¿Educación cívica o formación ciudadana?

¿Educación cívica o formación ciudadana?

Con esa pregunta la carrera de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales dio inicio al segundo foro denominado: ¿Educación cívica o formación ciudadana?.Debates para avanzar en la democratización de la escuela y las aulas, el cual contó con la presencia del destacado académico español Joan Pàges de la Universidad Autónoma de Barcelona, entre otros expertos.

En su exposición, Pàges repasó parte de su trayectoria como docente: “la escuela debe pensar la formación social. Hay que educar pensando en el futuro, no para recrear lo ya sabido”. Habla de volcar el concepto de enseñanza hacia “una formación no solo de lecciones”.

Le preocupa que los fundamentalismos sean parte de la vida cotidiana: “así como los fundamentalismos son parte de esa ‘seducción’, los nacionalismos también lo son. Cuatro eslóganes y los jóvenes caen”. Cuando hablan de la juventud, Pàges piensa que, “los jóvenes siempre han sido violentos. Dudo que los de ahora sean más violentos que antes”. Es de la idea que la escuela debe ser un lugar democrático “con derechos y deberes”, la enseñanza de la escuela “debe ayudar a resolver problemas y la enseñanza debe ser transversal y no circunscribirse a un grupo de asignaturas”.

Por su parte el académico de nuestra Universidad, Abraham Magendzo, experto en educación y derechos humanos, presentó conclusiones de un informe que revisa el currículo en materia de formación ciudadana,  destacando dos corrientes muy fuertes: la liberal (presente en prácticamente todos los países estudiados) y la comunitaria (que también aparece en los demás países, pero con mayor fuerza en Bolivia), dejando de manifiesto que para poder pensar en estas materias, los países o grupos de trabajo “deben pensar en que concepción de sociedad y en qué forma de ver el mundo, el futuro y sujeto queremos construir sin caer en la atomización”, añadió Magendzo.

Desde la vereda estatal, Carlos Araneda,  del MINEDUC, explicó en qué posición están desde el ministerio con la propuesta de retomar esta área del currículo educativo nacional: “esperamos capacitar a 500 escuelas (equivalentes a 1.500 profesores) en formación ciudadana y derechos humanos en un modelo piloto. Estas escuelas deben ser establecimientos reconocidos por el Estado, por ende, pueden ser privados o públicos”.

Beatriz Areyuna, directora de la Escuela de Pedagogía para la Juventud de nuestra casa de estudio, en su exposición relativa a la pregunta central del foro, realizó una revisión del proceso que ha recorrido en estos días la propuesta de retomar esta asignatura en la malla curricular: “una de las principales cortapisas fue el periodo post dictadura y la democracia protegida; además, ahora hay una crisis de representatividad política y de la mano, un alza del movimiento social: el joven participa, al contrario de lo que se dice”. Recalcó que la famosa ‘apatía’ de la que se habla en ciertos sectores políticos “revela que existe un evidente desconocimiento de la sociedad civil”.