Con conferencia de la socióloga María Emilia Tijoux_Reflexiones sobre racismo y migración abordan política estatal de “ordenar la casa”
“Elementos para la reflexión sobre el racismo en Chile” se tituló el conversatorio que inauguró el año académico de la Escuela de Psicología de la UAHC y que contó con la presencia de la doctora en Sociología María Emilia Tijoux. La académica que ha realizado variada investigación sobre el tema de la migración en Chile, abordó esta coyuntura a partir de diversas perspectivas como las políticas sociales del gobierno y otros aspectos culturales relevantes, en el contexto de los efectos de la Ley Migratoria tendiente a “ordenar la casa”, según el gobierno de Piñera.
Tijoux, inició su intervención situando el tema en relación a lo que hoy vive el país en términos de migración. Se trata dijo, de una discusión sobre la nueva Ley Migratoria del gobierno de Sebastián Piñera, que según indicó, tiene 38 artículos racistas y que ella en lo personas se encuentra en proceso de análisis junto a otros especialistas jurídicos.
La especialista de la U. de Chile dijo que el proyecto de Ley es peor que el Decreto firmado en el año 1975 por los cuatro miembros de la Junta Militar y deja más desamparadas y desamparados a los migrantes que en esa época. “La discusión sobre esta ley se inserta además en un contexto sobre visados diferenciados y donde un inmigrante haitiano debe pedir la visa en su país de origen para venir a Chile y además en un contexto de selección de personas al interior del mundo migratorio y expulsiones bajo el nombre extraño de ‘retorno voluntario’, para que no puedan regresar a Chile en 9 años”, argumentó la académica de la Universidad de Chile.
La especialista criticó además la cantidad de estudios cualitativos y cuantitativos que se hacen sobre la población migrante, en el campo de la economía, la sociología y el derecho, para saber todo sobre ellos y ellas y podamos, dijo, tenerlos como objeto de estudio durante varios meses y años, cuando en realidad se trata nada más ni nada menos que de nuestros vecinos. “Se trata de peruanos, bolivianos, ecuatorianos y aquellos que pertenecen a los países donde vamos de vacaciones… Colombia, República Dominicana, Venezuela y por supuesto que en Haití no ponemos ni un pie, puesto que se nos ha dibujado como un país terrible”, argumentó Tijoux.
“El cuerpo nos anuncia de manera mucho más clara lo que es el racismo desde el punto de vista de los sentidos”, explica sobre un incómodo momento ocurrido en un jardín infantil en el que una actividad multicultural y gastronómica presentó varias preparaciones de distintos países. “Esta intención multicultural tan terrible y racista de que todas las comunidades quedó de manifiesto y presentes a la hora de ir a probar estas comidas. “¡Que rico!”, decía la gente, “vamos a comer gratis el ají de gallina, la comida colombiana, la comida dominicana, arepas venezolanas”, etcétera. Pero, ¿saben cuál fue la única comida que la gente no probó? la haitiana. Si esto ocurrió en un jardín infantil, entonces pienso como somos capaces de hacer algo tan brutal y violento?”, señala Tijoux, quien también es coordinadora de la Cátedra Racismos y Migraciones Contemporáneas y lidera diversos proyectos entre los cuales Proyecto Anillos, Proyecto FONIS, Proyecto Ecos-Conicyt además de proyectos internos de la U. de Chile.
Finalmente la académica citó al filósofo y sociólogo alemán Georg Simmel quien dijo: “El inmigrante llega para quedarse”. Sobre esto, añadió que la persona que viene de otra latitud a nuestro país como migrante no es un turista, no es un estudiante, no es un contratado para una empresa famosa. La necesidad de estadía, lo obliga a aceptar la certeza de sus diferencias hasta el punto que “lo inmigrante” se le incrusta en el habitus que lo obliga a callar, aceptar desprecio, insultos, adaptarse a ese terrible rol de trabajador sumiso, sometido y disponible.