Economía social y coronavirus_El sistema neoliberal como el caldo de cultivo de una epidemia global
El segundo acto de esta temporada de crisis que proyecta la pandemia del COVID-19 amenaza con una recesión económica que impactará a las sociedades en muchos aspectos, justo en momentos en que una economía global se muestra tan frágil como en sus peores momentos. Los expertos prevén un shock inédito. Señalan que el escenario de fondo, tanto económico, material y cultural, es un modelo neoliberal del que Chile es el reconocido laboratorio y del cual emanan políticas sanitarias privadas y públicas totalmente alienadas de un bienestar social.
El director del Instituto de Humanidades Raúl González, plantea que la debilidad de los Estados cuando surge una crisis de estas características, es el rasgo más característico de un modelo neoliberal cuyas precariedades ya son por todos conocidas. Asimismo, destaca las debilidades de un sistema que opera con una parte excesivamente importante de agentes privados que buscan beneficios a través del mercado, al cual muchas veces manejan en busca de ganancias que premian la especulación. “Acá quedan al descubierto también las limitaciones de políticas que temen chocar contra los derechos de propiedad para decretar medidas en nombre del bien común. Sin embargo, como en muchas crisis, la fuerza de los hechos hace mostrar que se necesita una política pública robusta que no sea solo para enfrentar catástrofes”, argumenta.
El economista social y académico de la UAHC sostiene también que es clave señalar que el neoliberalismo ha sido contrario a una sociedad civil fuerte, y en particular popular, pues para ese pensamiento y estrategia, esto interviene al mercado y a las decisiones empresariales “libres” lo que debilita la capacidad social y organizacional que se requiere en estas circunstancias. “Se ha podido observar, producto de la dinámica de los meses recientes, iniciativas locales y sociales que han aportado en grandes capacidades. Asimismo, me han parecido interesantes las iniciativas de algunos municipios que siguen la línea del plebiscito que hicieron hace un tiempo respecto del cambio constitucional. Por último, no puedo dejar de estar impresionado de la declaración de la científica china que participa de la invención de un medicamento aparentemente exitoso contra el coronavirus y que lo primero que señala es la importancia de patentar eso en nombre del poder chino. Una gran lucha contra las visiones neoliberales es justamente disminuir la apropiación privada de las invenciones y aumentar su carácter de bienes comunes” sostiene este magíster en Desarrollo Urbano y Doctor en Ciencias Sociales.
Para Raúl González no es posible proyectar un escenario determinado respecto a los sectores donde eventualmente más podría afectar la actual cuarentena social en el mediano plazo. Al respecto, señala que por sí misma, la cuarentena social no tiene la envergadura para transformar estructuras productivas, pero sí un impacto de tipo cultural. “Se puede producir cierto impacto en esa línea, sobre todo en la medida que se conecta con otras tendencias o reflexiones más largas que estaban en ocurrencia en el país, como el papel de la solidaridad colectiva, la critica a un sistema volcado al individualismo, al productivismo y donde aspectos como la calidad de vida se van sacrificando en virtud de la sobrevivencia o un progreso un poco ciego”, señala el académico.
Agrega: “El bloqueo o las dificultades relativas a desplazamientos de personas y mercancías inter-países, puede crear mejores condiciones para pensar y tomar iniciativas de como producir un poco más al interior del país, de las regiones, teniendo enfrente las necesidades que enfrentamos. Una especie de repensar la globalización desde dentro de las propias fronteras, lo que significa fortalecer circuitos económicos más cortos, agropolis (espacios rurales/urbanos vecinos), pequeña industria local interna, servicios necesarios a poblaciones adyacentes, etc. No se trata de cerrar las economías, pero sí de fortalecer sus capacidades de auto producción y auto abastecimiento, que por supuesto puede incluir servicios y materiales para la salud”, concluye.
Efectos desde lo jurídico y lo artístico
Desde el punto de vista jurídico que rodea el contexto de la pandemia, el académico de la Escuela de Derecho de la UAHC, Rodrigo Calderón señala que respecto a los efectos que tendrá el Covid-19 en las personas, la institucionalidad y los patrimonios, es pertinente recordar que el derecho interviene de manera diferente la prevención de situaciones y conflictos, el desarrollo de los mismos y los efectos de dichas situaciones.
