o actitudes colectivas en pro de aumentar su calidad de vida, como nos indicaría la geopolítica critica.

Finalmente, qué bueno sería dejar de caracterizar estos hechos como ‘nuevos – viejos pendientes’, ya que lo óptimo, es caracterizar hechos como ‘nuevos – nuevos’, respecto del avance político, social, económico y cultural de una sociedad.

*Académico de la escuela de Ciencia  Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.

Artículo publicado en Cambio 21: Ver aquí – Artículo publicado en El Quinto Poder: Ver aquí