Dictadores y millonarios: Caudillos latinoamericanos de la década del cincuenta

Dictadores y millonarios: Caudillos latinoamericanos de la década del cincuenta

(*) Por Tomás Moulián

Columna publicada en La voz de los que sobran

En este articulo me voy a referir a los caudillos de la década del cincuenta en Latinoamérica. Partiré con la ficción, pues se han publicado importantes novelas sobre ese tema.  Algunas de ellas son “Conversación en la Catedral” de Mario Vargas Llosa, la que sucede durante la dictadura de Manuel Odria, siendo publicada en 1969; otra es “Recurso del método” de Alejo Carpentier de 1974; también “Yo, el supremo” de Augusto Roa Bastos, la que se refiere al dictador paraguayo Doctor Francia y es publicada también en 1974; además hay que considerar “El otoño del patriarca”, la historia de García Márquez que habla de un viejo dictador que gobierna por cien años, publicada en 1980. Además hay que agregar “La consagración de la primavera” de Alejo Carpentier donde se analizan las dictaduras de Batista y de Pérez Jiménez, publicada en 1978.

La novela de Vargas Llosa narra minuciosamente la estrategia represiva de la dictadura de Odria, a través del personaje Cayo Bermúdez. Voy a referirme a cuatro dictadores de la década del cincuenta. Ellos son Manuel Odría, Gustavo Rojas Pinilla, Marcos Perez Jimenez, Fulgencio Batista y Leonidas Trujillo. Gobiernan Perú, Colombia, Venezuela, Cuba y República Dominicana respectivamente.

Empezaré refiriéndome a Manuel Odria quien gobernó Perú entre 1948 y 1956. Durante su gobierno reprimió a sus adversarios, especialmente a los militantes del Apra, lo cual obligo a Víctor Manuel Haya de la Torre a asilarse en la embajada de Colombia, en la cual estuvo varios años. También suprimió numerosas garantías constitucionales.

Le tocó gobernar durante el periodo de la guerra de Corea entre 1950 y 1953. Los precios de los productos de exportación subieron, entre ellos el algodón, los metales, el azúcar.

También se desarrollaron algunas medidas progresistas, como la creación del ministerio del Trabajo y de construcciones escolares. En los ministerios Odria nombró a numerosos militares, aunque con un ministro del Interior civil, quien dirigió la represión. En todo caso Odria y su familia se enriquecieron.

En 1956 se convocó a elecciones, en las cuales no se presentó el dictador. El Apra estuvo impedido de participar, pero negoció sus votos con uno de los candidatos, Manuel Prado, quien ganó la elección. El otro dictador que se analiza es Gustavo Rojas Pinilla, quien gobierna Colombia entre el 13 de junio de 1953 y el 10 de mayo de 1957.

Este personaje es militar e ingeniero civil y le toca gobernar algunos años después del asesinato de Jorge Eliecer Gaitán en 1949. Llega al poder a través de un golpe de estado, en medio de una situación crítica de violencia que enfrentaba a liberales y conservadores. Un golpe aprobado por la elite política.

Rojas Pinilla logra pacificar a algunos grupos guerrilleros, pero se enfrenta con el Partido Comunista al cual declara fuera de la ley. También se enfrenta con estudiantes a causa de la muerte de uno de ellos. El régimen realiza una persecución religiosa contra el protestantismo; usa la doctrina social de la iglesia y crea una radio con propaganda católica.

Impulsó algunas importantes obras de infraestructura, como el Aeropuerto del Dorado y el Hospital Militar Central. Además en 1954 decide aumentar los impuestos, enfrentándose con la elite. Se produce un incidente en una plaza de toros, que afecta a su hija María Elena, generando numerosos muertos y heridos. También tienen lugar protestas en el valle del Cauca.

Finalmente, liberales y conservadores se oponen a la dictadura de Rojas Pinilla. El 10 de mayo de 1957 este acepta retirarse. Mucho más tarde, en 1970, se presenta a las elecciones presidenciales. Estas fueron muy reñidas y Rojas Pinilla realiza una acusación de fraude electoral, contra Misael Pastrana candidato de liberales y conservadores.

En todo caso a Rojas Pinilla se le reconocen 1.561.468 votos contra 1.625.025 de su adversario. El tercer dictador que analizo es Marcos Pérez Jiménez, quien gobierna Venezuela entre el 2 de diciembre de 1952 y el 23 de enero de 1958.

