
Contrario a supuesto original de las cuarentenas_Docente de la Academia advierte sobre abrupta baja en número de nacimientos durante la pandemia

Según cifras del Registro Civil, el número de niños nacidos en los dos primeros meses del año llegó a 27.631, cifra que en 2020 fue de 34.065, es decir, se puede plantear como otra secuela de la pandemia esta abrupta caída de la tasa de natalidad: la más baja de los últimos 10 años.
Para explicar esta abrupta baja, se pueden formular varias hipótesis, dice el sociólogo José Olavarría, doctor en Ciencias Sociales y académico de la Escuela de Sociología de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, pero el miedo de la pareja a lo que vendrá en cualquier momento en un escenario de crisis social y sanitaria es relevante. “El virus es un agente incontrolable para las personas”, asegura.
Hay varias razones para explicar este fenómeno. Sin embargo, una de las claves ha sido la desaceleración económica que generó la pandemia, que tiene el potencial de afectar las intenciones de tener hijos, ya sea respecto de cuándo tenerlos o de cuántos. Con la inestabilidad laboral, pérdida de trabajo y las diversas formas de precariedad que adquieren fuerza con esta pandemia, señala Olavarría, “¿quién se anima a tener un hijo? Eso de que vienen con la marraqueta debajo del brazo es pasado”.
Las regiones que presentaron las mayores caídas en la natalidad en 2020 de acuerdo al análisis fueron El Maule (-10,3%), La Araucanía (-10,1%) y la Región Metropolitana (-9,8%). Entre otras variables sobre esto ultimo se cuenta la alta correlación entre los niveles de educación y las cifras de natalidad como efecto de un mayor acceso a la educación en la población.
Olavarría apunta a otro factor para explicar esta baja: el hacinamiento familiar, que las cuarentenas desnudaron con más nitidez. Explica que para una proporción importante de las parejas, ello acarrea un aumento de las tensiones y conflictos. Aquello, más la falta de recursos, y en muchos casos la dificultad para gestionar e intentar resolver sus conflictos, ha implicado la presencia creciente de violencia doméstica y, por tanto, de la imposibilidad de tener hijos. La cuarentena, el toque de queda, las dificultades para acceder a la compra de alimentos y enseres de primera necesidad, en muchos casos, sostiene Olavarría, impide siquiera hablar de intimidad sexual.
Artículo publicado en La Tercera