“Desde el punto de vista de la prevención se espera que el Estado se articule desde su nivel constitucional hasta la administración comunal en una batería de respuestas que permitan hacer efectiva la responsabilidad positiva del estado, esto es, cumplir con ciertas obligaciones para su población. El punto ideal sería que la Constitución Política contemplase situaciones de excepción para proteger a la población en pos del bien común, que el aparato administrativo tome medidas que contemplando reglas generales implique observar excepciones ante la emergencia, mayor transparencia y probidad así como agilidad en el uso de los recursos coordinados con los de la administración central; por ejemplo que las municipalidades puedan tomar medidas administrativas locales como la clausura de locales por insalubres en concordancia con lineamientos dados por la autoridad central, entre otros”, sostiene.
Sin embargo, esto requiere una adecuación de esos niveles del poder intermedio con el del ejecutivo. Una controversia que se ha tensionado mucho recientemente. “Este estado de emergencia sanitaria mostrará exactamente qué tipo de Estado tenemos”, señala Calderón y agrega que, desde un punto de vista general se podría pensar que el Estado chileno está en deuda con el cuidado de la población frente a la pandemia desde un punto de vista de la ciudadanía. “El gobierno actual ha sido extraordinariamente coherente con ese ideario neoliberal que ha propugnado desde su administración anterior: saca a los militares a la calle para proteger el orden público, que es una lógica policial de la sociedad y toma medidas que retardan medidas generales por que permiten seguir en funcionamiento a la actividad económica de los grandes grupos económicos y no protege a los más pequeños”, plantea.
“Los que se aprovechan del pánico”
Otro aspecto importante que ha quedado de manifiesto en el debate es la desprotección total de las artes en tiempos del coronavirus, del encierro de las audiencias y la suspensión de toda actividad cultural. Al respecto, el director de la Escuela de Teatro UAHC, Hugo Osorio, cree que para el teatro y la danza es más complejo el escenario debido a que en su ejecución se opta por la presencia como eje fundamental más que en otras artes. Se refiere también a las implicancias laborales y formativas que esta paralización le plantea a la vida cultural, pero en el cual pueden reflexionarse una serie de preguntas acerca de la virtualidad, la distancia, la no presencia y nuevas formas de acceder a ellas.
“No creo que una pandemia logre disminuir una masa que se moviliza por el arte desde otras lógicas y posibilidades. Esto es un desafío interesante para el arte, el teatro y la danza porque nos da una posibilidad de ver cómo se pueden ir generando ciertas estrategias en tal ámbito”, sostiene. Asimismo, Osorio recuerda cómo durante las grandes crisis mundiales el arte siempre ha tenido una opinión disciplinar, un desarrollo para hacer frente a estas calamidades como hechos que no le son ajenos, dice. “Es más, se situa ante ellos críticamente con un discurso nuevo… es cosa de ver lo que resultó del estallido social de octubre y las experiencias artísticas que se generaron en la calle durante las manifestaciones y las estrategias virtuales que se manejaban constantemente. Este pandemia es algo que nos debe provocar a responder provocativamente, a la vez. Ver cuánto se puede trabajar y crear en los tiempos del cólera o de una pandemia mundial”, reflexiona la autoridad de la Escuela de Teatro UAHC.
Finalmente, el historiador y académico de la UAHC, José Bengoa reflexiona sobre este escenario, aciago para muchos, pero con oportunidades para la reflexión, también, en medio de la cuarentena. “Durante los últimos años los ciudadanos se fueron transformando en consumidores, como todo el mundo sabe. ¿Qué ocurrirá si el consumir se va restringiendo cada vez más?. ¿Se perderá el sentido incluso de la vida?. Encerrados entre cuatro paredes, unas más grandes y otras más chicas, los antiguos clientes comenzarán a desesperarse y me temo que esa será la segunda pandemia. Una pandemia psíquica posiblemente”, plantea el fundador de la Escuela de Antropología UAHC.
Advierte también sobre un futuro para la movilización social y para estar alertas ante señales que ya se evidencian en el oportunismo y la especulación: “¿Qué estarán pensando los que se “aprovechan del pánico?. ¿Qué estarán pensando los ladrones de cuello y corbata?. ¿Qué empresas, casas, edificios y bienes se comprarán a precio de huevo?. Mientras, los sin cuello ni corbata, verán posiblemente oportunidades en los barrios en que se concentra el coronacuicus y el dinero”, cree Bengoa sobre un nuevo “chorreo bacteriológico”.
Supone que este trance viral será un paréntesis para las movilizaciones sociales y la explosión social chilena. Espera, si que, pasado el momento amargo, vuelvan con mayor ímpetu los temas de fondo sumando las cargas que deje esta tragedia. “El coronavirus ha hecho casi desparecer los muertos, heridos, ciegos, y tantos otras y otros que, a pesar del individualismo sistémico, se dieron la mano, se sonrieron y cantaron a grito pelado que “El pueblo unido jamás iba a ser vencido”, sostiene el académico.