Se trata de un militar, quien es general de división del ejército. Fue nombrado presidente por la Asamblea Nacional Constituyente. Reprime a dirigentes del partido Comunista y Acción Democrática, organización dirigida por Rómulo Betancourt. La base jurídica de esa persecución es la llamada ley de vagos y maleantes, dictada por Pérez Jiménez. Durante su gobierno, aumenta sustantivamente el precio del petróleo, por efecto de la guerra de Corea.

La buena situación económica permite la llegada de un gran número de inmigrantes. Además se realizan importantes obras de infraestructura, como autopistas, el teleférico de Caracas, la planta siderúrgica del Orinoco, bibliotecas y el Hospital universitario de Caracas.

También se aprueba una nueva constitución, en la cual se eliminan derechos sociales. En el terreno ideológico se elabora el llamado Nuevo Ideal Nacional, mezcla de conservadurismo, nacionalismo y políticas de libre mercado.

En 1957 se realiza un plebiscito para votar la continuidad del dictador. Lo gana, pero ningún grupo político importante lo reconoce. El 23 de enero de 1958 se produce un golpe estado que depone a Pérez Jiménez, quien se exilia en España. Diez años después es electo senador, pero fue descalificado

El otro dictador que analizo es Fulgencio Batista quien gobierna Cuba en dos ocasiones, la primera entre 1940 y 1944 y la segunda entre 1952, cuando depone a Carlos Prio Socarraz, hasta enero de 1959, funcionando como dictador. Durante su gobierno La Habana se convierte en un gran prostíbulo y en un enorme casino. El dictador se vincula con el crimen organizado, alentando los juegos de azar.

Las empresas estadounidenses son favorecidas y sus ganancias aumentadas. Asimismo, el país del norte exporta armas a Cuba para la defensa de la dictadura. En todo caso la oposición funciona. El 26 de julio de 1953 se produce el asalto al Cuartel Moncada. Este es fácilmente derrotado y algunos de sus propulsores son arrestados, entre ellos Fidel Castro. Además el dictador suspende las garantías constitucionales.

El 4 de abril de 1956 se produce un intento de golpe de estado. Este fracasa porque algunos dirigentes son delatados.

Por ello se produce una purga en el ejército. Batista reprime y tortura, pero no le alcanzó para derrotar a la guerrilla, la cual se apodera de algunas provincias. El 1 de enero Batista renuncia la presidencia. En esa misma fecha Fidel Castro entra a La Habana.

El dictador depuesto huye del país, primero a República Dominicana y luego a España. En 1973 muere de un infarto. El último dictador que analizo es Leónidas Trujillo, quien gobierna República Dominicana entre 1930 hasta su asesinato el 30 de mayo de 1961, la dictadura más larga entre las estudiadas.

También una de las más sangrientas de América Latina. Sobre ella se han escrito varios libros. Entre ellos sobresale la novela de Mario Vargas Llosa “La fiesta del Chivo” publicada el 2000. también se puede señalar el relato de Manuel Sánchez Montalbán denominado “Galindez” y los libros de cuentos de Juan Bosch.

En esa dictadura las libertades civiles fueron inexistentes. Muchas muertes de opositores eran planteadas como accidentes. Por ejemplo, se asesina, capturándolo en New York, a Jesús de Galindez. también se ultima a las hermanas Mirabal, opositoras a la dictadura. Mueren cerca de cincuenta mil personas, con miles de haitianos asesinados. Además se favoreció a las fuerzas armadas. El personal militar fue mejor pagado que los trabajadores normales.

Trujillo creo un importante monopolio empresarial, amasando una gran fortuna, calculada en 800 millones de dólares de esa época. Era una enorme cantidad. Se enfrentó con los gobiernos de Betancourt en Venezuela, Arévalo y Arbenz en Guatemala, Grau San Martin en Cuba y Figueres en Costa Rica.

El 24 de junio de 1960 se realiza el intento de asesinato de Rómulo Betancourt por parte de la dictadura de Trujillo. Después de ese episodio la OEA pide romper relaciones con su régimen. El 30 de mayo de 1961 el dictador es ajusticiado por un grupo de adversarios, entre ellos un teniente del ejército. Casi todos ellos fueron asesinados por orden de Ramfis Trujillo, solamente sobrevive el ahora general Imbert Barrera.

Luego del asesinato del dictador se realizaron elecciones el 20 de diciembre de 1962. Gana Juan Bosch con 59.5% de los votos. Dura muy poco tiempo en el cargo, pues es víctima de un golpe militar. Odria, Rojas Pinilla, Pérez Jiménez, Batista y Trujillo son algunos de los dictadores de los años cincuenta del siglo XX. Son caudillos que violan los derechos humanos y algunos de ellos amasan grandes fortunas.

(*) Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanidades 2015, académico carrera de Sociología UAHC