En el marco del Seminario de Educación Multicultural_Solicitan caminar hacia la interculturalidad en Chile
Seminario de Educación Multicultural en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano abordó la realidad de los migrantes y el pueblo mapuche en una sociedad que aún es poco inclusiva.
Durante las últimas décadas nuestro país ha mutado debido al alto número de migrantes que han llegado a buscar mejores perspectivas de vida. Y el arribo de los “nuevos chilenos” supone cambios importantes de nuestra sociedad nacional y que debemos afrontar.
Por eso, la Escuela de Educación Diferencial y el Centro de Mediación Psicopedagógica Integral (CEMPIN) de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano efectuaron el Seminario “Educación Multicultural: Experiencias y prácticas educativas y comunitarias”.
Expertos de distinta índole ahondaron en los trabajos que han debido encabezar. Una de ellas es la Escuela E-18 Cornelia Olivares de Independencia, que en sus aulas tiene 80% de niños extranjeros.
“No sé si tarde, pero hace cinco años tomamos la decisión de ir hacia una educación inclusiva y que tienda a la diversidad. Tuvimos que romper barreras que ponían los propios chilenos, que no entendían a personas más festivas. Son comunidades que llegaron para quedarse”, manifestó el rector Patricio Rojas.
El docente también reveló que no cualquier profesor puede trabajar en el establecimiento ya que deben evitar los sesgos que los puedan separar de los alumnos.
“Es un tema de actitud. Trabajamos con niños de 10 países distintos y queremos dar pasos hacia la interculturalidad”, añadió.
Un proceso de inclusión de la Academia también viene trabajado a través de la Dirección Vínculo con el Medio en el Barrio Yungai Norte, que es una zona de Santiago en la cual se han instalado gran cantidad de migrantes.
“Buscamos un modelo de autogestión, de acompañamiento y empoderamiento de la comunidad. Eso sí, es necesario la triangulación entre la Universidad, el municipio y la comunidad para mantener estos procesos”, explicó la directora Isabel Araos.
Acciones que buscan cambiar la mirada social, pero aún se está en pañales. Es más, nuestra constitución sigue sin reconocer la multiculturalidad.
“Desde que se creó el Estado hemos sido multicultural, pero eso más que convivencia es coexistencia. La interculturalidad es la que tiene que ver con la convivencia y eso es lo que requerimos en Chile, una educación para poder entender a otros”, expresó Andrea Ridemann, socióloga Universidad Alberto Hurtado.
Para eso, es necesario que abolir la discriminación y el racismo que impera en nuestro país. “El legado de la colonia de segmentar por color de piel sigue estando muy presente. Debemos reflexionar del color-piel porque al final, de una u otra manera, se dice que un color-piel es más normal que otro. El lenguaje reproduce acciones racistas de los que, incluso, no somos conscientes”, explicó.
Los Pueblos originarios no están al margen
Lo poco inclusivo de la sociedad chilena no sólo ocurre con los migrantes sino también con los pueblos originarios, quienes han sido relegados constantemente por el Estado.
Rolando Pinto, académico de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), tuvo la posibilidad de trabajar con el pueblo mapuche lafquenche y considera que no nos hemos dado el espacio para comprender ese pensamiento y cultura.
“El conflicto que existe es por el territorio de la nación mapuche. Ellos tienen territorio familiar, de comunidad, de región y de la nación mapuche. Ellos buscan recuperar eso porque es la única forma de preservar la vida, el equilibrio y la armonía”, manifestó el docente, que creó un currículo crítico emergente de educación para el pueblo Iafquenche y que ya fue presentado en el Consejo Regional de La Araucanía.
“Para ellos los saberes son interdisciplinarios y no se fragmentan como en la educación chilena. Lo que saco de esta experiencia es la necesidad de la aceptación de la diversidad histórica y territorial de las comunidades; la reciprocidad horizontal de los conocimientos y expresiones culturales; y un enfoque integral multidisciplinario del aprendizaje, propio de la pedagogía mapuche”, agregó el docente.
Situaciones que, hasta el momento, el Estado no ha sabido propiciar. “No hay educación indígena, no es real. Lo que hay es una educación normal con algunos matices bilingües, que es una especie de compensación del Estado chileno. Nunca ha sido un programa intercultural porque no ha existido diálogo de las dos culturas” finalizó Andrea Ridemann.