Declaración Pública

Declaración Pública

Desde su origen, a mediados de los años 70, nuestra institución, primero como Academia de Humanismo Cristiano y luego universidad, ha sido una comunidad de académicos, estudiantes y funcionarios, con carácter pluralista, participativo y laico, que busca contribuir de manera crítica al desarrollo del pensamiento, la cultura y la formación continua de profesionales comprometidos con los derechos humanos, la tolerancia, la democracia y la justicia social. A la vez que aspira a constituirse en un espacio que favorezca la integración social, dándole oportunidades de acceso a la educación superior a estudiantes trabajadores e hijos de familias de trabajadores que posean las competencias mínimas exigidas.

La Universidad, siendo fiel a estos principios, se encuentra en un permanente proceso de ampliación de su democracia interna y de mejoramiento de sus instancias de dirección y gestión, con la participación de todas sus unidades y estamentos: Directorio, Consejo Superior, áreas, escuelas, académicos, estudiantes y personal administrativo.

Las reivindicaciones sobre la educación pública que se han estado debatiendo este último tiempo, las demandas de los estudiantes y sus movilizaciones, han sido apoyadas desde un comienzo por esta casa de estudios porque corresponden a la agenda que ha guiado su accionar, esto es, una educación superior democrática, integradora e incluyente de las diferencias sociales, de excelencia académica, con sentido público y sin fines de lucro.

En este contexto de debates nacionales y de definiciones de políticas públicas, nuestra universidad quiere compartir su opinión sobre los siguientes temas:

1.Educación pública de calidad: nuestro apoyo irrestricto a todas las propuestas tendientes a reforzar la educación pública de calidad en todo el sistema educativo, desde la etapa preescolar hasta la educación superior. Se requiere recuperar el sentido de bien público de la educación y permitir que cada ciudadano de este país reciba una educación de calidad garantizada por el Estado. Por ello, apoyamos todas las políticas orientadas a aumentar significativamente los recursos económicos para darle sustentabilidad a este requerimiento.

2.Educación sin lucro: La función pública de las universidades privadas está en cuestión. La presencia de grandes empresas está transformando la educación universitaria en un nicho de negocios y sus dinámicas asociadas al lucro están haciendo trizas los fundamentos de las universidades y de la educación superior. Nuestra trayectoria ha sido coherente con su orientación fundacional ya que somos una auténtica institución educacional privada sin fines de lucro. Esta es una universidad constituida por corporaciones y organizaciones de la sociedad civil; todos sus ingresos son destinados a financiar las actividades de la institución y a mejorar su infraestructura. Por sus estatutos no es posible la transferencia de excedentes para beneficio personal o institucional de los integrantes del Directorio. Este rasgo se funda en nuestra misión y visión: estamos por una educación de excelencia, integradora, sin fines de lucro y con sentido público.

3.Aseguramiento de la calidad de la educación superior y acreditación: los procesos de acreditación generados estos últimos años han mostrado tanto sus beneficios como sus limitaciones. Corresponde en la actualidad evaluarlos y modificar aquello que permita reforzar un real aseguramiento de la calidad de la educación y que goce de legitimidad y credibilidad en la sociedad.

4.Equidad en el acceso a la educación: el malestar expresado por los estudiantes secundarios y universitarios visibiliza la fuerte inequidad que se ha ido generando en el actual sistema educativo. La segmentación social se ha profundizado y las diferencias sociales se han agudizado. Para nuestra universidad el sistema de apoyo financiero a los estudiantes debe modificarse por uno que garantice el ingreso en condiciones de igualdad y que permita que el Crédito con Aval del Estado para los estudiantes de las universidades privadas sin fines de lucro tenga similares intereses y condiciones que el Fondo Solidario.

5.Participación efectiva de la comunidad universitaria: la calidad del servicio educativo está muy vinculada a la calidad de la comunidad universitaria que lo sustenta y a su participación. Académicos/as, estudiantes y personal administrativo deben participar en la generación de las autoridades universitarias, afianzando la solidez de esta comunidad universitaria. Las actuales demandas sobre la participación triestamental en el desarrollo institucional universitario se fundan tanto en la tradición de nuestras universidades como en las nuevas miradas sobre gestión institucional. Nuestra universidad está disponible para hacer estos cambios y mejorar lo ya avanzado. Por lo mismo, nuestra casa de estudios rechaza con firmeza las acciones que, cubriendo su rostro, llevan a cabo personas encapuchadas. Dichas conductas constituyen un símbolo de extrema violencia hacia la propia comunidad universitaria y una grave ofensa a los derechos humanos.

Por todo lo anterior, nuestra universidad se suma a esta oportunidad histórica en que nos encontramos como sociedad y se pone a disposición de aquellos que, en conjunto, queremos aportar para el logro de una educación de calidad para nuestros ciudadanos. De este modo, ejercemos el derecho a hacer oír nuestra voz en este necesario y decisivo debate nacional donde todos los actores (estudiantes, académicos, funcionarios, parlamentarios, partidos políticos, organizaciones sociales) tenemos legítimas contribuciones que hacer. Esperamos que nuestros gobernantes así lo entiendan.

Rectoría
Consejo Superior Universitario