El incendio forestal: Una tragedia permanente en nuestra historia reciente

El incendio forestal: Una tragedia permanente en nuestra historia reciente

(*) Por Fabián Lizana Vásquez, Cristian Araya Cornejo y Francisco Abarca Paredes.

Columna publicada en El Quinto Poder

Resulta clave tener presente que el incendio es un síntoma, un episodio que nos posibilita poder generar acciones perentorias y así ha sido en la historia de nuestro país. Siempre las catástrofes nos han posibilitado la regeneración de nuestras políticas públicas de prevención, mitigación y acciones requeridas ante la emergencia. En breves palabras,  somos una sociedad en cuya cultura no prevé la emergencia y eso siempre nos toca a la puerta (Westerling et al. 2006;  Carmona et al. 2012).

En las últimas dos décadas, los incendios forestales, han sido un tema mediático que ha cobrado gran relevancia, ya que constantemente se producen en época estival y paradojamente se han convertido en una gran fuente de preocupación debido al significativo aumento en su ocurrencia, severidad y voracidad. Si bien los incendios han sido gatillados casi en su totalidad por los seres humanos, estos han sido alimentados por la desatada industria nacional forestal y sus efectos acrecentados por el cambio climático (Keeley et al. 1999; Cardille et al. 2001; Galiana et al.2011).

Así, la recomposición del paisaje entorno a los poblados acorralados por el monocultivo forestal, las crecientes temperaturas y desmedido uso del suelo por estas mega plantaciones forestales, hacen de este un problema recurrente en nuestra historia reciente y más aún, si tenemos en cuenta que esta zona tiene un delgado limite que la expansión urbano – forestal no advirtió en su momento. Está claro que en la actualidad los incendios forestales se concentran en las cercanías del centro de producción silvoagropecuario de Chile (33 y 38° latitud sur), y esto no solo afecta a esta industria en particular debido a que también produce un cambio trascendental en el ecosistema contiguo (Peña y Valenzuela 2008). La mayoría de las hectáreas quemadas corresponde a bosque nativo, pastizales y matorrales que dan cobijo a una serie de especies endémicas de esta zona, además de producir, una devastación material de las comunidades atrapadas por la emergencia (Montenegro et al. 2004).

En Chile, los incendios forestales son percibidos como uno de los principales problemas medioambientales de la actualidad, y sus efectos en cascada son variados ya que estos destruyen cada año cientos de miles de hectáreas, devastando comunidades enteras y generando problemáticas aún más graves que el mismo episodio del siniestro. Hablamos de la devastación económica que trae el incendio, la precariedad y pauperización de las comunidades afectadas que no tiene límites.

Entonces, resulta urgente hablar de la planificación territorial, ya que esta es la principal herramienta de mitigación y que necesariamente el Estado Chileno debería ejecutar como una medida definitiva ante la emergencia del incendio forestal, guiándonos así hacia una nueva cultura de la prevención. Debemos desarrollar estrategias de planificación que se antepongan a la producción de incendios forestales. Estrategias que establezcan pautas de manejo, directrices de desarrollo técnico-científico, que incorporen sistemas de monitorio permanente de los territorios más expuestos, es decir, las comunidades que se encuentran en las interfases urbano-forestal y las zonas urbanas que colindan con los monocultivos (CONAMA 2006; Camus, 2006; Carmona et al. 2012).

El escenario proyectado para los próximos años es que la generación de estos episodios se acrecentará aún más y necesariamente deberemos establecer los mecanismos de mitigación que generen franjas que contengan la gran homogeneidad de la plantación forestal, ya que esta contribuye enormemente en su magnitud y alcance por el material de combustión asociado. El no hacerlo resultaría en un riesgo que la ciudadanía no está dispuesta a aceptar.

Bibliografía

Camus P. 2006. Ambiente, Bosques y Gestión Forestal en Chile. 1541-2005. Santiago, Chile. Ediciones LOM. 374 p.

Cardille J, S Ventura, M Turner. 2001. Environmental and social factors influencing wildfires in the Upper Midwest, USA. Ecological Applications 11: 111-127.

Carmona A,  González, L Nahuelhual, J Silva. 2012. Spatiotemporal effects of human drivers on fire danger in Mediterranean Chile. Bosque 33(3): 321-328.

Galiana martín, l., herrero, g. Y solana, j. (2011): «A wildland-urban interface typology for forest fire risk management in Mediterranean areas». Landscape Research. Vol. 36, Nº 2, págs. 151-171.

Castillo M, P Pedernera, E Peña. 2003. Incendios forestales y medio ambiente: una síntesis global. Revista Ambiente y Desarrollo 19 (3): 44-53.

CONAF (Corporación Nacional Forestal, CL). 2013. Plantaciones forestales efectuadas durante el año 2012. Informe Técnico 2013. Santiago, Chile, CONAF. 166 p.

CONAMA (Comisión Nacional del Medio Ambiente, CL). 2006. Estudio de la variabilidad climática en Chile para el siglo XXI. Informe Final. Santiago, Chile. CONAMA. 62 p.

Montenegro G, R Ginocchio, A Segura, J Keely, M Gómez. 2004. Fire regimes and vegetation responses in two Mediterranean-climate regions. Revista Chilena de Historia Natural 77: 455-464.

Westerling A, H Hidalgo, D Cayan, T Swetnam. 2006. Warming and earlier spring increase western US forest wildire activity. Science 313: 940-943.

(*) Profesor de Historia y Ciencias Sociales, Magíster en Geografía de la UAHC. Geógrafo de la Universidad de Chile y Máster en Gestión Ambiental de la Universidad de Santiago de Chile. Geógrafo y Profesor de Historia y Ciencias Sociales de la UAHC. Magister en Geografía y Geomática, Universidad Católica de Chile.