Destacado sociólogo peruano aborda raíces culturales de Sendero Luminoso
Invitado por el Departamento de Estudios Generales de nuestra universidad, el sociólogo peruano Gonzalo Portocarrero, dictó la conferencia “Profetas del odio. Raíces culturales y líderes del Sendero Luminoso”.
Portocarrero, docente de la Universidad Católica del Perú, es autor del libro “Profetas del Odio”, el cual mediante diversos ensayos analiza la figura de Abimael Guzmán, la sociedad peruano-ayacuchana y los métodos de persuasión que contribuyeron al surgimiento de la insurrección senderista.
El sociólogo, explica que uno de los factores determinantes que conllevaron al nacimiento de Sendero Luminoso, tiene su origen en los años 60′, donde acontecimientos que se daban en otros países como China y Francia, influían y convencían a la población, principalmente a los más jóvenes, de que un nuevo orden era posible.
En el Perú, dicha influencia traspasada principalmente a través de las aulas, llegó muy fuerte a Huamanga. En ese lugar se encontró con una sociedad en donde predominaban profundos odios y resentimientos.
Es precisamente esta rabia acumulada y canalizada por Sendero Luminoso lo que según el sociólogo, “genera la lucha armada en torno al feudalismo y la lucha campesina de las tierras hacia un gobierno fuerte y autoritario, con un gran componente artístico y emocional”.
Portocarrero enfatiza el trasfondo prehispánico de Sendero (en relación a la rigidez de la cultura campesina), en contra del capitalismo incipiente del resto del mundo. Siendo, sin embargo, una compleja combinación entre elementos tradicionales de la sociedad peruana con ideales de modernización social uno de los factores explicativos más importantes para su surgimiento.
El maoísmo, matriz ideológica de la que se nutrió Sendero, se habría superpuesto a un sistema de creencias de origen tradicional, que propició la propagación de una obediencia ciega entre los seguidores de Abimael Guzmán. Todo lo que era defendido por Guzmán se encontraba fuera de toda crítica posible y por eso Portocarrero lo entiende como un personaje mucho más cercano a un líder religioso que a un líder político.
Según los datos entregados por Portocarrero, tras 20 años de conflicto armado (1980-2000) entre el Estado peruano y Sendero Luminoso, alrededor de 70 mil fueron las víctimas fatales, de ellas un 70% corresponden a indígenas.