Bachelet, el PS de Chile y la Patria toda

Bachelet, el PS de Chile y la Patria toda

(*) Por José Orellana

Columna publicada en El Quinto Poder

Tras el Comité Central celebrado por el PS de Chile durante enero, quedó claro que se proyectará el trabajo del mismo en ser leal hasta el último día con su gobierno, como también resguardar su legado. Ambas tareas no tienen mucho de novedoso, aunque siempre es bueno recordarlo y afirmarlo. Por otra parte, junto con sus diputados y senadores, el PS proyectará una función de oposición bisagra al interior de todos aquellos que se declaran oposición, como también a la hora de lograr acercamientos con el gobierno de Piñera, sea para abordar cuestiones republicanas o para negar votos por una cuestión política táctica o estratégica, también republicana.

Las tareas anteriores exigen a este partido político precisar y ejecutar ‘una’ que de vieja y obvia termina siendo nueva, como es el logro de un genuino programa de partido ‘ideológico’, ‘estratégico’ y ‘prospectivo’, por un lado; como de otro… un programa de gobierno o de coyuntura, que permitan acciones sobre las tradicionales tareas del mismo (representación política) y las nuevas (convivencia en clave de gobernanza con otras expresiones sociales que también representan), teniendo como telón de fondo el nuevo marco institucional en el que se mueve, sea por la nueva ley de partidos políticos y el nuevo y recientemente estrenado sistema electoral proporcional ajustado. Ello (programas), según indican varias y varios, es fundamental para fijar la identidad extraviada (no perdida), siempre tan necesaria para acciones concretas, sobre todo cuando de re encantar territorialmente a personas con espíritu de cambio, reforma o revolución. Base territorial, que ciertamente hoy también se construye desde las redes sociales, dimensión que sí o sí, se debe manejar en profundidad. Implica identificar ese nuevo territorio… el virtual.

Las columnas de opinión (como ésta), reportajes o análisis políticos, indican que la Presidenta Bachelet, tendrá una mayor presencia en el PS de Chile. Ello, debiese ser obvio, pero para que se dé, la pregunta es ¿cómo el PS de Chile le genera plataforma real para que ocurra y cómo ella, está dispuesta a usarla y fortalecerla como tal?, esto, dado que en el PS de Chile, nada es fácil entre sus diversas corrientes de opinión… es parte de su identidad, mientras que la Presidenta es patrimonio de todas, esto es, del Partido. Pareciera ser que la tienda partidaria, tras el fracaso en el logro de la elección de Guillier, aún tiene una amplia posibilidad de rearticulación vía programática (más que política y electoral), cuestión que no pasa sólo por las autoridades electas, sean éstas congresales, regionales, comunales y sus militantes de base, sino por el capital político, social, moral y ético que encarna la Líder Natural del PS como es Bachelet, que en sí misma, más nuestra cultura y régimen político presidencialista que nos organiza – hasta partidariamente – la erige como tal por su trayectoria, cuestión que se une a la fortaleza de cada una de sus reformas, sea en su primer mandato como en el segundo.

Bachelet, tiene la última gran tarea con la Patria… y no es preservar su legado solamente, sino que dirigir al PS de Chile en cuanto partido que debería ser capaz de replantearse vía nuevo Programa Partidario de Sociedad y Gobierno para una sociedad de aquí a unos 40 ó 50 años. Ello, debiendo sortear las resistencias de la parlamentarización de la política, no sólo del mismo, sino que de todo el sistema de partidos, más el inteligente y democrático diálogo con el movimiento social (en cualquiera de sus manifestaciones), siempre vital para rejuvenecer la política y lo político, y así, otros desafíos. Desde lo político y electoral Bachelet y el PS de Chile, deben territorializar su discurso y acción, siendo la próxima elección municipal el primer desafío, el cual se ejecutará en desventaja, sin gobierno que apoye las mismas.

(*) Geógrafo, Cientista Político, Doctor © en Estudios Americanos (IDEA, USACH) y docente UAHC