DECLARACIÓN PÚBLICA_Sobre el anuncio de Carabineros por cese en el uso de balines
DECLARACIÓN PÚBLICA
Sobre el anuncio de Carabineros por cese en el uso de balines
Desde el inicio de las movilizaciones sociales y la decisión del gobierno de declarar estado de excepción fuimos enfáticos en exigir el respeto irrestricto a los Derechos Humanos, mientras veíamos con estupor el uso desmedido de la fuerza por parte de las Fuerzas Armadas y de Orden, con decenas de heridos ya en los primeros días.
El grave daño provocado a nuestro estudiante Gustavo Gatica por el accionar de Carabineros –que se sumaba a varios otros casos de estudiantes de la UAHC- nos llevó a iniciar una urgente campaña para exigir el término inmediato del uso de balines como forma de represión. La situación a esa altura se hacía insostenible y el Gobierno callaba.
Pese al primer anuncio del General Rozas respecto de que restringiría el uso de balines sólo a casos extremos (anuncio vacío, ya que el protocolo de Carabineros acota su aplicación a situaciones específicas de grave riesgo para los funcionarios), vimos cómo tristemente se siguieron repitiendo los casos, varios de ellos de suma gravedad.
Junto con rectores de distintas universidades interpusimos un recurso de protección para exigir el término del uso de balines, que estaba afectando particularmente a nuestros/as estudiantes. La presión ciudadana y académica aumentó (nuestra declaración #NoMasBalines registra más de 700 firmas de académicos y académicas de distintas partes del mundo)
La Universidad de Chile alertó sobre la composición de los balines (80% metales), el Colegio Médico lo denunció, la CIDH, el INDH, pero el gobierno no quiso escuchar, transformando las lesiones oculares en una “catástrofe sanitaria”, dejando a Chile con el triste record mundial en este tipo de agresiones por parte del Estado.
Luego de 32 días de movilizaciones, con un saldo de cerca de mil personas heridas y brutalmente reprimidas, 211 con trauma ocular severo y 33 de ellas con pérdida total de la visión del ojo afectado, la autoridad de Carabineros anuncia la suspensión del uso de balines y perdigones “como conducta de prudencia”.
Esperamos que la medida evite que más de nuestros y nuestras jóvenes (el principal grupo afectado) queden ciegos, pero para todos/as los/las afectados/as la medida llegó demasiado tarde y sin certezas de su aplicación. Los hechos corroboran nuestra desconfianza:
El 11 de noviembre, el Director General de Carabineros señaló que los que dispararon a Gustavo Gatica estaban identificados, que se habían recabado todos los antecedentes y puesto en conocimiento del Ministerio Público, además de anunciar un sumario interno. Dos días después se filtró un audio –confirmada su veracidad- donde aseguraba a sus funcionarios: “a nadie voy a dar de baja (…) aunque me obliguen”.
El abogado Carlos Gajardo señala además que la información sobre los responsables del ataque a Gustavo que anunció el General Rozas no está en el expediente.
La institución de Carabineros, junto a otras del Estado, enfrenta un serio problema de credibilidad ciudadana, que exige una refundación que implique –entre otros aspectos- la revisión de sus protocolos y la formación de sus funcionarios, para que respondan a los más altos estándares internacionales, a fin de que estos hechos nunca más se vuelvan a repetir.
Insistimos en que esta forma de represión que viola los DDHH es una política de Estado, y no el accionar “imprudente” de algunos Carabineros que se saltaron la norma; y sus consecuencias son de tal gravedad que no podemos menos que exigir la renuncia del General Director de Carabineros, Mario Rozas, y una investigación seria e independiente de la institución que determine las responsabilidades y aplique las sanciones correspondientes.
No es posible construir un nuevo pacto ni los cambios que el país necesita sobre la base de la impunidad.
Álvaro Ramis
Rector UAHC