En conversatorio de Ciencia Política_Historiador argentino Pablo Lacoste define diferencias entre límite y frontera
Las “Fronteras políticas de Chile y Latinoamérica: más allá de la Línea” fueron objeto de análisis en un conversatorio desarrollado en el marco del Núcleo Temático de Investigación (NTI) al que asistieron autoridades y alumnos de la carrera de Ciencia Política y el Instituto de Humanidades. La cita académica contó con la conferencia del historiador argentino Pablo Lacoste, quien dirigió una conversación en busca de identificar posiciones empíricas y teóricas funcionales a la comprensión del fenómeno político territorial que conocemos como frontera.
El profesor Lacoste plantea que existe un eje transversal en la manera en que entendemos la idea de frontera como escalas de valoración y análisis. Uno nacional circunscrito a los fenómenos políticos y militares locales, además de otra escala local regional circunscrita a actores territoriales de esas escalas y que dicen relación con actores sociales como arrieros, colonos que hacen soberanía en lugares remotos, pequeños empresarios, etc. En ambos casos hay valoraciones distintas que –hasta ahora- no han dialogado históricamente.
Cita el ejemplo de cómo un producto popular como el queso chanco podría gozar de un mejor status si en su momento esa denominación de origen hubiese operado a una escala nacional para lograr su visibilización. En lugar de esto, la significación del lugar frontera en cuanto a enclave militar, tiene que ver con visibilizar la “soberanía-poder”. Siendo la doctrina de la seguridad nacional, entre otras consideraciones, lo que determina los puestos fronterizos militarizados o el flujo normal de los indígenas y habitantes naturales de estas zonas, sostiene el académico del Instituto IDEA – USACH, Dr. en Historia por la Universidad de Buenos Aires.
Lacoste también aborda una diferencia entre los conceptos de límite y frontera. Para él, el límite fronterizo es un expresión matemática lograda bajo acuerdos diplomáticos entre dos estados respecto al límite que debe entenderse como una división material, una reja, las rayas del almanaque o las cercas, describe. Esta diferenciación permite entender también algunas pretensiones respecto de dónde van esos límites después de una guerra o negociación. Ya sea en función de un hito para separar soberanías de uno respecto a otro. Algo consagrado en el derecho internacional. La zona fronteriza, en tanto, es una territorialidad más compleja que el límite porque en ella ocurren tránsitos de mercaderías y personas, se instala una población, puestos de comercio como sucede en Tacna-Arica. Ambos territorios circunscritos en una ciudad pueden ser entendidos como zona fronteriza versus límite.
La descentralización, que Lacoste denomina muy provocadoramente, “la macrocefalia”, apunta a una descentralización de Chile versus la de Argentina y define a nuetsro territorio como un país unitario y centralista a diferencia de Argentina como un país federal que goza de mayores grados de descentralización. “En Chile hay intendentes peleles”, dijo el académico. Autoridades parecidas a un muñeco controlado desde el centro que resulta mero empleado de la polis respecto al gobernador argentino quien es escogido por el pueblo y que dicta la agenda y le impone presión a ese centro administrativo, señaló dejando en el aire la inminente opción de escoger a nuestros gobernadores en el futuro próximo. “A mayor descentralización debería existir un mayor desarrollo territorial fronterizo”, agregó.
Fue la fallida unión de un criterio local con los criterios nacionales lo que generó el escándalo del hospital de Curepto, el cuál pese a no estar apto para su inauguración recurrió a “enfermos de utilería” para el corte de cinta durante el primer gobierno de Bachelet. Sintetiza la idea de cómo una autoridad política, cuando tiene la oportunidad de instalar una iniciativa es capaz de promoverla ante el Estado. Esa es la principal diferencia entre los gobiernos regionales de ambos países.