En cuarto capítulo de “Desde la Academia”_Emilia Ríos, alcaldesa de Ñuñoa: “Hay que salir a enfrentar un siglo de cambios sin dejar a nadie atrás”
En conversación con el panel de “Desde la Academia”, la politóloga y alcaldesa de Ñuñoa, Emilia Ríos, se refirió al cariz de un gobierno comunal basado en la participación local, el feminismo y las alianzas con actores de la educación superior y la cultura. La cuarta edición del foro de diálogo reunió a la nueva autoridad de Ñuñoa con Gabriela González, Decana Facultad de Ciencias Sociales UAHC; Isabel Plaza, Coordinadora del Observatorio de Educación en Derechos Humanos; Catalina Moya, cientista política experta en políticas públicas y gobierno local y el rector de la Academia Álvaro Ramis.
En el encuentro, Emilia Ríos, abordó la importancia de diferenciarse del estilo edilicio tradicional imprimiendo un sello comunitario, local y abierto con base en el respeto a los derechos humanos donde el municipio actúe como articulador y detonante de alianzas virtuosas como, por ejemplo, mayor presencia en las escuelas y los barrios para recoger opiniones y necesidades mediante la adopción de canales tecnológicos que optimicen la gestión. “Los gobiernos comunitarios son una tendencia y desafío que se hace cargo de problemáticas básicas de género que conviven con la opción de nuevas oportunidades en su resolución. Es un trabajo largo, pero que se realiza día a día”, señaló.
Dentro de los actores fundamentales para superar brechas y viejos debates locales, la alcaldesa reconoce a instituciones de educación superior como la Universidad Academia de Humanismo Cristiano y su trabajo histórico vinculado a la promoción y defensa de los derechos humanos. Identifica también un entorno universitario y cultural con espacios como el Campus Juan Gómez Millas de la Universidad de Chile, la UMCE, la UTEM o el Teatro de la Universidad Católica, como vecinos relevantes para aprovechar en un mejor relacionamiento con la comunidad a través de sus respectivas Direcciones de Vinculación con el Medio. “De hacerlo, podríamos estar a otro nivel y esa es la sensación general de que como municipalidad podemos dar mucho más”, explica.
Consultada sobre un programa que contempla el respeto a los derechos humanos y la protección de la mujer como centro, la alcaldesa de Ñuñoa sostiene que para su gestión existe una línea básica desde la cual comenzar a trabajar y que, en primer lugar, reconoce espacios de memoria y de acción. Comparte la extrañeza que siente por el hecho de que nunca, asegura, un alcalde de la comuna ha asistido el día 11 de septiembre al Estadio Nacional a manifestar este reconocimiento de un espacio de memoria.
En una línea similar, agrega que la política feminista de su proyecto busca favorecer en varios aspectos a emprendedoras, estudiantes, trabajadoras y ciudadanas que, hasta hoy, se han sentido fuera de espacios seguros de la comuna, peleando permanentemente con la incertidumbre o, en el caso de denuncias de violencia intrafamiliar, yendo a comunas vecinas en busca de ayuda dada la falta de respuestas locales.
“Creo que la discusión constituyente y sus principios deben llegar a los colegios, a instancias de deliberación de base donde dejen de privilegiarse roles de liderazgo donde la palabra y la participación limite a las jóvenes”, comenta sobre lo que pasa en los espacios deportivos, ejemplifica, donde la municipalidad ha debido intervenir para fortalecer espacios seguros para niñas y adolescentes. “El municipio debe exigir cuerpos docentes que tengan esos estándares para no seguir perdiendo más iniciativas de mujeres que no se sienten cómodas. Incentivar la participación, el uso de guarderías y proponer diferentes horarios para que la participación se abra a todos y todas”, dice.
Regresa a la idea de una mirada feminista que, con el tiempo, crezca y quizás en 10 años o menos haya transformado totalmente ese estándar en escuelas, la sociedad civil y los mismos municipios. “Que todas estas cosas sucedan al mismo tiempo harán del país un mejor lugar para las mujeres. Las municipalidades siguen siendo la primera cara del Estado, la primera experiencia democrática de las personas y debemos tomarle el peso a esto en momentos en que el país vive una transformación trascendental a partir de un proyecto constituyente. Como país debemos volver a confiar, no de manera ingenua ni borrando desacuerdos pasados, sí teniendo la certeza de que a través de este trabajo común se debe salir a enfrentar este siglo de cambios, sin dejar a nadie atrás”, plantea la alcaldesa.