En el Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer
(*) Por Álvaro Ramis
Cada 25 de noviembre recordamos que la violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes no sólo es preocupante: debe ser una prioridad para todas las instituciones gubernamentales, educativas y sociales. Los datos revelan que una de cada tres mujeres se ha visto afectada por algún tipo de violencia de género en el último año y cada 11 minutos es asesinada una mujer o niña a nivel mundial en razón de su género.
Partiendo desde las universidades, en 2018 el movimiento estudiantil feminista provocó una movilización nacional que manifestó la urgente necesidad de prevenir y responder a la violencia contra las mujeres. Desde entonces existe una mayor sensibilización y un impulso transformador sin precedentes para poner este tipo de violencia sobre la mesa de los gobiernos e instituciones, con leyes y políticas, servicios esenciales y estrategias de prevención.
Un ejemplo de ello ha sido la promulgación de la ley 21.369 que regula el Acoso Sexual, la Violencia y la Discriminación de Género en el Ámbito de la Educación Superior. En nuestra Universidad estamos en pleno proceso de implementación y desarrollo de sus exigencias, a partir de la gestión de lo que nuestro protocolo ha determinado al respecto pero, al mismo tiempo, sabemos que estos avances son limitados, en especial por el surgimiento de discursos de grupos antiderechos y antifeministas, que buscan amedrentar y reducir el espacio reivindicativo. Se trata de una reacción violenta contra las organizaciones de derechos de las mujeres y disidencias y sus demandas.
Por eso nuestra comunidad universitaria debe apoyar y reconocer públicamente a las organizaciones feministas y de la diversidad sexual que, de forma fuerte y autónoma, generan estrategias para acabar con este tipo de violencia. La invitación es a llenar esta jornada de gestos y palabras que nos recuerden que podemos y debemos vivir vidas libres de violencia patriarcal.
(*) Rector UAHC