Comunicado Equipo Académico – Escuela de Trabajo Social
Frente al masivo estallido social iniciado por grupos de estudiantes secundarios, que se ha expresado de manera diversa, en movilizaciones callejeras socialmente transversales en todo el territorio nacional, queremos comunicarlo siguiente:
- Consideramos que estas movilizaciones son expresión legítima de un malestar profundo de la sociedad chilena, acumulado, contenido por años frente, a un sistema económico y político extremadamente injusto que generó profundas desigualdades y violencia estructural.
- Repudiamos de manera enfática, el enfrentamiento de esta situación por parte del gobierno con la instalación de un Estado de Emergencia, la Represión brutal y la gravísima violación de los derechos humanos de la población civil que ha manifestado su legítimo descontento. Manifestamos que los asesinatos, las torturas, las desapariciones, la violencia física, sexual y psicológica, las detenciones ilegales, perpetradas por agentes del Estado no puede quedar impune y frente a ellas exigimos verdad y justicia.
- Consideramos que la pretensión de salir de este conflicto con una “agenda social”, que profundiza el modelo neoliberal y fortalece el rol subsidiario del Estado, da cuenta de la falta voluntad política del gobierno de llevar cabo las transformaciones que el pueblo de Chile requiere.
- Creemos que es necesario abogar por un abordaje estructural de la crisis, para lo cual resulta necesario fortalecer la sociedad civil y sus organizaciones, de manera de generar las condiciones para una asamblea constituyente que nos permita pensar el país que queremos, darnos un nuevo marco constitucional, para hacer efectiva una sociedad con mayor justicia redistributiva, de reconocimiento y de representación, lo que implica necesariamente la transformación del modelo liberal actualmente vigente.
- Creemos que este momento abre por primera vez en la historia de Chile, la oportunidad de que podamos construir colectivamente con participación ciudadana sustantiva, el marco que rige el país generando un trato social, en el que tengan voz y se articulen las diversas luchas sociales.
Frente a este contexto, pensamos que el Reconocimiento a la Dignidad Inherente a la Humanidad; la Promoción de los Derechos Humanos, de la Justicia Social y de la Autodeterminación de los pueblos; la participación sustantiva y la solidaridad son principios éticos de nuestra profesión que deben estar presentes en las lecturas y en las prácticas en disputa en el actual contexto del país.
Creemos que la situación de convulsión social es la punta del iceberg de un proceso que no puede volver atrás, lo que abre una oportunidad también para resignificar nuestras concepciones y prácticas en una universidad como la nuestra, con profunda vocación pública, lo que implica revisitar el papel que deben jugar en conjunto el mundo académico, estudiantil y su vinculación con la sociedad frente a esta situación de crisis generalizada de trasfondo estructural, remirándonos y abriéndonos a la reflexión de las diversas experiencias de movilización y lucha desarrolladas por los distintos actores. Lo anterior, interpela particularmente las lecturas de realidad y prácticas del trabajo social y por ende la necesidad de generar aprendizajes situados en nuestra disciplina.
Por todo lo anterior, convocamos a la comunidad de nuestra Escuela, profesores y estudiantes a reunirnos, compartir percepciones, miradas, experiencias, sentires y lecturas de los sucesos a fin de ir construyendo nuevas líneas de pensamiento- acción respecto al quehacer profesional actual para desde allí, interrogar e interpelar la dimensión política de la formación académica.