Dos años del Centro de Praxis Comunitaria El Castillo_La consolidación de un proyecto social que convoca a toda la Academia

Dos años del Centro de Praxis Comunitaria El Castillo_La consolidación de un proyecto social que convoca a toda la Academia

A dos años de que la Municipalidad de La Pintana entregara en comodato a la Academia las instalaciones para llevar adelante un Centro de Praxis Comunitaria en la población El Castillo la vinculación con el territorio de este proyecto se ha consolidado en una serie de intervenciones con el adulto mayor, niños y adultos. La iniciativa se gestó originalmente el año 2013 en paralelo a la creación del Magister de Praxis Comunitaria y Pensamiento Socio-político de la Escuela de Psicología, la cual ha administrado este proyecto que, a su vez, es parte del Modelo de Intervención Territorial a cargo de la Dirección de Vinculación con el Medio.

El centro, ubicado en calle El Ombú 03545, en la población El Castillo, tiene 1.853,84 M2 y una superficie construida de 168 m2 que la comunidad ya ha integrado como parte de su entorno y donde opera un Centro de Atención Psicológica (dependiente de la Escuela de Psicología) especializado en psicoterapia para niños, jóvenes y adultos, un Centro de Mediación Psicopedagógica integral (dependiente de la Escuela de Educación Diferencial) que trabaja con niños, jóvenes y adultos con dificultad de aprendizaje o que estén en situación de analfabetismo. La cesión de cinco años ha permitido proyectar un trabajo que, hasta ahora, ha facilitado una serie de procesos de formación con impacto mutuo para estudiantes, académicos y los habitantes del sector que es considerado uno de los más segregados del mundo, explica Andrés Durán, jefe de carrera de la Escuela de Psicología.

“Si bien trabajamos en la población El Castillo desde antes del comodato, hemos visto como se ha ido consolidando el trabajo con la población a través de talleres que permitan mejorar aspectos psicosociales de identidad, participación y organización comunitaria en comunidades como las de Padre Hurtado y la Villa Primavera, compuesta mayoritariamente por adultos mayores. Por otro lado, también en los últimos años, se ha realizado un programa de nivelación de estudios para que ciudadanos en situación de analfabetismo puedan sacar sus certificados de enseñanza básica”, cuenta Durán. Hasta ahora, a través de tres cortes, cada año cerca de treinta de estos adultos han obtenido sus licencias de educación básica, mientras otros sacaron su segundo, tercero o cuarto medio a través del trabajo de Praxis Comunitaria en el que participan estudiantes de la Escuela de Educación Diferencial.

Existe en la zona una comunidad llamada “Amo mi Castillo”, que reúne a cerca de treinta instituciones locales, entre ellas el Centro de Praxis Comunitaria, 12 jardines infantiles, dos escuelas, 2 Centros de Salud Familiar, juntas de vecinos y diversos servicios municipales. “En coordinación con este grupo de organizaciones se ha logrado crear una forma de trabajo transversal y sin jerarquías, donde cada institución trabaja desde su expertise con autonomía”, agrega Edward Toro, encargado territorial del Centro de Praxis Comunitaria desde sus inicios.

La red “Amo mi Castillo” también ha organizado actividades de visibilización por los derechos, de conmemoración del 11 de septiembre y la celebración de la navidad para los cinco mil niños y niñas de la población. Esta fiesta navideña contó con la visita del viejo pascuero, pintacaritas, juegos y, para los padres, un cierre con el grupo La Noche. “En otros aspectos más concretos, la red integra el trabajo interdisciplinario para que, por ejemplo, los equipos de salud que trabajan con adultos mayores o los de educación que trabajan con niños y adultos sin escolarización, cuenten con una mirada académica y otras perspectivas como las que podemos darles nosotros respecto a la producción de conocimiento y su trabajo en terreno, explica Durán.

En ese apartado de fortalecer otros procesos, el psicólogo señala que es común que los profesionales del área social cuenten con mucho trabajo y poco tiempo para pensar en soluciones y proyectos para apoyar a sus sujetos. Ante esto, los encargados del Centro de Praxis Comunitaria realizan talleres donde estos voluntarios pueden reconocer buenas prácticas para replicarlas y otras que puedan ser modificadas.

Una convocatoria social

El profesor Durán entrega más detalles sobre el trabajo realizado en El Castillo, en particular el realizado con las personas mayores que viven en los controversiales hogares tutelados del gobierno donde son reunidos ancianos y ancianas de diversas comunas que no cuentan con una red familiar). “Recordemos que son personas abandonadas por las instituciones, por sus familias y una sociedad que considera al adulto mayor como algo improductivo. Esa es una mirada que hay que cambiar a través de este tipo de iniciativas y el reconocimiento de ellos como actores claves de una sociedad más democrática”, reflexiona.

