En el aniversario del 18-0 Una reflexión sobre el aporte crítico y comprometido de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano

Estimada comunidad universitaria:

Han transcurrido tres años desde el 18 de octubre de 2019 y todavía la interpretación de esos sucesos sigue abierta. En nuestra propia comunidad se suelen utilizar diferentes categorías de análisis, como estallido, revuelta, rebelión o crisis social, cada una con un marco teórico y valorativo distinto. En lo que podemos estar de acuerdo es que esa fecha no representa meramente un evento importante o significativo. Como diría Alain Badiou, el 18 de octubre es un acontecimiento, un quiebre en el campo del saber sobre nuestro presente inmediato, porque ese día emergió una verdad no considerada por las fuentes de conocimiento y comprensión de nuestra propia realidad nacional.

Hasta el momento los/as responsables políticos y policiales de las violaciones masivas a los DDHH durante ese período no han pedido perdón. Nadie lo espera tampoco. En ese orden de cosas sigue pendiente la acción de la justicia. Los motivos de fondo que desembocaron en el 18 de octubre exigen con urgencia un nuevo pacto social, que nos permita superar la actual crisis y fortalecer la convivencia democrática, enfrentando propositivamente los desafíos que plantean las demandas sociales.

Como institución académica y plural, la Universidad se compromete a redoblar sus esfuerzos para, desde sus distintas disciplinas, aportar a las soluciones que permitan reducir las desigualdades y asegurar un desarrollo social más justo, inclusivo y sustentable. El debilitamiento de los sistemas públicos de salud, educación, y pensiones, entre otros aspectos, son antecedentes claves en la pérdida del sentido de país que se expresó en ese momento. La Academia se pone a disposición para contribuir a diseñar caminos de reconstrucción de estos sistemas desde una perspectiva comunitaria y solidaria.

Esperamos que este martes 18 de octubre sea una oportunidad para reflexionar, aportando desde nuestro espacio al debate público por los cauces institucionales, abordando participativamente los problemas a la base del malestar social, contribuyendo al bien común y la convivencia pacífica. A la vez llamamos a compatibilizar ese proceso de diálogo y conmemoración con la necesidad de resguardar la seguridad en los desplazamientos de toda la comunidad. Para colaborar con ese objetivo las clases pasarán a formato virtual a partir de las 13 hrs.

No quisiera terminar este mensaje sin destacar el profundo compromiso que han demostrado los y las integrantes de la comunidad universitaria desde el año 2019 en la tarea de responder solidariamente a los ataques y vulneraciones de derechos que se enfrentaron en estos años. Es fundamental permanecer en esa actitud pues, hoy más que nunca, el país necesita el aporte crítico y comprometido de la Academia.


Álvaro Ramis
Rector