“Del derecho a ser oídos a la escucha de lo infantil”_Especialistas del psicoanálisis evalúan rol del portavoz en el diálogo con niños
El taller “Del derecho a ser oídos, a la escucha de lo infantil” convocado por el Diplomado en Infancia e instituciones públicas y dictado por el Foro Analítico Metropolitano de Santiago y la Escuela de Psicología de la UAHC reunió a un amplio grupo de profesionales bajo el interés de propiciar espacios en donde se dialogue sobre aspectos comunes de un tema relevante para la infancia y cuidadores. “Se vehiculizaron diversas preguntas con respecto a los enigmas que nos enfrenta nuestro quehacer, y las respuestas desde ahí realizadas en conjunto en un encuentro que permitió movilizar preguntas en torno a aspectos centrales desarrollados en el diplomado “Infancia e Instituciones públicas, propuestas desde la clínica psicoanalítica”, cuenta la psicóloga y docente Lorena Álvarez.
Como el título del taller indica, se trató el cruce y tensión requerido entre el “derecho a ser oídos” y los modos posibles de ubicar diversos tipos de escucha a lo infantil, enfoques que implican diferencias radicales a nivel ético en torno a entender el lugar de un portavoz de los derechos de otro, agrega.
“A su vez, revisamos los múltiples discursos que dicen de la infancia y formas de operar en éstos, para lo cual fue fundamental detenernos en qué entendemos por inconsciente, con las implicancias prácticas que esto tiene, más aún en la interrogante de qué lugar darle al psicoanálisis en dispositivos públicos”, sostiene.
El taller finalizó con la revisión y producción grupal en torno a viñetas clínicas, donde Nicole Henriquez, Luis Mendoza, Claudio Reyes y Álvarez, evaluaron una producción conjunta y experiencial frente a la temática desarrollada. Es decir, posibles respuestas al debate sobre ¿qué voces hablan a los niños y niñas hoy? o ¿cómo habilitar modos posibles de escucha a los niños y niñas pese a la multiplicidad de voces que les hablan?, explica Álvarez sobre una disciplina que eventualmente puede invisibilizar la protocolarización del malestar que delimita cada institución, o las múltiples voces que hablan en pro de accionar este derecho a ser oídos.