Diversos actores debaten sobre desarrollo local y participación ciudadana
La participación ciudadana como mecanismo efectivo de desarrollo local, fue el tema abordado por diversos actores en el seminario “Desarrollo local, Participación ciudadana y Democracia”, organizado por la Escuela de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de nuestra Universidad.
Pablo Zúñiga, director de la Escuela de Ciencia Política, manifestó que es primordial “apoyar el fortalecimiento de la democracia a nivel local. Son los gobiernos locales los que deben sensibilizar a los poderes sobre sus necesidades particulares, dada la dotación absolutamente centralista que tiene el país, es decir, si la sociedad civil local no se organiza, las problemáticas más sensibles difícilmente serán tomadas en cuenta por los gobiernos centrales”.
En ese sentido, Rodrigo Gangas, docente de la misma Escuela, analizó la nueva ciudadanía que ha emergido en el último tiempo y cómo está se plantea con mayor fuerza y con mayor grado de incidencia.
“Estamos siendo testigos de un proceso de cambio importante en la sociedad chilena, ya que si bien la participación tradicional va en descenso, eso no quiere decir que la gente participe menos; lo que uno observa es que igual hay participación, pero una participación que consideramos como no institucional, no tradicional y que se desarrolla en márgenes y lógicas completamente distintas a lo que el sistema político definió en la transición. Lo que se vive en Chile hoy es todo lo contario. La participación de la ciudadanía se está desarrollando en otros márgenes, por ende, nos lleva a reflexionar no solo en que estamos en una participación distinta, sino en una democracia distinta”.
Para Gangas, “hay algunas características que distinguen a esta nueva ciudadanía: más autónoma, que ha logrado en esta lógica de politización, espacios de autoeducación; la ciudadanía dejó de ser homogénea, y el reconocimiento del otro tiene que ser el punto de partida para identificar que es una ciudadanía que se define desde la base de la diversidad; desarrolla nuevas formas de participación, que busca reapropiarse del espacio público de otra forma, no necesariamente del ejercicio electoral; tiene capacidad de construir discursos transversales de transformación estructural del sistema, no se queda con lo que el modelo le entregó, e instala discursos de politización”.
Por su parte, Mario Rosales de la Asociación Chilena de Municipalidades, sostiene que “hay que pensar el mundo y actuar en el territorio”. Indica que “la sociedad civil está muy enojada y están pasando muchísimas cosas. Hay muchas organizaciones y ciudadanos que estamos tendiendo a empoderarnos. Lo que significa que de abajo para arriba debemos ir construyendo un mundo nuevo, y eso pasa por un tema cultural, que dice relación con que tenemos que aprender en los territorios a hacer gestión desde abajo, colaborando entre las distintas organizaciones, sentarse a conversar y ponerse de acuerdo”.
Agrega que “tenemos que controlar y regular este mercado local, lo que está empezando a pasar, pero muy tímidamente. Hay una serie de conductas que hacen ver cambios. Todo el mundo está de acuerdo con que hay que descentralizar, pero resulta que todos entienden la descentralización a su pinta. Algunos la ven desde la política, otros administrativa, etc. Y hablamos cosas distintas, en un diálogo de sordos. Somos partidarios de la descentralización, pero de la administrativa. Pelear por la descentralización y por el fortalecimiento de los gobiernos locales es fundamental para que haya participación”.
Una opinión similar tiene Manuel Marcarían, Alcalde de Municipalidad de Los Vilos, quien a través de un video dio a conocer su punto de vista sobre el tema. Contó sobre su experiencia en el sillón municipal desde el 2012, de cómo abrieron las puertas a la ciudadanía y la participación de la comunidad.
“Se gestó una cuenta pública participativa, que no fue un comienzo fácil, pero durante este tiempo ha ido aumentado la participación. Hoy, la gente las espera y entiende”, comentó. “La idea es que la participación ciudadana esté en todos los ámbitos del municipio. Es importante poder aunar la participación ciudadana con el desarrollo local, las autoridades no podemos avanzar solos con una visión de desarrollo para cada una de las comunidades, barrios y sectores. Para mí, si no hay participación de la comunidad no hay desarrollo local”, indicó el edil.
Desde otro frente, Carlos Solís, dirigente social comunal de Talagante y presidente del Consejo Comunal de Discapacidad del Municipio, entregó su visión de cómo los gobiernos locales “están en deuda” y cómo se han comportado con la población que presenta algún grado de discapacidad.
Comentó que están construyendo un plan de trabajo con políticas públicas participativas con estos fines. Explica que en 2015 realizaron un sondeo, el cual arrojó que un 40% de las personas que viven en Talagante dijo tener un familiar directo o cercano con algún grado de discapacidad. Si bien el municipio hablaba de menos del 10%, se hizo un segundo sondeo que arrojó el mismo resultado del 40%.
“Las estadísticas muestran que el mundo actual trabaja para las mayorías, siendo que los derechos humanos son para todas las personas. Dentro de los trabajos que hemos impulsado está visibilizar el tema de la discapacidad. La discapacidad se ve como un problema asistencialista, caritativo y nos vamos olvidando de las personas. Y ese es el cambio que queremos hacer. Ha costado lograr un cambio cultural, pero algo hemos avanzado, aunque no ha sido fácil. Los cambios no los hacen los alcaldes o las autoridades, los hacemos todos”.
Por su parte, Juan Domingo Milos, participante en la elaboración de la Ordenanza Municipal de Participación Ciudadana de Providencia y presidente Capitulo Chileno de Ombusdman, señaló que “falta una real voluntad por parte de la sociedad democrática de acoger efectivamente las expresiones de participación. No se quiere compartir la gestión pública, las decisiones. La ley actual de participación es un chiste”. Agrega que “queremos hacer cambios y que se consagre el derecho a la participación ciudadana, ya que en la ordenanza anterior no estaba estipulado como un derecho. Fuimos co-construyendo 16 instancias de participación posibles, pero cada una con obligaciones y plazos. Hicimos una ordenanza de participación y convivencia con enfoque de derechos, una participación pública y no meramente decorativa”.
Por último, María Teresa Carvajal, directora de CPDC, abordó el rol de las ONG en el desarrollo local. En ese sentido, manifestó que hay un sinfín de mecanismos que se han insertado en los territorios con el objetivo de generar instancias de participación. Se han gestado consejos ciudadanos, mesas de trabajo, planificaciones territoriales, escuela para líderes, dirigentes, jóvenes y estudiantes, con quienes se han abordado distintas temáticas con buenos y malos resultados, siendo la participación el tema más complejo al momento de introducir un proyecto a nivel municipal.
“Hemos trabajado en comunas y localidades en donde los alcaldes dicen directamente que no les interesa la participación. No nos interesa escuchar a la ciudadanía, así de claro fue lo que pasó en la comuna de Peñaflor, y tuvimos que retirar el proyecto, porque el dirigente que participaba era castigado de una u otra forma. Y muchas otras comunas que dicen tener la vocación de la participación no la tienen”, sostuvo Carvajal.