Por otro lado, el trabajo que se realiza con los ancianos incluye la implementación de talleres comunitarios en los que se identifican diagnósticos y se fortalece la autoestima de los más viejos. Para ellos, los estudiantes en práctica realizan juegos y dinámicas donde los reúnen con otros jóvenes y se pone en juego un reconocimiento intergeneracional y del valor de las personas mayores. En este espacio, ellos pueden transmitir experiencias y los jóvenes de El Castillo expresar sus intereses a una generación que no siempre es parte de ese diálogo.

Desde la Dirección de Vinculación con el Medio de la Academia, valoran que este tipo de inserción territorial crezca en sintonía con las necesidades de la comuna. “En particular dentro de un contexto donde se evidencia una permanente violencia estructural producto de la segregación y la exclusión que experimenta esta población. En tal sentido, la posibilidad de avanzar hacia una intervención social inclusiva en contextos complejos, representa un enorme desafío para la Academia cuya misión y visión están en coherencia también con las necesidades y sentires de las personas que habitan este territorio”, señala la responsable de DIVIM, Karolyn Funke.


La trabajadora social formada en la UAHC señala que la influencia del Centro de Praxis Comunitaria impacta mutuamente a la comunidad y a la universidad, enriqueciendo el quehacer de ambas de manera bidireccional. También proyecta un nuevo año de consolidación del trabajo en El Castillo: “Hasta ahora la DIVIM ha apoyado en acciones específicas, especialmente a través de su Unidad de Acción Social Universitaria y a partir del 2020 se espera consolidar un acompañamiento efectivo y transversal que permita sumar a otras carreras desde sus propios saberes y experiencias, de modo de asegurar la inter y transdisciplinariedad tan necesaria para la comprensión e intervención social comunitaria”.

Una comunidad aislada

El rector Álvaro Ramis, ha conocido en terreno el desempeño del equipo del Centro de Praxis Comunitaria y cree que el impacto que se ha generado en el lugar es destacable, no sólo por el aporte de académicos, estudiantes y voluntarios, sino porque se ha logrado legitimar la presencia de este proyecto en El Castillo. “Creo que esto es algo que debe ser conocido y apropiado por el resto de la comunidad universitaria para reforzar la línea del Vínculo con el Medio y esta bidireccionalidad como punto central de su enfoque”, plantea Ramis.

La autoridad universitaria, cree que existe un gran potencial que se debe fomentar y divulgar para explorar el máximo aporte del Centro de Praxis Comunitaria. “Debemos acercarnos y conocer más este espacio para pensar qué cosas podríamos desplegar en otras disciplinas dentro de un centro de prácticas ya más consolidado ya sea en el ámbito de las artes aplicadas, sólo por nombrar una, que perfectamente podría desplegarse en esa comunidad. Para ello, es fundamental que la comunidad universitaria conozca el Centro de Praxis de El Castillo, primero”, dice.

Tanto Edward Toro como Andrés Durán, coinciden en que escuelas de teatro, danza, geografía, sociología o antropología, por ejemplo, podrían ampliar el impacto social en estas comunidades que tras el estallido social quedaron incluso más aisladas de los servicios sociales. “Los pobladores nos decían que quedaron muy afectados con el caso de Gustavo Gatica, particularmente al enterarse que era compañero de los chicos que asisten al Centro de Praxis. Junto con quedar aislados con la quema del metro, los más viejos, de entre 70 a 95 años, reactualizaron sus recuerdos traumáticos del golpe militar y despertaron muchas de esas vivencias. Muchos estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales realizan sus tesis a partir de la realidad de El Castillo y cuentan historias más allá de lo investigativo. Ahí hay un reconocimiento a esas trayectorias de vida”, cree Durán.


Por su parte, Toro señala que reunir las sinergias de otras escuelas permitiría consolidar aún más un trabajo que recién comienza. “Nos gustaría coordinar con artes y otras escuelas para que este año y los que vengan, se pueda articular un trabajo profundo y más extenso en el que también haya una variedad de enfoques y disciplinas en varios proyectos”, anticipa.

Durán, en tanto, realiza un llamado aún más específico: “Todos están invitados a sumarse al proyecto y participar. Todas las facultades y escuelas tienen cabida y cada perspectiva de trabajo es relevante para construir iniciativas, montar proyectos y darle un sentido aún más profundo a la Vinculación con el Medio tal y como lo entiende la Academia. El llamado es a proponer y ponerse en contacto con la Escuela de Psicología para que esos esfuerzos impacten en distintas áreas y fortalezca a las comunidades como El Castillo y otras más, quizás. Participar es pura ganancia, para todos”, advierte.

Revisa las fotos del encuentro en la población Lo Castillo en la siguiente galería de fotos