Ciclo de Conversatorios Constituyentes_Encuentro feminista advierte relevancia de retomar la libertad, igualdad y fraternidad en debate de género

El encuentro “Seminarios Constituyentes: la necesidad de una Constitución Feminista”, organizado por la Escuela de Derecho UAHC, este diálogo busca relevar la necesidad de establecer una carta fundamental que no solo garantice igualdad en materia de género sino equidad y educación en DDHH.  El evento fue moderado por la profesora Silvana Del Valle, Directora de la Escuela de Derecho UAHC, y contó con la participación de Isabel Plaza Lizama, coordinadora del Observatorio en Educación en Derechos Humanos UAHC y las abogadas y activistas Camila Troncoso y Pola Montoya.

Isabel Plaza abrió el debate planteando que la sola pregunta acerca de la necesidad de tener una Carta Fundamental feminista ya contenía la respuesta, pero que el desafío pendiente era “cómo integrarlo aún más en nuestra sociedad”. Al respecto, afirmó que pese a existir una composición paritaria en la Convención Constituyente, no se puede relativizar el componente de género, por eso debe haber representantes feministas que permitan implementar la educación integral en DDHH. “El horizonte utópico debe ser como el de la Constitución Plurinacional Boliviana que garantiza la descolonización, despatriarcalización y fortalecimiento de la cultura”, agregó.

Por su parte, Camila Troncoso realizó una aproximación a las razones por las que deben ser removidos los elementos patriarcales y androcéntricos de la Constitución de 1980. En su alocución, aseguró, “No todos somos iguales, pues esta protección responde sólo a un tipo de sujeto: hombre, blanco y heterosexual”. Luego señaló que “Las constituciones liberales solo garantizan una igualdad formal. No obstante, en la práctica existe una discriminación institucional que impide que se puedan ejercer derechos fundamentales en igualdad de condiciones para las mujeres, disidencias sexuales y migrantes”.

Una solución probable, a juicio de Troncoso, es garantizar algunos principios fundamentales como un Estado no-subsidiario sino social, plurinacional y que ponga la vida en el centro. Además debería incluir igualdad sustantiva de género, paridad en todos los órganos colegiados y derecho a la salud sexual y reproductiva, entre otros.

(*) Por Roberto Karmelic